ABC 04/11/13
· Planifica el traspaso de Ascó y Vandellós, así como crear un órgano de seguridad nuclear.
La independencia de Cataluña pasa por la gestión propia de la energía. Y eso incluiría, según las previsiones del Gobierno de Artur Mas y de su socio de legislatura, ERC, el traspaso de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós (Tarragona), cuya gestión compete en exclusiva al Estado.
Y aunque Cataluña no dispone de fuentes energéticas suficientes para cubrir todo el consumo realizado en esta comunidad (particulares, empresas, turismo…), las ilusiones separatistas de Ejecutivo nacionalista han llevado al director general de la Energía de la Generalitat, Pere Palacín, a asegurar públicamente que una Cataluña independiente disfrutaría de autosuficiencia energética.
Una de las asignaturas pendientes de esta legislatura es dotar a Cataluña de un modelo energético propio mediante la «elaboración de un plan para asumir la gestión, el transporte y la distribución de la energía». Así lo contempla el acuerdo suscrito entre Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras, y así lo recordó recientemente el consejero catalán de Empresa, Felip Puig, en una comparecencia parlamentaria, en la que aseguró que «el tema de la energía será absolutamente estratégico y trascendente para la evolución de nuestra economía a lo largo de los diez, veinte o treinta años próximos».
Es posible que para entonces ERC haya sustituido a CiU al frente del Gobierno catalán, pues así lo indican las encuestas de intención de voto, pero desde sus respectivas posiciones ambas formaciones hacen sus deberes en materia energética en general, y en competencia nuclear en particular. Los republicanos han elaborado un documento titulado «Infraestructuras básicas de Estado: energía, agua, telecomunicaciones y espectro radioeléctrico» en el que aseguran que «como primeras actuaciones en el proceso de independencia, el Estado catalán deberá crear las instituciones reguladoras correspondientes, la Comisión Nacional de la Energía y el Consejo de Seguridad Nuclear, para fijar una normativa propia que regule el sector energético y para negociar la propiedad y/o gestión de los activos de transporte en territorio catalán».
Almacén catalán, español no
ERC subraya que «se deberá asumir el control de la energía nuclear en las centrales de Ascó y Vandellós, y crear el germen de un Consejo de Seguridad Nuclear», así como reclamar al Estado español «la parte correspondiente del fondo de desmantelamiento y almacenaje de residuos que ahora controla Enresa». Al respecto, propone «negociar el traslado de esos residuos o elegir un depósito geológico permanente».
El Gobierno de Artur Mas, casi al dictado de los republicanos, ha dado pasos en este sentido y, tras rechazar que Cataluña albergue un almacén de los residuos que generan las nucleares españolas (finalmente se ha instalado en Villar de Cañas, en Cuenca), ha hecho gestiones para construir uno que solo guarde los residuos de Ascó y Vandellós. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) lo desestimó. Como también rechazó la pretensión de que la Generalitat pueda realizar inspecciones dentro de las centrales nucleares junto a técnicos del Estado. Actualmente, los inspectores catalanes solo pueden realizar labores de control radiológico en el exterior de las centrales nucleares.
Lo que CiU y ERC no explican es cuánto tendría que pagar Cataluña al Estado por asumir la propiedad de Ascó y Vandellós.
ABC 04/11/13