Los Santos Inocentes

IGNACIO CAMACHO, ABC 29/12/13

· Los presos de ETA se han reconocido culpables el día de los Inocentes. Lástima que eso ya lo habían sentenciado los tribunales.

En el día de los Inocentes los presos de ETA se han reconocido culpables. Gran noticia si no fuese porque hace tiempo que eso lo sentenciaron con plenas garantías los tribunales. Como ya no se llevan las inocentadas en la prensa de prestigio, la exclusiva fue remitida a su periódico de cabecera, acompañada de la habitual retórica sobre los daños multilaterales, la resolución del conflicto y demás zarandajas propias de su cínica jerga de eufemismos. Según los arúspices del «proceso de paz» se trata de un esperanzador avance en la hoja de ruta, un salto cualitativo esencial aunque incomprensible para quien no esté al tanto de la compleja casuística del laberinto vasco: al parecer constituye una novedad jubilosa, un acontecimiento radiante y optimista que merece celebración especial, el hecho de que unos criminales condenados y en la cárcel admitan que se someten al imperio de la ley que ya los había juzgado.

Sin embargo en vez de entonar un Te Deum en acción de gracias por la paulina caída del caballo de sus asesinos, a las ceñudas víctimas del terrorismo, siempre tan hoscas y refractarias a enaltecerse a sí mismas con la generosidad del perdón, les dio por organizar ayer un recorrido por los lugares de la infamia. Su propia ruta de la memoria por el siniestro paisaje donde cientos de inocentes fueron sacrificados cuando los heroicos gudaris aún no habían caído en la cuenta de la ligera irregularidad de esos métodos de convicción por los que ahora entonan somera autocrítica.

Es una pena que los difuntos, como su propio nombre indica, no estén ya en condiciones de apreciar la profunda delicadeza moral de este hermoso cuento navideño de reconciliaciones y buenos propósitos. Seguro que les habría gustado saber que sus verdugos asumen ahora «toda la responsabilidad sobre las consecuencias». Es lo que tiene matar a la gente, que luego aunque te arrepientas los muertos no tienen ocasión de concederte su indulgencia y felicitarte por el cambio de opinión.

De todas maneras arrepentirse, lo que se dice arrepentirse, los chicos éstos del trullo no parecen del todo arrepentidos. Si acaso dispuestos a aceptar que no se portaron bien del todo con tal de que les alivien la pena; lo que vienen a decir es algo así como «bueno, vale, asumimos que nos pasamos un poco y por eso estamos aquí; vamos a llevarnos bien a partir de ahora, ¿verdad?». Y luego meten bulla con el «regreso ordenado a casa», poquito a poco, sin prisa y sin pausa. Esto después de que Bildu tenga el poder y de que hayan salido todos los matarifes de la sentencia Parot, y poco antes de la posible entrega simbólica de algunos almacenes de armas. Vaya, como disimulando con finura abertzale para que nadie vaya a pensar que hay algo pactado. Faltaría más.

En fin, era el día de los Santos Inocentes pero no está bonito que nos tomen por idiotas.