EL MUNDO – 29/06/16
· Tres terroristas suicidas causan decenas de muertes y más de un centenar de heridos en el aeropuerto Ataturk de la capital .
· Los yihadistas se inmolaron junto a la entrada de la terminal internacional.
· Erdogan: «Tenemos que estar unidos. Podría haber pasado en cualquier ciudad».
El terror yihadista volvió a sacudir anoche al mundo. A eso de las diez de la noche, tres terroristas entraron en el Aeropuerto Internacional Ataturk de Estambul armados con fusiles Kalashnikov disparando a discreción. Acto seguido, y sin que la policía turca pudiera evitarlo, se inmolaron activando varias bombas. El saldo: una matanza con decenas de víctimas y heridos. El brutal suceso recuerda al reciente atentado en el aeropuerto y la red de metro de Bruselas del 22 de marzo y al perpetrado en París en noviembre pasado.
Citando fuentes policiales, la agencia de noticias Dogan aseguró anoche que los indicios sugieren que podría ser responsabilidad del Estado Islámico. Al cierre de esta edición, la cifra de fallecidos ascendía a 36 y la de heridos a cerca de 150 personas.
Según el ministro de Justicia, Bekir Bozdag, al menos uno de los dos atacantes que trataron de penetrar en la terminal de llegadas internacionales abrió primero fuego con un fusil tipo kalasnikov. A diferencia de la mayoría de aeropuertos europeos, en los turcos hay un control de rayos x a la entrada. En imágenes trascendidas, se puede ver cómo un agente hiere a un asaltante y acto seguido le hace un placaje. Segundos después, el individuo se inmola con explosivos, con el uniformado encima suyo.
El tercer atacante, según un funcionario gubernamental turco hablando bajo condición de anonimato, se inmoló con su carga explosiva en una zona de aparcamiento. Un turista alemán que aterrizó justo en los comienzos del ataque, que pide hablar con EL MUNDO bajo condición de anonimato, describe un escenario caótico en la terminal.
«Nada más poner pie en tierra me llamaron y me contaron lo sucedido, pero la confusión reinaba entre el resto de pasajeros, ya que muchos no sabían nada».
Este turista asegura, sorpresivamente, que los trabajadores del aeropuerto los desembarcaron y los condujeron, en bus, a la terminal internacional. Llegó hasta la aduana, que permanecía cerrada. «En ese momento –habrían pasado unos 20 minutos desde la salida del avión– todos oímos un tercer impacto. No fue seco, sino una explosión larga, que hizo temblar todo durante veinte segundos. Y todo el mundo, incluso guardas de seguridad, entró en pánico, huyendo a toda prisa hacia la zona de pistas».
A diferencia de este primer testimonio, Ozan Tatar, un pasajero turco, no fue desembarcado tras su aterrizaje. «De haber salido del avión diez minutos antes nos habría ocurrido lo peor», aseguraba a este periódico anoche, todavía dentro de la nave. «La gente está inquieta y muy triste, algunos se adormecen». De acuerdo con fuentes aeroportuarias los vuelos desde y hacia Atatürk estarán cancelados hasta las ocho de la tarde de este miércoles.
Mientras el nervio y cierto descontrol se apoderaba del aeropuerto estambulita, dotaciones de ambulancias, policías, equipos de bomberos y hasta dotaciones militares se desplegaron inmediatamente en la zona. En Ankara, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, convocaba un gabinete de crisis. A su finalización, una comitiva de ministros, liderada por el primer ministro Binali Yildirim, anunció su desplazamiento al lugar del ataque.
El jefe de Estado turco mandó sus condolencias a las víctimas, la mayoría turcas según fuentes funcionariales –al cierre de esta edición no se han reconocido españoles– y condenó el ataque «ocurrido durante el mes sagrado del Ramadán, que demuestra que el terrorismo golpea sin mirar fe o valores. Ni los terroristas distinguen entre víctimas», se expresó Erdogan. «Las bombas que estallaron en Estambul hoy podrían haberlo hecho en cualquier aeropuerto de cualquier ciudad del mundo”.
Al cierre de esta edición no ha habido reivindicación del asalto, el último de una larga lista de atentados terroristas que ha castigado tanto a fuerzas de seguridad turcas como a civiles en los últimos meses. Metin Gurcan, un reputado analista en asuntos militares y de seguridad, señaló a través de Twitter la pista de un ataque de inspiración yihadista. «Una célula turca inspirada en el ISIS –auto denominado Estado Islámico–, que incluye miembros de Asia Central, responsable del ataque al aeropuerto. De siete, uno capturado vivo, tres muertos, y tres desaparecidos», tuiteó.
Oficialmente, sin embargo, ninguna fuente mencionó la pista yihadista. Además del Estado Islámico (en siglas inglesas IS), un grupo armado kurdo, llamado Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), ha perpetrado varios ataques suicidas en los últimos meses, y, al igual que los yihadistas, ha amenazado al turismo. En el centro del dañado negocio turístico turco está el aeropuerto de Atatürk, por el que circularon 41.947.327 turistas durante el año 2015.
EL MUNDO – 29/06/16