Los visitadores

Enfoque, ABC, 29/5/12

Es una lástima que los miembros de la Comisión Internacional de Verificación —los famosos «mediadores»— no se hayan pasado por Cauna, hermosa localidad francesa donde el domingo fueron detenidos los jefes de ETA. En esta época del año, Las Landas —antaño costa maldita— lucen su asilvestrada belleza con especial procacidad: vastas playas, dunas, lagos de agua salada… Hay pueblos tentadores que incitan a la molicie y la gula —chuletas de vaca Chalosse y auténtico foie de oca—: un pecado para estómagos agradecidos. Si los verificadores se dedicaran a verificar sobre el terreno, lo habrían pasado de miedo y yo no me vería obligado a verificar lo que muchos nos tememos: que los «mediadores» verificarán que los terroristas no hicieron uso de sus pistolas en señal de buena voluntad. Verificando, que es gerundio: ETA sigue reclutando terroristas y, en consecuencia, el «alto el fuego» no es más que la verificación de que a la banda le conviene tenernos entretenidos contando los días que faltan para que abandone las armas. Sospecho que los «mediadores» de la Comisión Internacional no verificarán jamás que Oroitz Gurruchaga y Xabier Aramburu dirigían un «casting» para captar pistoleros, de manera que lo más sencillo —desaprovechada su oportunidad de ponerse ciegos de chuletones de vaca Chalosse— sería subirles a un avión para que se fueran a verificar a su casa. Pero como está verificado que quien verifica en contra de los verificadores es un peligro para la convivencia, estas líneas serán condenadas por los visitadores, que verificarán que lo que yo verifico no está verificado, porque las detenciones en Francia —nos dirán— son la verificación de que los terroristas iban armados para que no se les oxidaran las pistolas. Casi no me atrevo a verificar, no vaya a ser que los miembros de la Comisión Internacional verifiquen en mi contra y en la de tantos otros que seguimos pensando que el problema de fondo es que los mediadores no vienen a verificar nuestra paz, sino la «paz» de ETA. Pero no se lo digan a nadie: no tengo carné de verificador oficial. Así me va.

Enfoque, ABC, 29/5/12