ABC 18/11/15
· Crisis en CDC: Homs y Munté insisten en su voluntad de diálogo con el Gobierno y Teixidó dimite
Hace una semana, Artur Mas votaba junto a la CUP una declaración de independencia encubierta en el Parlamento catalán que incluye la desobediencia a las instituciones del Estado y a las resoluciones del Tribunal Constitucional (TC). Ayer, el presidente de la Generalitat faltó a su palabra secesionista y dio luz verde a la presentación de cuatro recursos ante ese Tribunal contra leyes de ámbito nacional al entender que invaden competencias catalanas. ¿Quién dijo desconexión?
Las concesiones a los antisistema, que vetaron en dos ocasiones la investidura de Mas, han sacado a relucir la división interna en Convergència, donde cada vez hay más dirigentes que rechazan los postulados rupturistas de los «cuperos». Ha sido el caso del exconsejero de Comercio Antoni Fernández Teixidó, que ayer dimitió de sus cargos en CDC por su discrepancia con la candidatura y la resolución independentista. En el Ejecutivo catalán hay consejeros que se oponen al «chantaje» de la formación de Antonio Baños. De hecho, el Gobierno catalán hace caso omiso de la resolución de ruptura aprobada en la Cámara autonómica con sus votos y, ayer pidió cuatro dictámenes al Consejo de Garantías Estatutarias –órgano de la Generalitat que vela por el ajuste de las leyes al Estatuto y la Constitución– como paso previo a recurrir ante el TC leyes estatales: la del Voluntariado, dos reguladoras de la Administración y la de Carreteras. Todas ellas, dicen, invaden las competencias.
CUP no estará «de rodillas»
En paralelo, el consejero de Presidencia y candidato de CDC a las elecciones generales, Francesc Homs, volvió a desmarcarse de un proceso secesionista que hasta ahora había vivido intensamente como hombre de confianza de Mas. Tras renegar del ideario de desobediencia de la CUP, explicó que acudirá a Madrid con ánimo de «dialogar, negociar y pactar», tras constatar que el independentismo no tiene fuerza «suficiente» para «imponer unilateralmente» sus posiciones. La resolución de desconexión incluye en el punto nueve la voluntad de dialogar con las instituciones españolas. Pero la CUP no cede y se niega a investir «de rodillas» a Mas presidente, según el diputado Julià de Jòdar, que defiende en «Ara» un candidato de consenso y no teme un adelanto electoral, aunque no es el escenario «deseado». Hay una tercera en discordia, ERC, que invitó a Homs a «dejarse de puñetas» porque «el independentismo ya ha ganado», replicó el candidato a las generales, Joan Tardà. Los republicanos no tienen intención de negociar con el nuevo Gobierno porque «Rajoy, Rivera y Sánchez son lo mismo». No obstante, el Ejecutivo de Mas no da por finiquitado el «proceso», según la vicepresidenta Neus Munté, quien ve posible pactar con la CUP, mientras se tiende la mano al Gobierno.