Nada se ha salido del guión

EL MUNDO 27/05/14
JOHN MÜLLER

La reacción de los mercados ayer descolocó a los observadores que habían vaticinado convulsiones mayores. Las Bolsas subieron, el euro se apreció ante el dólar y las primas de riesgo bajaron. Lo cierto es que el avance de la ultraderecha fue importante en Francia y en el Reino Unido, pero eso es un problema de esos países, ya que su progresión en la Eurocámara fue de menor entidad que lo que indicaban las encuestas. De hecho, para tener un grupo parlamentario

Nigel Farage y Marine Le Pen tendrán que ponerse de acuerdo o no podrán tener grupos separados.

Más aún, el efecto práctico de la acción de estos grupos en el Parlamento Europeo es mínimo. Los diputados de Farage, como los de Le Pen, apenas se implican en los trabajos parlamentarios y sólo acuden a los plenos a efectos propagandísticos. Una vez acaban sus intervenciones las cuelgan en Youtube y a otra cosa.

Desde el ángulo institucional, la deslegitimación por la vía de una alta abstención preocupaba mucho. Y ese escenario no se produjo. La participación fue similar a contiendas pasadas. Más aún, en países como Alemania, Francia, Reino Unido y España la participación se elevó o se mantuvo igual respecto a 2009. Un dato significativo después de cinco años de crisis con especial protagonismo del euro.

El pilar central del proyecto europeo, que forman el grupo popular, el socialista y los liberales, pueden constituir una cómoda mayoría de 467 eurodiputados. Estos tres grupos ya dieron su apoyo a la segunda comisión Barroso que fue aprobada en febrero de 2010 con 488 votos a favor. El ambiente es todavía más favorable a un acuerdo ya que Alemania está gobernada por una Gran Coalición formada por los cristianodemócratas de Merkel y los socialdemócratas de Gabriel.

El candidato conservador, Jean Claude Juncker, tomará contacto hoy con el socialista Martin Schulz para entablar conversaciones. Éste último ha obtenido un resultado personal muy bueno en Alemania. A diferencia de Juncker, Schulz sí iba en las listas electorales.

La reacción de los mercados ayer era más bien el eco de la tranquilidad que se apoderó de Bruselas. En el Parlamento Europeo no habrá problemas. Más allá de si los cinco diputados de Podemos se sentarán con los griegos de Syriza y con Izquierda Unida no hay grandes cuestiones en el aire.

Lo que realmente preocupa es que el ascenso de Le Pen y Farage pueda desestabilizar las políticas de sus países y a través de estos influir en el Consejo Europeo desbaratando los acuerdos. Ayer, el británico David Cameron y el húngaro Viktor Orban se movilizaban para bloquear la candidatura de Juncker de cara a la cena que los líderes europeos tendrán hoy en Bruselas. Los codazos por coger un buen sitio ya han comenzado.