Los principales colectivos de víctimas plantan al Congreso el día de su homenaje

No acudirán al tributo anual que les rinde la Cámara en protesta por la legalización de Bildu y el rechazo a que los afectados tomen la palabra en el acto

Un plante en toda regla. Las principales asociaciones de víctimas no asistirán al homenaje que el próximo 27 de junio ofrecerá el Congreso de los Diputados a los damnificados por el terrorismo. Los colectivos, hasta la fecha se han sumado ocho, esperan que el desmarque sirva de lección a los partidos, a los que acusan de buscar un «lavado de cara» tras la legalización de Bildu, y cierre la puerta a cualquier «instrumentalización» que se pretenda hacer de los afectados. Las agrupaciones critican, asimismo, que la Cámara baja haya rechazado una petición expresa de las víctimas para tomar la palabra en el transcurso del acto.

La primera es hacer pública su decisión fue Covite, asociación mayoritaria en Euskadi. Un gesto que posteriormente suscribieron Voces contra el Terrorismo, Zaitu y, en un comunicado conjunto, la AVT, Dignidad y Justicia, la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, así como las asociaciones gallega y murciana. Los catalanes todavía no han tomado una decisión al respecto, aunque no se descarta que puedan sumarse al plante.

«No estamos dispuestos a sacarnos una fotografía simulando satisfacción con los políticos», afirman

El 27 de junio del año pasado, el Congreso dotó de carácter anual el homenaje que entonces, y por primera vez, acogió la Cámara en recuerdo de los damnificados por el terrorismo. El tributo, presidido por el Rey y en el que estuvieron presentes una veintena de colectivos de afectados, tuvo como protagonista a José Bono. En su discurso criticó a quienes buscan «resquicios» o son permisivos hacia «los entornos del terror» y advirtió de que «en la lucha contra el terrorismo no caben los tibios». Las asociaciones que en esta ocasión han optado por desmarcarse de la cita consideran que esas palabras han caído en saco roto y no están dispuestas a hacerse una «fotografía simulando satisfacción con los políticos» cuando, según reprochan, «han sido éstos quienes han permitido, por acción u omisión» que los «testaferros de Batasuna estén en las instituciones vascas y navarras». Un escenario que, a su juicio, supone el «retorno al pasado». Los colectivos, que agradecen todos los homenajes que buscan reconocer y visualizar a las víctimas, consideran, no obstante, que este tipo de actos deben ir acompañados también de «una política antiterrorista firme y valiente dirigida a la derrota de los terroristas», en la que «no tenga cabida, bajo ninguna fórmula, la estrategia de dar una salida política» a quienes durante años justificaron el uso de la violencia, en referencia a la izquierda abertzale tradicional.

«Ser víctima de ETA en el País vasco no es lo mismo que serlo en cualquier otro lugar, y dicha condición se ha visto agravada por quienes de forma irresponsable sustentaron y vocearon, sin base alguna, las cualidades democráticas de Bildu», añadieron tajantes desde Covite.

«Instrumentalización»

Pero la legalización de la coalición que conforman la izquierda abertzale oficial, EA y Alternatiba no es la única razón que esgrimen las ocho asociaciones para rechazar la invitación «indirecta» al tributo que se celebrará en el Congreso. La encargada de hacer de enlace entre la Cámara baja y los colectivos de afectados ha sido la Fundación Víctimas del Terrorismo, presidida por Maite Pagazaurtundua. En un ambiente ya caldeado por el retraso que acumula la ley integral de víctimas, las agrupaciones solicitaron formalmente que, al menos, un afectado por el terrorismo pudiera tomar la palabra en el acto, dado que son ellas las protagonistas del homenaje. Petición esta última que, según censuran, ha sido rechazada y que vendría a demostrar que se trata de un acto que «instrumentaliza una vez más» a los damnificados. «Está organizado por y para los políticos; sólo intervienen ellos, negando y silenciando incluso la voz a las víctimas del terrorismo», critican.

Al parecer, en los actos solemnes que acoge el hemiciclo del Congreso sólo está permitido que tomen la palabra el presidente de la misma o el Rey, lo que cerraría la puerta a una hipotética intervención de los afectados. Según ha podido saber este periódico, el Congreso estaría barajando la posibilidad de que en la recepción que a posteriori compartirán las víctimas con los diputados -el año pasado asistieron todos los grupos- tome la palabra Pagazaurtundua, en representación de los diferentes colectivos. Sin embargo, por ahora no hay nada confirmado al respecto. La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo aprovecharía su discurso para hacer una reflexión sobre el decálogo por un final de ETA «sin impunidad» que suscribieron el pasado noviembre la mayoría de las asociaciones, meses antes del varapalo que para ellas supuso la legalización de Bildu.

EL CORREO, 16/6/11