Los nombres que componían la mesa El fortalecimientodel coraje cívico en la defensa de España, organizada por las fundaciones Villacisneros y Valores y Sociedad, eran los de José Antonio Ortega Lara, el funcionario de Prisiones que sufrió un terrible secuestro a manos de ETA; Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco, Covite; Dolores Agenjo, directora de un instituto de L’Hospitalet de Llobregat que se negó a entregar las llaves del centro para montar en él urnas para la consulta del 9-N; Mariano Gomá, presidente de Sociedad Civil Catalana; Josep Bou, presidente de Empresaris de Catalunya, y Jorge Campos, presidente de la Fundación Nacional Círculo Balear. Entre el público se encontraban rostros tan conocidos como el de la ex presidenta del PP vasco María San Gil.
La idea más repetida por todos los intervinientes fue la de que «no tenemos Gobierno» para hacer frente al nacionalismo, razón por la que la sociedad civil tiene que asumir la responsabilidad de cubrir ese hueco.
PRESIONES
«¿Dónde está el Estado?», se preguntó directamente Dolores Agenjo, que relató las presiones que sufrió los días previos a la celebración del 9-N para que entregara las llaves del instituto.
En esta línea, el presidente de Sociedad Civil Catalana denunció que en muchos sectores de la población no se tome en serio el desafío soberanista. «La gente no se lo llega a creer, no se dan cuenta de que el tema es muy serio», dijo Gomá, antes de reclamar al Gobierno que haga pedagogía para lograr concienciar a la gente, informa El Español.
Consuelo Ordóñez describió por su parte la situación que se está produciendo en otros lugares de España como Navarra, donde hay un Gobierno controlado por EH Bildu. «Ha llegado el momento de luchar para que la libertad a secas sea algo grandilocuente», proclamó la presidenta de Covite.