EL MUNDO 10/04/14
· El ‘president’ estudiará «marcos legales internacionales» para convocar la consulta
El presidente de la Generalitat volvió a recurrir ayer al reto para defender la vigencia de su proyecto independentista. Artur Mas desafió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a «poner día y hora» para reunirse y comenzar a dialogar, después de haber aclarado que su pretensión es continuar explorando vías legales para que los catalanes decidan unilateralmente su futuro político.
Mas aprovechó la rendija al diálogo dentro de la ley mostrada por Rajoy durante el debate en el Congreso para zafarse de la presión con la que la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, le instó ayer a abandonar su plan soberanista. Pedía la popular un diálogo «leal» en el marco de la Constitución para dar con una salida pactada al órdago y el president recogió el guante. «Señor Rajoy, ponga día y hora. Más fácil imposible. ¿Se puede tener más predisposición al diálogo?», rebatió sin tapujos Mas, antes de instar, también directamente a Rajoy, a presentar una propuesta de reforma de la Constitución que permita la celebración del referéndum.
El jefe del Ejecutivo catalán cedió así el turno al presidente del Gobierno, dando por hecho que su oferta había sido vacua y no cristalizará. «No pongan en el mismo nivel a los que queremos dialogar que a aquellos que no quieren hacerlo», reprochó Mas en este sentido.
Volvió después el presidente del Govern sobre lo ya anunciado minutos después de que la Cámara Baja rechazase la transferencia de competencias a Cataluña para convocar el referéndum. Mas rescató ayer la idea de estudiar «marcos legales internacionales» como una de las vías para sacar las urnas a la calle. Destacó el líder nacionalista la posibilidad de utilizar el amparo internacional mientras su consejero de Presidencia, Francesc Homs, ya empezó a especular sobre cómo pretende defender ante el Tribunal Constitucional (TC) la ley de consultas catalanas, que sigue constituyendo la herramienta predilecta del Govern para dotarse de un marco que ofrezca cobertura legal al referéndum.
Se refirió en particular Homs al artículo del Estatut que dice que la Generalitat tiene competencias exclusivas para realizar consultas y desafió al Gobierno: «Ya que son tan constitucionalistas, que respeten una ley orgánica que en su día atribuyó a la Generalitat la posibilidad de realizar consultas».
Pero ni las consideraciones de Mas ni las de Homs convencieron a la oposición, que ayer empleó la sesión de control del Parlament para intentar convencer al Govern de que abandone sus expectativas rupturistas. Sánchez-Camacho avisó al president de que, una vez materializado el portazo del Congreso, «buscar otros caminos está fuera de la democracia» y acusó al jefe del Ejecutivo catalán de estar causando un «grave desgarro» a aquellos catalanes que están siendo «obligados a sentirse extranjeros en su tierra».
La popular y Albert Rivera coincidieron en subrayar que el 86% del pueblo español ha denegado la legalidad de la consulta. El líder de Ciutadans instó sin éxito a Mas a regresar a la «centralidad política si algún día la tuvo» tras haber sido derrotado por «incomparecencia».
La ausencia del president en el Congreso actuó como nexo entre PP, Ciutadans y PSC, ya que fue Navarro el encargado de enfatizar cómo Mas «evitó seguir los pasos de Ibarretxe para no ser protagonista de su propio fracaso». El presidente del Govern recurrió a Pasqual Maragall para excusarse. Rememoró cómo el socialista no compareció en el Congreso para defender el Estatut, pero obvió que sí estuvo presente en la tribuna de invitados para apoyar a los diputados catalanes. Después añadió: «En los momentos claves, daré la cara, como siempre». Mensaje directo a sus opositores en el Parlament, al Gobierno, pero también a una ERC que ayer exigió y consiguió de Mas «el compromiso de mantener el camino».