Moción de appoyo

EL MUNDO 28/04/17
F. JIMÉNEZ LOSANTOS

FRACASADO el asalto a la tertulia de Angels Barceló («exprópiese», dijo el macho alfa, y allá que se fue la hembra alfa a tomar la radio de Cebrián) imagino que Irene Montero participará en la moción de censura al PP y appoyo a Rajoy, o viceversa, mediante esas portavocías rotatorias que han inaugurado rotando a Errejón. Por cierto, que el número Dos de Podemos en la Era Tania, cuando Pablo era el Uno, no el Único, no está resultando el Trotsky apioletado que tantos elogiaban y compadecían, sino un extra de El silencio de los corderos, del difunto Jonnathan Demme. Va camino de Bujarin o Kámenev, que en los juicios de Moscú confesaron que venían conspirando contra la revolución antes incluso de que existiera, que eso sí que demuestra su naturaleza miserable y lo justo de fusilarlos. En esa época, mientras la mayor parte de la izquierda europea elogiaba la justicia de Stalin, en Madrid se violaba, torturaba y asesinaba en las checas por los delitos de ir a misa, votar a la Derecha o haber sido amigo de Trotski, como Andreu Nin, al que difamaron muerto tras despellejarlo vivo en casa de los aristócratas comunistas Constancia de la Mora e Hidalgo de Cisneros. Y a esa España –a la mártir Venezuela– quiere devolvernos la Pareja Alfa de Podemos.

Naturalmente, que Pablirene y Alexandramenech se propongan como alternativa de Gobierno rotatoria, pluriseparatista y caleidoscópica (la moción de censura en España debe ser constructiva, con un candidato que presenta un programa alternativo de Gobierno en las Cortes) es el mejor regalo que podía soñar Rajoy, justo cuando andaba buscando el segundo aire como un boxeador sonado. Catalá, la Fiscalía y el grupo mediático de la Sorayexta y su Tramabús están tocados por los escándalos del PP de Madrid, que según hemos sabido, conocía Mariano desde 2007 por confesión de Villar Mir. Y no sólo ellos. Los que hemos sido votantes y defensores de una política y, lógicamente, de los políticos que la hacían, aunque haya sido la mejor de cualquier autonomía, tenemos que mirarnos cada día en el espejo a ver si se nos quita la cara de tontos y el bochorno de ver a nuestro PP cobrando comisiones del criminal narco-régimen chavista, como Pablo y su CEPS o su bárcenas Monedero.

Esto sólo podía salvarlo Podemos presentándose como alternativa al PP. Y lo ha hecho.