ABC 23/10/13
· El presidente de la Generalitat saludará a los asistentes pero no se quedará al discurso.
La Generalitat de Cataluña no se rinde en su particular guerra de guerrillas protocolaria que mantiene con el Gobierno. El último encontronazo se escenificará hoy en el transcurso del Foro Económico del Mediterráneo Occidental, que se celebra en Barcelona, y donde el presidente de la Generalitat, Artur Mas, finalmente no dirigirá ningún discurso a los asistentes. Después de los intentos frustrados del Ejecutivo autonómico por lograr que Mas al menos pudiese dar un discurso protocolario de bienvenida, la Generalitat ha optado por visibilizar su enfado con un plante que podría calificarse como parcial.
Así, y según anunció ayer el portavoz catalán Francesc Homs, Artur Mas acudirá hoy al escenario de la cumbre para saludar a los asistentes, aunque después dio por hecho que no se quedaría al transcurso del acto, con lo que no podrá escuchar el discurso inaugural que pronunciará el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La Generalitat alega que por la mañana el presidente Mas tiene que asistir al Parlamento autonómico a las 10.30 horas para someterse a la sesión de control.
El plante, o semi plante de Mas, es el segundo incidente a costa del protocolo de los últimos días, después de que la semana pasada el presidente de la Generalitat desairase a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria, en la entrega de premios de la patronal Fomento del Trabajo. En calidad de presidenta del Gobierno en funciones, a Sáenz de Santamaría le correspondía clausurar el acto, una preponderancia protocolaria que la Generalitat no aceptó. Mas optó por mandar a un consejero en su nombre.
«Sorprendente»
Para la Generalitat, en el caso del Foro que hoy se inaugura, no se trata tanto de una discrepancia protocolaria como de una falta de voluntad por parte del Gobierno, a su criterio «sorprendente» y «errónea».«Es evidente que no está en la línea del principio de buena colaboración institucional», señaló Homs.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que el lunes habló telefónicamente con Homs para abordar el asunto, zanjó la polémica asegurando que el programa de la cumbre está «cerrado desde hace mucho tiempo», y que en el mismo no tienen cabida los presidentes autonómicos. En la cumbre, de contenido económico, participan los ministros de Exteriores de cinco países del Sur de Europa y cinco norteafricanos.
En contra de lo considerado por partidos como CiU y el PSC, que pidieron que se dejase hablar a Mas como una medida para mejorar las relaciones entre la Generalitat y el Estado, Margallo apuntó que «no se puede intentar rebajar la tensión saltándose las reglas del juego».
La ANC se manifesta
Sea como fuere, desde la Generalitat se interpreta la negativa del Gobierno como un castigo a Mas, recordando en este sentido que en cumbres similares, incluso de mayor rango, como la de ministros de Exteriores de la UE de este verano en Palma de Mallorca, sí se permitió al presidente balear, José Ramón Bauzá, dirigirse a los participantes. Por «cortesía», asegura la Generalitat, Mas irá a recibir a los presentes. «Es un error impedir que uno se dirija a los asistentes en su propia casa y nos duele. Nos pueden imponer no hablar tres minutos pero, no que el pueblo de Cataluña hable. Y es aquí por donde viene la fuerza colectiva», añadió Homs.
Siguiendo esta última línea argumental, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), convocante de las dos últimas manifestaciones de la Diada, ha hecho un llamamiento para rodear esta tarde el Palacio de Pedralbes de Barcelona, sede de la reunión, «con un baño de “estelades” (banderas independentistas) a fin de reflejar el deseo y el clamor por la independencia de Cataluña».
ABC 23/10/13