EL MUNDO 28/04/17
F. JIMÉNEZ LOSANTOS
FRACASADO el asalto a la tertulia de Angels Barceló («exprópiese», dijo el macho alfa, y allá que se fue la hembra alfa a tomar la radio de Cebrián) imagino que Irene Montero participará en la moción de censura al PP y appoyo a Rajoy, o viceversa, mediante esas portavocías rotatorias que han inaugurado rotando a Errejón. Por cierto, que el número Dos de Podemos en la Era Tania, cuando Pablo era el Uno, no el Único, no está resultando el Trotsky apioletado que tantos elogiaban y compadecían, sino un extra de El silencio de los corderos, del difunto Jonnathan Demme. Va camino de Bujarin o Kámenev, que en los juicios de Moscú confesaron que venían conspirando contra la revolución antes incluso de que existiera, que eso sí que demuestra su naturaleza miserable y lo justo de fusilarlos. En esa época, mientras la mayor parte de la izquierda europea elogiaba la justicia de Stalin, en Madrid se violaba, torturaba y asesinaba en las checas por los delitos de ir a misa, votar a la Derecha o haber sido amigo de Trotski, como Andreu Nin, al que difamaron muerto tras despellejarlo vivo en casa de los aristócratas comunistas Constancia de la Mora e Hidalgo de Cisneros. Y a esa España –a la mártir Venezuela– quiere devolvernos la Pareja Alfa de Podemos.