Los socios de CiU en la marcha en pro de los asesinos etarras

Entre continuos gritos en favor de la independencia, la amnistía y el acercamiento de los presos al País Vasco, la izquierda abertzale se movilizó ayer por las calles de Bilbao en favor de los reclusos de ETA dentro de una manifestación que equiparó a un ejercicio de «apología pura y dura de la paz». Esta marcha autodeterminista y en defensa de los etarras encarcelados, a la que ni siquiera acudió el PNV, contó sin embargo con el aval de ERC, partido que sustenta a CIU en Cataluña y que ha acordado con el presidente Artur Mas su desafío independentista al Estado.

En Bilbao estuvo uno de sus diputados en el Congreso, Joan Tardà, que fue uno de los participantes más vitoreados. El portavoz de la antigua Batasuna, Pernando Barrena, intentó desactivar el discurso de las víctimas de ETA y del Gobierno de que el acto de ayer estaba constituido para ser un ejercicio de enaltecimiento del terrorismo, con el mensaje de que la masiva manifestación estaba llamada a ser una «apología de la paz» y una movilización por la «normalización política y social» que «este país necesita» para superar el llamado conflicto vasco.

Por ello, instantes antes del inicio de la marcha, Barrena ya celebró que «la presión social y política» que iba a ejercer la «mayoría de la sociedad vasca» por las calles de Bilbao va a hacer que «movamos a los enemigos de la paz, a los que quieren que este país no conozca la normalización política».

A partir de esta fotografía, Barrena emplazó al Partido Nacionalista Vasco (PNV), aunque sin citarle, a que tenga como «prioridad» la «presión política y social» y así obligar al Gobierno de Mariano Rajoy a que cambie la política penitenciaria y sea posible alcanzar «la paz y la normalización».

Los instantes previos a la manifestación fueron para los llamamientos desde las diferentes fuerzas que componen EH Bildu al PNV a sumarse a su estrategia en favor de los presos y a los anuncios de que las acciones en defensa de sus derechos se prolongarán a todos los ámbitos.

Así, el portavoz de Amaiur en el Congreso, Xabier Mikel Errekondo, anunció que su grupo va a presentar varias iniciativas en la Cámara Baja para «acabar con la dispersión» y garantizar que «sean atendidas las reivindicaciones de la mayoría de la sociedad vasca».

En los días previos a la marcha, la izquierda abertzale se ha enfrentado al PNV por su «inacción» en favor de los presos de ETA después de que los nacionalistas vascos desdeñaran la manifestación en beneficio de «un trabajo discreto» en defensa de los reclusos. Por ello, ayer sus líderes emplazaron al partido de Iñigo Urkullu a que no olvide que «miles de sus militantes y afiliados» se manifestaron por Bilbao para «compartir» el mensaje de que la «superación del conflicto se tiene que dar con el apoyo a los derechos humanos» de los presos.

«Si lo tienen tan claro, es hora de que también muevan baza políticamente», les espetó el secretario general de EA y parlamento vasco de EH Bildu, Pello Urizar.

La marcha organizada por Herrira y jaleada por Bildu desde todos sus altavoces (incluida la grabación de un vídeo sin permiso en el salón de plenos del Parlamento Vasco) estaba anunciada como una movilización silenciosa, pero se transformó en un acto por la autodeterminación y la amnistía con continuos gritos en favor de la independencia y del acercamiento y liberación de los presos.

Tras la pancarta bajo el lema «Derechos humanos. Solución. Paz. Euskal presoak Euskal Herrira», y con la petición en inglés para «repatriar todos los prisioneros vascos» se situaron los líderes políticos e institucionales de Bildu (Laura Mintegi, Rufi Etxeberria, el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, Martín Garitano, o el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre…) dentro de una amplia representación independentista a la que no faltó un muy aclamado por el público Joan Tardà.

Pese a que no quisieron dar cifras concretas, desde Herrira se mostraron «muy satisfechos por la movilización» y subrayaron que la de este sábado ha sido «la mayor manifestación celebrada», superior en número a la de 2011 en la que, según los organizadores, participaron 110.000 personas.

La manifestación estuvo encabezada por furgonetas con carteles que recordaban las distancias kilométricas que recorren cada fin de semana los familiares de los presos. Detrás de ellas, centenares de familiares de los reclusos con carteles reivindicando su «Vuelta a Euskal Herria».

La portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, afirmó que la lengua vasca y los presos de ETA «son dos temas clave en la construcción de este país, son unos temas fundamentales para la normalización política, para la construcción como pueblo. Son temas que superan las siglas, superan las diferentes sensibilidades, son las que nos hacen pueblo y los que nos han reunido aquí».

En esa atmósfera, Tardà aseguró que ERC se siente «al lado de los presos» ya que «el sufrimiento del pueblo vasco es, en parte, nuestro sufrimiento», por lo que denunció que el Gobierno de Mariano Rajoy se mantenga en el «actual enroque» con los etarras.

EL MUNDO 13/01/13