El primer día de su juicio en la Sala Especial de lo Penal de París, el ex número uno del aparato político de la ETA, el español Mikel ‘Antza’, reclamó el lunes la independencia del País Vasco, rechazando que su región no sea más que “un vestigio folklórico” para turistas.
El primer día de su juicio en la Sala Especial de lo Penal de París, el ex – número uno del aparato político de la ETA, el español Mikel “Antza”, reclamó el lunes la independencia del País Vasco, rechazando que su región no sea más que “un vestigio folklórico” para turistas.
“Ustedes van a hablarnos de armas, de explosivos, de extorsión, van a revisar el terrorismo hasta la saciedad, van a presentarnos como sanguinarios y nuestra lucha política será menospreciada” se lamentó Mikel Albizu Iriarte, alias “Antza”.
“Queremos que los vascos puedan decidir el futuro de su país, sin ingerencias externas”, añadió, manifestando su “deseo de encontrar una solución política justa para este conflicto”.
Ahora tiene 49 años, pero Mikel “Antza” fue detenido en octubre de 2004 en una redada en los Pirineos Atlánticos.
También fue igualmente interrogada su compañera, Soledad Iparraguirre Genetxea, alias “Anboto”, otra dirigente histórica de ETA encargada de la tesorería.
Las fuerzas del orden también detuvieron a Juan Cruz Maiza Artola, acusado de ser el responsable de esconder las armas, así como a otros catorce presuntos miembros de la organización armada.
Los investigadores también descubrieron cuatro escondites de armas donde se guardaban municiones, lanzacohetes, fusiles ametralladoras, granadas, explosivos e incluso misiles tierra-aire.
Esta detención fue presentada por las autoridades españolas como “histórica”, como el golpe más duro a los separatistas vascos desde el desmantelamiento de todo el estado mayor de la ETA, en 1992 en Bidart, en los Pirineos Atlánticos.
El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés Jacques Chirac se felicitaron por una cooperación franco-española “ejemplar”.
Mikel “Antza” y nueve de sus presuntos cómplices – cinco franceses y cuatro españoles – fueron entonces derivado a la jurisdicción penal. Mientras que “Antza” es perseguido por haber “dirigido” una empresa con objetivos terroristas, los otros están acusados de haber “participado” en ella. Se exponen a penas de hasta 20 años de reclusión.
Mientras que Antza, Antobo, Juan Cruz Maiza Ortola, Miguel Negrete Ortega, Pedro Alcantarilla Mozoza José Arano-Urbiola comparecen detenidos, otros cuatro acusados están en libertad: Lourdes Urdampilleta, Miriam Incaby, Robert Arrambide Y Xabier Oxarango.
Este juicio se celebra después de que el 5 de septiembre la organización independentista, sin atentados en su haber desde hace un año y debilitada por numerosas detenciones, anunciara con términos imprecisos un alto el fuego que en España fue acogido con un escepticismo general.
El lunes, el juicio comenzó con dos horas y media de retraso a causa de una protesta sindical en las prisiones. El traslado de los acusados encarcelados en Fresnes (Essonne) y Fleury-Mérogis (Val-de-Marne) fue realmente agitado.
Los abogados de la defensa amenazaron a continuación con acortar la vista. Apoyado por sus compañeros parisienses, el decano del Colegio de Abogados de Pau, Jean François Bianco, pidió el aplazamiento de la vista a causa de la huelga de vistas iniciada por los abogados de Pau para reclamar una reforma de la custodia policial. El tribunal rechazó su petición.
En homenaje a una fallecida militante de la ETA, esposa de uno de los acusados, Anboto pidió entonces un minuto de silencio. “¡No!¡No ha lugar! ¡Nada de semejantes manifestaciones en un edificio de la administración francesa de justicia! exclamó el presidente Philippe Vandingenen, provocando los gritos del público y de los acusados quienes, con el puño en alto, entonaron el canto del combatiente vasco.
La sentencia se espera para el 17 de diciembre.
LE POINT (Francia), 15/11/2010