ABC 28/12/13
· Asegura que no le queda mucha carrera política, «a lo sumo un mandato más»
Pese a las repetidas advertencias de los mandatarios europeos, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha tardado un año en admitir que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea (UE). Lo ha hecho en una entrevista al diario italiano «La Repubblica», publicada ayer. «Sería una lástima, porque nosotros queremos seguir en la UE. Sería necesario encontrar un régimen transitorio para evitar la expulsión de la UE. De todos modos, solicitaremos un reingreso. Nosotros queremos estar en el euro, en la Unión, en (el área de libre circulación sin fronteras) Schengen y en la OTAN», reflexiona el nacionalista.
Tras doce meses de efervescencia secesionista, los mismos que lleva al frente del Gobierno catalán, Mas se ha topado por segunda vez con el muro de la legalidad. Hasta hace poco insistía en celebrar «sí o sí» una consulta sobre el Estado propio, pero ahora precisa que solo puede celebrarse dentro de la legalidad. Asimismo, el dirigente nacionalista circunscribía las advertencias sobre una Cataluña independiente fuera de la UE al «discurso del miedo» del PP. Pero esos avisos traspasaron las fronteras y, pese al hartazgo que el asunto genera en el club europeo, sus dirigentes fueron unánimes a la hora de decir que la secesión implica expulsión. Por contra, consejeros del Gobierno catalán, dirigentes de CDC y ERC, socia de Mas en esta legislatura, negaban esos augurios.
Mecanismos de expulsión
Es más, en los folletos que Convergència reparte dentro de la campaña «¿Qué gano yo con el Estado propio?», que ABC publicó con detalle, se asegura que «Si Cataluña es un estado, seguirá formando parte de la Unión Europea por diferentes motivos: primero, porque la UE no prevé mecanismos de expulsión de sus miembros ni tampoco prevé la expulsión de aquella parte del territorio de un Estado miembro que se haya independizado; segundo, porque el derecho internacional establece que los tratados firmados por el Estado predecesor pasan directamente al Estado sucesor; tercero, porque la ciudadanía europea es un derecho individual adquirido por todos los catalanes que no se puede eliminar; y cuarto, porque Cataluña es buena para Europa ya que la aportación neta de Cataluña al presupuesto de la UE aligera la carga solidaria de los países contribuyentes».
En la misma entrevista, y en relación a la convocatoria de una consulta independentista, Artur Mas dice que «el referéndum se hará y los catalanes ganarán. Veréis. Como alternativa, iremos a elecciones anticipadas», en el supuesto de que el presidente español Mariano Rajoy no permita hacerlo. «Nosotros vivimos en una condición de inquilinos de un casero hostil (el Estado español). Simplemente no aceptamos ya estas condiciones, son injustas. Nuestra autonomía está en condiciones de gran debilidad», explica Mas en la parte más identitaria de la entrevista. Porque los gestos soberanistas continúan, como se pudo comprobar el jueves en el concierto de Sant Esteve celebrado en el Palau de la Música, lleno de banderas independentistas y con Artur Mas como invitado de honor. La televisión catalana, que no emitió el discurso de Navidad del Rey, sí retransmitió en directo esta exaltación secesionista. El líder del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, dijo que «más que un concierto, lo que hubo en el Palau fue una campaña orquestada por el independentismo desde unas entidades que reciben cuantiosas subvenciones públicas». recordó que el Palau —cuyo expolio ha salpicado a CDC por una supuesta financiación irregular que los jueces investigan— está sufragado por las aportaciones económicas del Ayuntamiento y la Generalitat.
La retirada del «president»
El diputado de Ciutadans, Carlos Carrizosa, recordó que Mas «tiene la sede de su partido embargada por un caso de corrupción cuyo centro está precisamente en el Palau». Considera que «un presidente que no gobierna y necesita un baño de “estelades” para mantenerse en el poder, está políticamente acabado». Palabras que coinciden con la confesión del propio Artur Mas de que no le queda demasiada carrera política. «Creo que dejaré pronto la política. Como máximo estaré otro mandato, si se dan las condiciones, para llevar adelante el proyecto. Quiero volver a mi vida», dijo.
ABC 28/12/13