ABC 04/04/13
· Pese al rechazo de Moncloa a celebrar la consulta, CIU mantiene la fecha de 2014.
CiU «no modifica el rumbo»: la consulta y el derecho a decidir siguen siendo la máxima prioridad de la Generalita. El auxilio financiero del Gobierno a Cataluña, la flexibilización del techo de déficit o la posibilidad incluso de pactar un nuevo modelo de financiación autonómica no servirán para apaciguar las ansias independentistas de convergentes y republicanos.
Así, el deshielo en la relación entre los presidentes Mariano Rajoy y Artur Mas no ha frenado en ningún caso la escalada independentista, tal y como confirmó ayer el presidente autonómico, que no obstante sí muestra su intención de seguir negociando con el Estado en materia económica.
«En las antípodas»
Así lo defendió el presidente catalán en un balance de sus primeros cien días de gobierno, una comparecencia sin embargo más centrada en la valoración del encuentro secreto con el presidente Rajoy de la pasada semana en Madrid. En este contexto, y asumiendo que las finanzas de la Generalitat están en una «situación de emergencia», Mas consideró que la «transición nacional» no tiene que impedir que exista diálogo con el Gobierno en materia económica.
En este sentido, Mas explicó que durante el encuentro en Madrid se habló principalmente de economía y de finanzas públicas, pero también de la consulta, aunque Mas reconoció ahí que las «posiciones son absolutamente divergentes». La negativa del Estado es rotunda, asume Mas, lo que no significa que la Generalitat recule. El Gobierno catalán, atendiendo a su compromiso de gobernabilidad con ERC, mantiene pues 2014 como fecha para celebrar la consulta.
Pese a la negativa del Estado a permitir la consulta, y la suya de seguir adelante con la misma, Mas considera que el proceso de «transición nacional» tiene que ser compatible con llegar a un acuerdo con el Estado en materia económica: «A mi parecer ambos asuntos no son incompatibles, y que nadie interprete que negociar con el Estado va en detrimento de los grandes objetivos y los compromisos: la consulta y el derecho a decidir».
Al respecto, Mas admitió que el Gobierno puede pretender forzar a que Cataluña renuncie a la consulta a cambio de solucionar su ahogo económico, pero «hasta ahora no se nos ha dicho eso». «No sé qué beneficio sacará España de que Cataluña entre en una situación de dificultades insuperables. Cataluña es demasiado importante dentro del Estado como para ponerla en una situación absurda y crítica», apuntó. En esta línea, y desmintiendo a quienes han interpretado que la financiación puede ser un paliativo del proceso soberanista, adelantó que si el planteamiento es «oferta económica a cambio de no hacer la consulta, no lo podremos aceptar».
«Sin acuerdo»
Abundando sobre este asunto, y asegurando que quizás ello tranquilice a los diarios con sede fuera de Cataluña, Mas explicó que «no quiero crear una ilusión óptica de que Rajoy se ha sentado a hablar de la consulta»: «Hemos hablado de esto pero no hubo ningún acuerdo. Pero desde las antípodas, la única posibilidad para que haya acuerdo es que haya diálogo. Cuesta imaginar, sin embargo, que en este asunto haya un punto de intersección».
Por otra parte, Mas explicó que en su reunión con el presidente Rajoy no se habló de un nuevo modelo de financiación para Cataluña más allá del anticipo de que de manera conjunta con las comunidades se creará un grupo de trabajo para estudiarlo.
ABC 04/04/13