EL MUNDO 04/06/13
Artur Mas vendió ayer como su primer éxito exterior el acuerdo que alcanzó con la Unesco para enviar representantes temporales, al margen de la delegación española, a este organismo. «Los temas que toca la Unesco, como ciencia o educación, son competencia de la Generalitat; por lo tanto, es lógico que los tratemos directamente con ellos, sin pasar por Madrid», argumentó.
Durante su gira promocional por Europa, el presidente de la Generalitat se reunió en París con la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, para alcanzar un acuerdo por el cual Cataluña tendrá representantes temporales.
La Generalitat podrá enviar delegados a la Unesco para tratar asuntos puntuales, pero la representación no tendrá carácter permanente. Aunque el Govern intenta, desde hace años, conseguir voz y voto en las instituciones mundiales, el Estatut limita esa acción internacional a los foros regionales. Y es en este contexto en el que Mas ha hallado un resquicio para establecer relaciones bilaterales al margen de lo que diga Madrid.
«Hemos conseguido que, a partir de ahora, podamos enviar representante de Cataluña a la Unesco. No se trata de una delegación permanente, como tiene Quebec, que es nuestra aspiración. Pero todo se andará. De momento, la principal limitación es el Gobierno de España», argumentó.
No tuvo más remedio Mas que firmar su acuerdo con la Unesco sentado ante una bandera de España. El organismo internacional puso así en el sitio que le correspondía al presidente de la Generalitat durante la sesión inaugural de la VIII Conferencia Global sobre Desarrollo Sostenible.
Desde ahora, Cataluña tratará directamente con la Unesco sus candidaturas para declarar Patrimonio de la Humanidad varios puntos de su cultura o su geografía, desde el Modernismo hasta el Priorat, pasando por la cocina catalana.
Mas aprovechó su intensa jornada parisina para verse con el presidente de la empresa estatal de ferrocarriles SNCF, Guillame Pepy, pero le falló la cena con Jean-Yves Le Drian, el ministro de Defensa. «Cataluña no puede depender en el futuro de Renfe, que hoy tiene el monopolio ferroviario en nuestro país», aclaró respecto a la primera cita. Y, sobre la fallida reunión, dijo que «tenía una cena de trabajo con un mandatario extranjero, así que vendrá él en el futuro a Barcelona».
En rueda de prensa en la embajada de la Generalitat en París, Mas recalcó que «lo que impide la consulta independentista en Cataluña no es la Constitución, sino una voluntad cerrada de las instituciones del Estado». «De acuerdo con la Constitución, nosotros podríamos hacer un referéndum de autodeterminación», explicó. «Para hacer la consulta, las vías legales están ahí. Otra cosa es qué hacer si sale el sí en dicha consulta. No acabo de entender por qué le niega el Gobierno español un estatuto especial a Cataluña respecto al resto de las autonomías cuando, igual que Euskadi, son regiones que se expresan de forma diferente».
Preguntado sobre la posible mediación de Europa en un hipotético proceso de independencia, dijo: «El Parlament votó que, en 2013, intentaríamos todas las vías institucionales con el Gobierno español para caminar hacia la autodeterminación». Y añadió: «Ya sabemos que este año la cosecha no será buena, pero hay que hacer ver a la gente de fuera que hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para alcanzar la independencia dentro del diálogo institucional, igual que Escocia o Quebec, que aspiran como nosotros a tener estructuras propias y decidir libremente su futuro».