…No obstante, nada garantiza que los halcones de ETA se transformen bruscamente en palomas de la paz…
“Rechazamos y nos oponemos al recurso de la violencia con fines políticos, incluida la violencia de ETA si se produjera”. La frase está estudiada pero es inédita. Por primera vez, después de cuarenta y tres años de atentados y 829 asesinatos, los valedores políticos de ETA se distancian. La izquierda abertzale (patriota), que aglutina a los separatistas vascos reducidos a la clandestinidad a causa de sus nexos con el grupo armado, presentaba el pasado lunes los estatutos del nuevo partido que trata de lanzar, Sortu. El mensaje no había sido nunca tan claro: si ETA mata de nuevo, nadie podrá justificar lo injustificable.
La presentación del nuevo partido se produce un mes después del alto el fuego “permanente, general y verificable” decretado por ETA. El movimiento es espectacular, pero los analistas todavía se muestran prudentes. “Su credibilidad es mínima”, estimó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Los españoles están escarmentados por la decena de treguas declaradas en el pasado, rotas todas unilateralmente por ETA. Saben también que la reorientación estratégica de los abertzales obedece a intereses tácticos. Después de la disolución judicial de su partido Batasuna en 2003, los representantes de la izquierda abertzale están al borde de la asfixia. Su única oportunidad de sobrevivir –Sortu significa en vasco “nacer” o “surgir”- es participar en las elecciones locales. Las municipales están previstas para el próximo 22 de mayo.
La propia ETA nunca ha estado tan debilitada. Los esfuerzos conjuntos de las policías española y francesa han permitido diezmar la jerarquía de la banda armada y de privarle de una gran parte de sus medios de acción. Esta situación de debilidad ha sido perfectamente asumida por la sociedad vasca, más preocupada por el paro que por el terrorismo. “En 2001 era la principal preocupación de los vascos. El 30% se refería a la violencia como motivo de inquietud” recuerda Francisco Llera, profesor de ciencias políticas en la Universidad del País Vasco. “Hoy, sólo el 2% menciona el terrorismo”.
“Parada técnica”
No obstante, nada garantiza que los halcones de ETA se transformen bruscamente en palomas de la paz. “Cansada de las repetidas detenciones, ETA decretó una parada técnica”, explica Florencio Domínguez, redactor jefe de la agencia Vasco Press. “Gracias a la presión de la izquierda abertzale han dado a este movimiento táctico una dimensión política, llamándole “alto el fuego”. Pero ETA no ha renunciado definitivamente a la violencia”.
Madrid ha advertido que el ejecutivo enviará los estatutos del nuevo partido al Ministerio Fiscal. A partir de ahí los tribunales españoles validarán o impedirán la candidatura de la izquierda abertzale. Hasta la presentación de Sortu, anunciada hace tiempo, el gobierno no ocultaba su inclinación por una prohibición. Esto permitiría juzgar si el nuevo discurso de los radicales es sincero y si resiste en el tiempo; o si, por el contrario, utilizan la cerrazón de Madrid como un pretexto para justificar un eventual retorno a las armas.
Mathieu de Taillac, Le Figaro (Francia), 9/2/2011