EL MUNDO 08/01/14
· Junqueras reacciona y asegura que el acuerdo para adelantar elecciones «está cerca»
Artur Mas devolvió ayer el ultimátum a ERC. Después de semanas soportando en silencio que los republicanos le acusasen de estar postergando premeditadamente el adelanto electoral, el presidente de la Generalitat culpó públicamente a Oriol Junqueras de bloquear el acuerdo para adelantar los comicios al moverse por intereses partidistas.
Mas apremió a ERC a pactar las condiciones de las plebiscitarias en los próximos días y advirtió a los republicanos de que la próxima semana anunciará «la salida al proceso» soberanista, exista o no acuerdo. «Si el pacto no fuese posible hay que tirar adelante porque el proceso no se puede parar», abundó.
El jefe del Ejecutivo se esforzó por presentar a Junqueras como el responsable de que, después de un mes de negociaciones, ERC y el Govern hayan sido incapaces de diseñar una fórmula mixta entre su candidatura presidencialista y las listas separadas con una vocación independentista común que defienden los republicanos. Mas se declaró «atónito y estupefacto» ante la evidencia de que la división interna del bloque secesionista es hoy más profunda que antes del 9-N, cuando estaba en juego la celebración de la consulta. De «increíble y paradójico» tildó también el presidente de la Generalitat esa circunstancia antes de subrayar el inmovilismo de Junqueras como la única razón que impide el acuerdo para convocar ya las elecciones de cariz plebiscitario.
El Govern se ha mostrado especialmente contrariado en las últimas jornadas ante las filtraciones que señalaron las exigencias de Mas como la causa del bloqueo en las conversaciones. Tras la última reunión con Junqueras, celebrada el pasado lunes, trascendió que el presidente de la Generalitat había aceptado que existan varias candidaturas soberanistas a condición de que la que él encabece cuente con el respaldo en exclusiva de la ANC. El jefe de filas de CiU confirmó su visto bueno a ese planteamiento pero atribuyó la propuesta a los representantes de las asociaciones independentistas para seguir alimentando la tesis de que es la sociedad civil quien, desde el principio y hasta el final, tendrá las riendas del procés. El presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y ex alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal, intentó salir ayer al rescate del president confirmando como propia la idea de que las organizaciones
independentistas catalanas apoyen únicamente la lista de Mas.
Pero el jefe del Ejecutivo catalán no se conformó con airear la supuesta intransigencia de Junqueras, sino que también lo culpabilizó de los daños que pueda sufrir la causa independentista por el desgaste derivado de las infructuosas negociaciones entre ERC y el Govern. Mas avisó de que «podría haber confusión sobre si el proceso sigue adelante» si las conversaciones se alargasen. Todavía más dura fue la vicepresidenta del Govern. Joana Ortega demostró que el Ejecutivo catalán decidió ayer lanzar una ofensiva coral contra Junqueras e incidió en que «la negativa continua» de ERC a las propuestas de Mas puede «paralizar» el proceso soberanista y entraña el «peligro» de que se produzca un «cansancio» en la sociedad catalana al comprobar que, tras el 9-N, el órdago al Estado puede entrar en vía muerta.
«El president pone constantemente propuestas para buscar la unidad; desde el otro lado no gustan. ¿Existe la voluntad de hacer la consulta definitiva? El Govern la tiene», añadió Ortega. Las declaraciones de la también consejera de Gobernación recibieron la ratificación del propio Mas, quien defendió su voluntad «inequívoca» de culminar «la transición nacional».
Ante tal aluvión de reproches, Junqueras se vio obligado a salir al paso. Decidió recurrir el líder de ERC a la inmediatez de la red social Twitter para vaticinar que «el acuerdo para que Mas convoque las elecciones que el país necesita está cerca». Sin embargo, fuentes de ERC trasladaron a este diario de que, a día de hoy, no existen novedades en la negociación y que el pacto dependerá de los avances que se produzcan en nuevas reuniones entre Mas y Junqueras en los próximos días.
El líder de ERC no quiso admitir, en cualquier caso, la responsabilidad de estar impidiendo el pacto para celebrar las plebiscitarias. Junqueras aseguró que no ha puesto «ninguna condición» sobre los independientes ni los representantes de la sociedad civil que se quieran sumar a una u otra lista. Una versión que choca frontalmente con la de Mas y únicamente demuestra que ninguno de los dos dirigentes está dispuesto a quedar retratado ante los votantes independentistas como el culpable de un eventual fracaso de la vía secesionista.