EL CORREO 24/12/14
El soberanismo recuperó ayer una buena parte de la unidad de acción perdida tras la votación del 9-N y respondió con una nueva movilización a la investigación judicial abierta contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por su actuación en la consulta alternativa.
En el día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña decidiera admitir a trámite la querella presentada por la Fiscalía contra Mas y dos de sus consejeras, cientos de personas, así como los dos principales partidos soberanistas, CiU y Esquerra, acudieron a la llamada de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y salieron en defensa del president y del proceso catalán. Todos ellos se concentraron ante las puertas del Tribunal Superior, en Barcelona, y en los próximos días prevén hacerlo frente a los juzgados de guardia de las principales localidades catalanas, para iniciar una campaña de autoinculpaciones por el 9-N. La iniciativa, que ayer formó una larga cola de gente (unas 600 personas al mediodía), consiste en que cada persona admita por escrito haber participado en la consulta sin haber sido obligada y denuncia «la falta de garantías democráticas de España, donde la división de poderes es inexistente».
· «Más de dos millones de catalanes desobedecieron al Estado español y sus leyes. Con estas inculpaciones reafirmamos ese acto de soberanía, ya que nosotros ya no obedecemos al Estado español y tenemos iniciado un proceso de independencia que seguro que se confirmará en 2015», expresó el vicepresidente de la ANC, Jaume Marfany.
CiU y Esquerra aparcaron por un día sus diferencias en torno a cómo concurrir a las elecciones plebiscitarias. Entre cientos de personas que les presionaron para que pacten y culminen el proceso, se pusieron de acuerdo para solidarizarse con Mas, en tanto que consideran la querella como un ataque contra Cataluña.