Los símbolos y los juglares

Álvaro Martínez, ABC 23/11/12

Como toda buena gesta, la cruzada independentista del «rey Arturo» tiene sus juglares, infatigables en su labor lírica afín al movimiento. A la televisión pública autonómica se suman medios privados, de más o menos tradición y subvención, que han puesto a sus comentaristas, analistas y opinadores a narrar la epopeya y trabajar a favor de la causa soberanista.

Así, el segundo canal de TV3 tiene aletargado el programa «Bestiari Il-lustrat» —que se define como «zoológico cultural catalán»— en el que hace unas fechas se emitió una parodia en la que se fusilaba al Rey, entre otras personas. El guionista de la pieza, Jair Domínguez, tiene escrito un librito anterior en el que se fabula con un atentado terrorista contra Don Juan Carlos. La otra aportación cultural más destacada de Domínguez es la letra de la canción «Baila el Chiki-chiki», con la que Rodolfo Chiquilicuatre representó a Televisión Española en el Festival de Eurovisión de 2008. «El concepto cultura catalana va mutando», pronosticó con acierto en 2011 el teniente alcalde de la Ciudad Condal, Jaume Ciurana.

Chiquilicuatre formó parte de las «estrellas» lanzadas por la empresa catalana El Terrat, antes de que la productora televisiva se pusiera a salvar el periodismo de los males que le aquejan. En cuanto escampe, la intención de TV3 es volver a emitir el «Bestiari Il-lustrat» como si nada hubiera pasado. Será en 2013, según ha anunciado.

«La Vanguardia» (en otro tiempo «La Vanguardia Española») es el medio escrito más leído en Cataluña y el que más opinión ofrece de la campaña. Así, la gran mayoría de sus columnistas parecen dispuestos como los propileos del Partenón de Mas. Uno de ellos, desde la distancia, no deja de ofrecer a diario una visión historicista de los centenarios agravios de España a Cataluña. Si anteayer se remontaba a la paz de Westfalia y venía a acusar a Inglaterra de lo que ocurrió en 1714, ayer viajaba a la Guerra Civil, a Franco, al Cuerpo de Ejército de África del general Yagüe marchando sobre Collserola y a la persecución al catalán en el anterior régimen. Con un sumario ilustrativo: «Madrid [así, en general] homenajea a la Falange»; y terminaba citando a Dionisio Ridruejo y cómo hasta el fundador falangista reconoció en 1946 su respeto «por las libertades del pueblo catalán», que, a juicio del analista, «con la que está cayendo es interesante».

«El Punt-Avui» y el más joven «Ara» hacen bastante completa la oferta proindependencia en el quiosco barcelonés. Todos reciben subvenciones millonarias de la Generalitat, en época de recortes.

Una «senyera» gigante

En el terreno de los símbolos que han de servir de iconos de la «nueva era» que se persigue, CiU ya se ha puesto a la tarea. El alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trías, se propone izar una «senyera gigante» en la intersección del paseo del Born y la plaza Comercial. Aclara el mencionado Ciurana que «no será una bandera como la que puso Aznar en la plaza de Colón de Madrid», pero que será grande, de un tamaño lo suficientemente patriótico. La medida del mástil (exactamente 17,14 metros) no es casual y Trías, diputado de las Cortes Españolas de 2000 a 2004, ha elegido esas dimensiones para que coincidan con la fecha fetiche del soberanismo y su histórica derrota ante Felipe V.

Y como el movimiento se demuestra andando, al nacido en la pasada Diada no le faltan sus zapatillas. El inveterado sentido negociante del catalán ha puesto en el mercado las deportivas independentistas, de las que ya se han vendido 3.000 pares y que imitan una «estelada». A 60 euros. Su modelo en colores azul y grana se llama «Sampedor», en sentido homenaje al pueblo donde nació Guardiola.

Mezclando quiosco y símbolos, una marca especializada en chanclas independentistas (Xancleta catalana) pone a disposición de los lectores de prensa este domingo la campaña «Llenen Cataluña de “esteladas”». Eso sí, cada bandera a 9,95 euros. Sentido comercial, que decía Saza (que nació en Barcelona) cuando intentaba vender sus porteros automáticos en «La escopeta nacional». Una de Berlanga.

Álvaro Martínez, ABC 23/11/12