EL MUNDO 11/09/13
El Govern cree que la Vía Catalana de hoy dará a sus planes «proyección internacional»
Artur Mas se dirigió más a Mariano Rajoy que a los ciudadanos en el tradicional mensaje institucional televisado previo a la Diada. El presidente de la Generalitat advirtió al Gobierno central de que los catalanes «deben ser consultados» en 2014.
Mas utilizó su alocución a los catalanes para volver por un día al tono maximalista que había abandonado durante toda la semana. «La hoja de ruta está trazada: derecho a decidir, consulta, transición nacional y forma de Estado», dijo, tras prometer que no se va a apartar «ni un milímetro» de ese plan.
Si lo que más inquietó a sus socios de ERC y a los independentistas más impacientes de sus palabras de los últimos días fue que abriera la puerta a sustituir la consulta independentista por unas elecciones plebiscitarias en 2016, ayer quiso dejar claro que su prioridad sigue siendo que el referéndum se celebre el año que viene. «Mi compromiso hoy no sólo es tan sólido como hace un año, sino que es claramente explícito: el pueblo de Cataluña debe ser consultado el año que viene sobre su futuro político», afirmó.
Pero, en un discurso calculado de nuevo para dejar abiertas todas las puertas tras la apertura de negociaciones con el Gobierno central, también hubo espacio para el espíritu conciliador. Mas repitió, por ejemplo, que no piensa salir del marco constitucional cuando afirmó: «Tan firme es mi compromiso con la consulta, que estoy dispuesto a utilizar todos los instrumentos democráticos y legales en mis manos para facilitar que los ciudadanos puedan decidir su futuro».
Además, el presidente de la Generalitat pidió «seny» (cordura) a los más impacientes, porque «hay que hacer la transición nacional, pero hay que hacerla bien, y eso es responsabilidad de todos». «Sólo haciendo bien las cosas podremos conseguir nuestros objetivos», añadió.
Mas dedicó también gran parte de su tiempo a hablar sobre la cadena independentista que hoy atravesará 400 kilómetros de territorio catalán desde Francia a Castellón. Se trata de una iniciativa en teoría privada, organizada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), pero tanto Convergència como el Gobierno catalán se han volcado en su éxito como hicieron con la multitudinaria manifestación independentista de la Diada del año pasado.
El president llamó a participar en la cadena –él no lo hará, pero sí la mayoría de consejeros de su Govern y su vicepresidenta, Joana Ortega, de UDC– para dar una «muestra de patriotismo, de civismo y de compromiso», y subrayó la importancia de un momento que llegará a las 17.14 horas en alusión al año en que Cataluña perdió sus instituciones propias tras la Guerra de Sucesión, en el que «centenares de miles de ciudadanos enlazarán sus manos para expresar de nuevo este anhelo de libertad, de paz, de democracia y de justicia social».
Sin embargo, no todo el mundo contempla con el mismo entusiasmo una cadena humana cuya denominación oficial es Vía Catalana hacia la Independencia. Pese a los intentos de Mas y su núcleo duro, ningún partido además de sus socios de Esquerra –y la minoritaria CUP– participará en la iniciativa. Ni siquiera lo hará Unió, cuyo líder, Josep Antoni Duran Lleida, confirmó ayer que viajará a Panamá como presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso justo después de la tradicional ofrenda floral a la estatua de Rafael Casanova.
En paralelo a sus promesas de no retrasar la consulta, Mas y su Govern trabajaron ayer para dar empaque a una de las áreas del «proceso independentista» que tienen más abandonadas: la «internacionalización del conflicto» que prometieron durante la campaña electoral.
El presidente catalán trató de enmendar el fracaso que, de momento, está teniendo su voluntad de recabar aliados internacionales para la causa independentista con un artículo publicado en The New York Times. En el texto, Mas dice que los catalanes quieren considerar a los españoles «como hermanos» y se centra en el ejercicio del llamado derecho a decidir.
«Buscamos la libertad para votar», sostiene Mas, que también cuestiona el recorte «unilateral» del Estatuto catalán por parte del Tribunal Constitucional (TC) y presenta a Cataluña como una sociedad profundamente europeísta y democrática, que sería la octava economía de la UE, pese a todas las advertencias en el sentido de que una independencia podría suponer la salida de la Unión de ese hipotético nuevo Estado.
Por la mañana, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ya había sostenido que el previsible éxito de la cadena humana de hoy ayudará al Gobierno catalán en su objetivo de que se deje de considerar el soberanismo catalán como un «asunto interno del Estado español». El Ejecutivo espera que la demostración de la Diada dé «impacto y proyección internacional» a sus demandas.
Homs: «España ha fallado a Cataluña»
El ‘conseller’ de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, acusó ayer a España de haber fallado a Cataluña e instó al Gobierno de Mariano Rajoy a seguir el ejemplo del Reino Unido con Escocia al permitirle la convocatoria de un referéndum de independencia.
«España ha fallado a Cataluña, ahora la tiene que dejar ir», reza el título de un articulo publicado en el periódico inglés ‘The Guardian’ en vigilias de la celebración de la Diada.