ABC 01/02/13
· El presidente de la Generalitat promete «diálogo» pero sin renunciar a la «firmeza en los proyectos». Don Juan Carlos recibe en audiencia al político catalán, que pidió también que se relaje el déficit autonómico.
Ver video de Su Majestad junto a Artur Mas.
Promesa de diálogo, pero ni un paso atrás en su proyecto rupturista. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, cumplió ayer con sus intenciones de trasladar a Su Majestad el Rey «lo que pasa en Cataluña», y expuso ante el Monarca su proyecto político de separación de España. El presidente de la Generalitat, que fue recibido en audiencia por Don Juan Carlos dentro de la habitual ronda de entrevistas con los presidentes autonómicos recién elegidos, señaló por la tarde, una vez ya en Barcelona, que el encuentro había servido para reafirmar la voluntad de Cataluña de mantener un «espíritu de diálogo y entendimiento», pero sin que ello significase renunciar a la «firmeza en las convicciones y los proyectos».
Don Juan Carlos escuchó la exposición del político catalán desde la posición de rechazo frontal a los planes soberanistas en Cataluña, una postura que la Corona ha reiterado, de gesto y de palabra, en numerosas ocasiones. El encuentro de ayer llegaba, además, apenas una semana después de que el Parlamento catalán aprobase una Declaración de Soberanía que conculca todo principio constitucional, y apenas unos días antes de que esta misma cámara comience la tramitación de la ley Electoral sobre la que se pretende armar una ficción legal sobre la que convocar la consulta de autodeterminación.
Aunque desde la Zarzuela se hizo un esfuerzo por dotar de absoluta normalidad el encuentro —de hecho la reunión duró 45 minutos, los mismos que las anteriores con otros presidentes autonómicos—, la expectación fue enorme, si bien poco trascendió del contenido de la conversación y del tono mantenido más allá de lo que pudieron observar los periodistas en los pocos segundos que duró el saludo.
«Ir a explicarnos»
En este sentido, y pese a que el día anterior se anunció que Presidencia de la Generalitat emitiría un comunicado tras el encuentro, el jefe del Ejecutivo catalán prefirió esperar a su regreso a Barcelona para valorar la reunión. Lo hizo de manera escueta en el transcurso de la entrega de un premio literario, aludiendo a que la audiencia con Don Juan Carlos es un episodio más de la «voluntad de diálogo de Cataluña». «Ir a explicarnos deberemos hacerlo siempre. Lo haremos mejor o peor, pero eso tendremos que hacerlo siempre, y hacerlo sobre la base de la firmeza de nuestros proyectos y convicciones», explicó el presidente de la Generalitat.
Mas también aseguró haber trasladado al Rey su disconformidad con el Gobierno por el reparto del recorte del déficit entre las distintas administraciones en España, entendiendo que «es fundamental y justo que se reparta este esfuerzo de forma más equilibrada y proporcional». Al respecto, el presidente de la Generalitat señaló ante Don Juan Carlos que si se mantiene el techo de gasto actual para las administraciones autonómicas, estas van a quedarse «sin aire suficiente para ofrecer una buena base desde el punto de vista del Estado del Bienestar», en el que incluyó las políticas culturales. En esta línea, el jefe del ejecutivo catalán advirtió de que en un momento de dificultades para gestionar los recursos públicos no se puede cumplir bien esta función si no se trabaja para salir de la crisis y, en otra alusión al proceso independentista, se resuelven «las otras cosas» que afectan a Cataluña.
«Ahondar heridas»
Al margen de las valoraciones del presidente de la Generalitat, la frialdad con la que fue recibido por Don Juan Carlos fue ayer la demostración más palpable de la nítida postura de la Jefatura del Estado en el proceso rupturista que se ha precipitado en Cataluña desde la Diada del 11 de septiembre.
En este sentido, y cuando se cumplía una semana de la multitudinaria manifestación independentista, el Rey hacía un llamamiento a la unidad en el que advertía de que «lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras y ahondar heridas», ya que «amenazan nuestro modelo de convivencia».
En un mensaje transmitido a través de la página web de la Casa del Rey, Don Juan Carlos recordaba que «estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar».
Políticas rupturistas
Posteriormente, el Rey reclamó en su discurso de Navidad respeto mutuo y lealtad recíproca entre instituciones, mientras que en la entrevista que concedió el 4 de enero a TVE, con motivo de su cumpleaños, expresó su preocupación por «las intransigencias que conllevan maximalismos y, a lo mejor, políticas que no nos convienen mucho, que son políticas rupturistas». En la misma intervención, Don Juan Carlos añadió que en estos momentos especialmente España necesita mantener la «unidad». La postura firme de la Corona y los sucesivos mensajes del Rey han sido muy mal recibidos, obviamente, por el independentismo catalán.
Tras la audiencia de ayer con Don Juan Carlos, Artur Mas, en un encuentro aún sin fecha, se reunirá con el presidente Mariano Rajoy, a quien, como sucedió ayer, explicará «lo que pasa en Cataluña», es decir, su plan para romper con España.
El rostro más serio de la Corona
· Don Juan Carlos escogió ayer su semblante más sobrio e institucional para recibir al político catalán.
El Rey escogió ayer su rostro más serio, sobrio e institucional para recibir al hombre que hace apenas un mes tomó posesión de su cargo como presidente de la Generalitat con el retrato de Don Juan Carlos tapado por un telón negro. El semblante del Monarca contrastaba ayer con el de Artur Mas, que llegó sonriente y anunciando que era su cumpleaños (57 años) al Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela, abarrotado de cámaras y periodistas.
Curiosamente, la anterior visita de Mas al Rey también coincidió con su cumpleaños –55 en aquella ocasión–, pero el presidente de la Generalitat debió echar de menos ayer el efusivo abrazo, la felicitación y la cordialidad con la que Don Juan Carlos le recibió hace dos años. Por entonces, el político catalán que se estaba estrenando como presidente de la Generalitat aún no había llegado tan lejos en su reto separatista ni había hecho desplantes a la Corona. Ayer no hubo abrazo ni enhorabuena. El Rey apenas pronunció palabra durante el saludo ante los medios, pero su rostro lo decía todo.
Tras un breve saludo y el clásico «¿cómo está?», «muy bien», «me alegro», Don Juan Carlos pasó a su despacho para hablar en privado con el presidente de la Generalitat que ha lanzado la amenaza separatista más osada de la democracia y que, según ha venido anunciado estos días, acudía a explicársela al Rey, que es el «símbolo de la unidad y permanencia de España», según la Constitución. Era la primera vez que ambos se reunían tras la manifestación separatista del 11 de septiembre y la respuesta del Rey en una carta en su web.
El frío saludo a Mas nada tuvo que ver tampoco con el afectuoso abrazo que el Rey dio a Alberto Núñez Feijóo el pasado 18 de enero, cuando abrió con el presidente de la Xunta de Galicia la ronda de contactos con los nuevos presidentes autonómicos que ayer cerró el mandatario catalán.
Reunión de 45 minutos
Don Juan Carlos y el presidente de la Generalitat estuvieron 45 minutos hablando en el despacho del Rey, pero a la salida ni La Zarzuela ni la Generalitat comentaron el contenido de la audiencia. Mas tampoco quiso hacer declaraciones en la puerta del Palacio y rectificó su intención de hacer un comunicado sobre la reunión, como había anunciado la víspera y como hizo tras la audiencia de hace dos años. Un portavoz de la Generalitat se limitó a anunciar a los periodistas que Mas haría una declaración por la tarde en un acto al que iba a asistir en Barcelona.
ABC 01/02/13