Tonia Etxarri, EL CORREO, 5/12/11
EL PNV quiere revalorizar sus cinco escaños en el Congreso de los Diputados ante un Partido Popular que, en términos numéricos, no necesita apoyo alguno para sacar adelante cualquier iniciativa que se proponga. Pero si la economía necesita de todo un pais empujando en la misma dirección, la política relacionada con el fin del terrorismo, que aun está por escribir , no puede concebirse con el protagonismo de una solo partido. El PP lo sabe y, por eso y aunque pueda parecer pretencioso, el equipo de Rajoy, asesorado por Antonio Basagoiti, cree que ,en iniciativas concebidas para promover el regreso de los más de doscientos mil ciudadanos que tuvieron que abandonar Euskadi en estos años, huyendo del fanatismo y las amenazas de ETA, necesitará un apoyo mucho mayor que el de un grupo como el PNV. Un grupo del calado del propio Partido Socialista. De ahí que el estudio para incentivar ese regreso tenga algunas aristas delicadas en forma y tiempo. Para que todos esos ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto en Euskadi, ya en las próximas elecciones autonómicas, se debería promover, lógicamente, una reforma electoral. Y para ello, el PP quiere ir de la mano de los socialistas. El estímulo para el regreso real de muchas familias, sin embargo, parece más factible que el de la emisión del voto porque, en ese caso, ya no depende de las disputas partidarias sino de la voluntad del nuevo gobierno. Las becas de estudio, las facilidades de acceso a viviendas y de traslado de plazas de funcionarios está ya en el proyecto que tiene entre manos el presidente del PP vasco , que quiere dar a conocer , cuanto antes la estadística del éxodo de los que salieron del Pais Vasco, esta vez con los datos del INE, el número real de los que tuvieron que irse por voluntad ajena. Tan solo en el año 98, después del terrible curso de los secuestros más largos de la historia de ETA ( el de Ortega Lara ) y del tiro en la nuca a Miguel Angel Blanco,17.000 personas se dieron de baja en el censo de nuestra comunidad para buscarse la vida en otros lugares en donde pudieran vivir en paz y libertad. Esta es la parte de la historia de Euskadi que algunos sectores de la izquierda abertzale quieren hacernos olvidar cuanto antes para blanquear los capítulos más vergonzantes de la trayectoria de ETA. Es la estrategia de la impunidad que promueven ETA y su entorno y que se está encontrando con muy poca resistencia desde la sociedad política democrática. Quizás por eso la familia de Inaxio Uría, asesinado hace ya tres años, quiso poner los puntos sobre las íes en este momento de confusión política en el que la excusa de los “nuevos tiempos” parece provocar una peligrosa mezcla entre lo legal y lo democrático. De la concentración del sábado en Azpeitia, ha quedado el mensaje de la familia con la contudencia y la firmeza de un malecón desafiando el temporal. Ni compasión. Ni perdón. Justicia . Y respeto. Son las exigencias de la familia del empresario guipuzcoano cuya empresa trabajaba para la red de alta velocidad. “La paz no se consigue haciendo concesiones y olvidando la historia de terror y sufrimiento que ha vivido este país”. Son las palabras de la familia Uría que se reconoce humillada por la actitud de quienes quieren equiparar a las víctimas de ETA, como Inaxio Uría, “con terroristas muertos en sus propios y cobardes atentados”. Los parientes de Uría no quisieron a su lado a quien no condenase los atentados de la historia de ETA. Y el alcalde de su propia localidad, de Blidu, no pudo asistir a la concentración porque no reune las bases democráticas que exige esta familia. Como tantas otras. Nunca se habían mostrado tan contudentes de forma explícita. Puede ser que otros ciudadanos se contagien del efecto liberador que supone plantar cara a la manipulación de la historia. Como acaba de decir Fernando García Cortázar , nos alarmamos cuando los franceses votan a Le Pen y, sin embargo, ponderamos la calidad democrática del voto a la izquierda heredera de ETA.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 5/12/11