Mikel Otegi dice ser consciente de que «rompió tres familias»

EL CORREO, 12/7/12

El etarra que asesinó a dos ertzainas en su caserío y fue absuelto por un jurado popular alega que estaba ofuscado por el alcohol

El etarra Mikel Mirena Otegi, acusado de asesinar a dos ertzainas en 1995, aseguró ayer durante el juicio que se sigue en su contra en la Audiencia Nacional que cuando cometió el crimen fue consciente de «había roto tres familias y tenía que ir a la cárcel», la de los agentes José Luis González e Ignacio Jesús Mendiluce, y la suya.

En su declaración, sin embargo, trató de justificar su crimen por el estado de ofuscación en el que se encontraba y recordó que la noche de 10 de diciembre de aquel año estaba «completamente fuera de sí» y tuvo «una tangana» en su caserío de Itsasondo con los agentes de la Policía autónoma a los que disparó a bocajarro tras ingerir quince consumiciones de cerveza y kalimotxo.

Señaló asimismo que, con anterioridad al incidente, había sido agredido más de una vez por un ertzaina y que percibía «que le perseguían sin motivo aparente alguno», aunque negó en todo momento que odiara al cuerpo policial vasco.

Otegi, para quien el fiscal pide setenta años de prisión, relató con frialdad que «tenía la escopeta porque era cazador. Metí tres cartuchos y disparé. Luego entré en la patrulla y llamé desde la emisora a la Ertzaintza». En su mensaje, según relató un agente que lo escuchó por la radio de su vehículo policial, afirmó que «una casero» había matado «a dos cipayos por la política que seguían». Otro testigo explicó ante el tribunal que Otegi dijo tras el asesinato que había «dos hijos de puta menos». Los funcionarios que le detuvieron se vieron obligados que disparar un tiro intimidatorio para que se entregara.

Altercado en un bar

El fiscal Carlos Bautista relató que antes de matar a los dos ertzainas protagonizó un altercado en un bar con otro agente que se encontraba fuera de servicio por «la aversión que profesaba el acusado a la Policía vasca», ya que por aquellas fechas ya pertenecía a la organización juvenil Segi, cercana a ETA.

Tras aquella pelea se dirigió en su coche «a velocidad excesiva y de manera llamativa» hacia su caserío, lo que llamó la atención de una patrulla de la Ertzaintza, que le siguió. Los agentes que la integraban fueron recibidos con los disparos.

Otegi ya fue juzgado en 1997 por un jurado popular que lo absolvió, circunstancia que aprovechó para huir a Francia. No obstante, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ordenó repetir el proceso y su fallo fue refrendado por el Constitucional. En 2003 fue detenido armado e integrado en ETA por las fuerzas de seguridad galas. Fue entregado a la justicia española seis años más tarde tras cumplir condena en el país vecino por pertenencia a banda armada.

EL CORREO, 12/7/12