Entrevista a MAITE PAGAZAURTUNDUA / Víctima de ETA y directiva de Covite, EL CORREO 08/04/13
· Advierte de lo «dolorosa» que sería una sentencia en contra de la ‘doctrina Parot’. «Supondría una tarifa plana para los asesinos múltiples».
Maite Pagazaurtundua (Hernani, 1965) dejó a finales del pasado año la primera línea de la actividad pública. Tras siete años como presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo –cargo en el que le sustituyó Mari Mar Blanco–, la hermana de Joseba, jefe de la Policía Local de Andoain asesinado por ETA en 2003, cree que ha llegado el momento de «oxigenarse». Como ella misma reconoce, «hay funciones que tienen mucho desgaste». Consciente de que le ha tocado vivir «una etapa muy dura», Pagazaurtundua, una de las voces más respetadas entre los damnificados, se mantiene al día de la actualidad política y de todo lo que rodea la gestión del final del terrorismo. Si algo tiene claro es que «queda trabajo por hacer» y que ella seguirá aportando su grano de arena en la lucha contra la impunidad y contra quienes –en alusión a la izquierda abertzale– «hacen trucos de tahúr» para no asumir su responsabilidad del pasado. Desde finales del mes de febrero forma parte de la junta directiva de Covite, la asociación mayoritaria de víctimas en Euskadi.
– La Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo podría poner en jaque la ‘doctrina Parot’. ¿Contempla una posible sentencia en contra?
– Algunos consideramos que la justicia está en esa aplicación que puso en marcha el Supremo y que ratificó el Constitucional. Ahora bien, tenemos que esperar y ver si tendremos o no que acatar una sentencia que sería muy dolorosa, ya que supondría una tarifa plana para los asesinos múltiples.
– ¿Cómo recibirían esa noticia las víctimas del terrorismo?
– Sería la ratificación de que durante años muchas cosas no se hicieron de la forma más correcta. Los legisladores, con el Código Penal arrastrado del franquismo, permitieron que existiera esa tarifa plana y, pese a que se hablaba de sentencias de miles de años, los asesinos salían de la cárcel a los veinte y sin haberse reinsertado. Son nuestros legisladores y nuestros políticos los que no estuvieron vigilantes para que estas cosas no ocurrieran. Y es cuando cambia la jurisprudencia cuando surge el problema de la interpretación de si hay o no retroactividad. Yo creo que no la hay, que la aplicación de la ‘doctrina Parot’ tiene plena lógica. Las condenas deben verse individualmente para conocer el cómputo de cualquier beneficio penitenciario. Sin embargo, no soy jurista y tendremos que verificar si tenemos razón o no. Aquí lo que ha habido es un problema de base que ha permitido que muchos asesinatos cometidos en los ochenta y noventa permanezcan impunes.
– ¿Considera que están en juego los derechos humanos, como dice la abogada de la etarra Inés del Río, o la justicia?
– Desde luego, no creo que sean los derechos humanos.
– ¿Es la ‘doctrina Parot’ la que ha llevado a ETA, en parte, hasta donde está?
– Yo creo que es que el Estado de Derecho utiliza la ley, pero toda la ley, para hacer frente a cualquier resquicio de tolerancia frente al terrorismo. Que asesinar no saliera tan barato como en el pasado, claro que es un factor disuasorio, como también que tuvieran que pagar los daños causados por la quema de autobuses, la implantación del nuevo Código Penal o como lo fue la ilegalización del brazo político de ETA. Esas medidas han significado subir el listón.
– El Ministerio del Interior y la izquierda abertzale se han acusado mutuamente de presionar al tribunal.
– Desconozco lo que haya realizado el Estado, lo que sí es cierto es que el mundo de ETA realiza una campaña constante. Quieren impunidad y procuran todo aquello que pueda favorecerlo. La vieja o nueva Batasuna, que es la misma, ha jugado siempre así y se resiste a abandonar ese juego. Pero la campaña es tanto hacia el exterior como de puertas a dentro. Siempre están haciendo trucos de tahúr para escamotear de manera torticera una parte de la realidad. Hacen una interpretación fragmentada de lo que son los derechos humanos: Todo para favorecer a los delincuentes a los que apoyan y nada para ver lo que esos delincuentes han causado en sus víctimas y en la sociedad vasca. Son unos verdaderos artistas en eso, pero no quiere decir que tengan razón, no la tienen.
– El Gobierno central ha dicho que podría hacer «ingeniería jurídica» en caso de que la Gran Sala rechace la aplicación de la ‘doctrina Parot’. ¿Vería este paso con buenos ojos?
– A mí la palabra ingeniería no me gusta, ni jurídica ni política ni social. La razón de Estado no lo puede todo. Tiene enormes competencias legales, pero también sus límites, y nos debemos a lo que las leyes nos permiten. Pero del mismo modo que pienso que no se puede hacer ingeniería jurídica en el caso de que haya una sentencia de por medio, tampoco creo que se pueda seguir este camino para hacerse los tontos con el mundo de Batasuna ante posibles delitos de enaltecimiento de terrorismo porque queramos que haya un proceso de paz.
– ¿Se refiere a las declaraciones de Pernando Barrena y de Patxi Zabaleta?
– Efectivamente. Hay que ser coherentes.
– ¿Qué lectura hace del último comunicado de ETA?
– No me extrañó en absoluto. El mundo de ETA y Batasuna ha conseguido muchas cosas, como lo fue su legalización, que fue muy forzada, y tenían expectativas de lograr muchas más. Eso sí, cuando las cosas no son claras llega la frustración. Querían una neutralización aceptada por todos de su responsabilidad del pasado. El Partido Socialista le ha apoyado en muchas cosas e iban sorteando la situación. Pero ante los obstáculos, tienen que lanzar un pulso porque todavía creen que pueden amedrentar y presionar lo suficiente como para que el listón de lo que es aceptable en democracia cambie.
– La banda vincula su desarme a sentarse a dialogar con el Gobierno. ¿Lo ve factible?
– ETA tuvo que renunciar porque no le resultaba rentable el asesinato. Lo que ahora podemos conseguir entre todos es que no le resulte tampoco rentable el chantaje. De lo contrario, dejaremos una sociedad degenerada. Los líderes políticos y la sociedad tienen una gran oportunidad de mirarse al espejo y salir con buena nota.
«No son héroes»
– ¿Se puede cerrar el ciclo de la violencia sin un diálogo?
– Los hechos simbólicos, las fotos y la propaganda, no son importantes, sino el fondo. Existen canales de comunicación, que la mayoría desconocemos, y si nos tenemos que enterar que lo han dejado, seguro que nos enteraremos. Pero ahora están amenazando y todavía son ellos los que deben asimilar la democracia y no que ésta se corrompa para estar a su altura. Lo sustantivo es: ¿Tienen ganas de disolverse, de ver que no es posible la impunidad y de condenar su pasado? Si todo eso se da, el resto es muy fácil. El problema es que quieren escaquearse de lo importante.
– El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, dijo en una entrevista reciente en este periódico que «el conflicto no terminará hasta que las cárceles estén vacías».
– Esa es su jerga, una cosmovisión totalitaria que es la piedra angular del problema, pero del problema que tienen ellos y que no podemos aceptar. Asesinos, chivatos, encubridores, familias consentidoras, retroalimentación de niños para el terrorismo… Eso es una aberración y no se puede tapar bajo la palabra ‘conflicto’. Como tampoco hay presos políticos ni son héroes. No se pueden escudar en las palabras que han inventado.
– Arraiz no quiso entrar a valorar la llamada ‘vía Nanclares’. ¿Qué le parece a usted?
– Batasuna y ETA ha impedido que tuviera ningún recorrido. Por otra parte, se puso en marcha al mismo tiempo que la posibilidad de la legalización de ese mundo, lo que resulta bastante paradójico. Han tirado hacia lo que les parecía más cómodo. Tenían la expectativa de conseguir impunidad, en lugar de una política individual de reinserción.
– ¿Cómo interpreta que EH Bildu vaya a participar en la ponencia de paz sin haber condenado los atentados de ETA?
– Habrá que ver si el resto de fuerzas políticas son capaces de ponerles en su sitio. Van a hacer ese pulso desde todos los ámbitos; está en su naturaleza.
– Laura Mintegi dijo en la Cámara de Vitoria que el asesinato de Fernando Buesa fue de origen político y que podía haberse evitado mediante el diálogo. ¿Qué opinión le merecen sus palabras?
– Eso es un sarcasmo. Durante años, cada vez que había un asesinato el mundo de Batasuna decía que los culpables, según el día, eran el PP y el PSOE. Nos responsabilizaban a nosotros por lo que ellos llaman ‘conflicto’ y ‘diálogo’, que era someterse a su manera de ver la realidad política vasca. Aquello del pasado enlaza con ese discurso. Y es, además, muy cruel. Mientras mataban, sus ideas eran más importantes que las personas a las que quitaban la vida; y ahora que dejan de matar, siguen siendo ellos más importantes que lo que dejaron atrás. Sus palabras generan un daño que no les preocupa. Por el bien de todos, no podemos tolerar ese narcisismo.
– ¿Cómo ve al PNV en lo que a la gestión del final de ETA se refiere?
– El perfil del Gobierno es todavía muy bajo y Urkullu es un personaje esencialmente prudente y discreto, por lo que todavía no tengo elementos para valorar. Creo que no ha marcado aún explícitamente cuál va a ser la línea preferente.
– ¿ Y qué le parece el equipo de la secretaría de Paz y Convivencia? – Personalmente, prefiero darles tiempo.
Entrevista a MAITE PAGAZAURTUNDUA / Víctima de ETA y directiva de Covite, EL CORREO 08/04/13