Nicolás Redondo: «La izquierda tiene cierto complejo a la hora de defender la ley»

 

Nicolás Redondo«Ya ningún nacionalista está asustado por las consecuencias del plan Ibarretxe, y con su voto va a dar fuerza al PNV para una negociación con Madrid. Hemos dado al PNV una magnífica oportunidad, cuando hace unos pocos meses estaba acogotado.»

No todo el socialismo vasco estuvo ayer en el Kursaal de San Sebastián. Nicolás Redondo Terreros no tiene ahora ni voz ni voto en su partido, pero sí una amplia experiencia en la política vasca que le lleva a advertir que la actual posición de los socialistas beneficia al PNV.

El anterior secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, censura en esta entrevista los guiños a los proetarras lanzados ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en San Sebastián. Tras criticar «las políticas de apaciguamiento» con el terrorismo, señala que la única solución que existe es la aplicación de la ley.

-¿Qué opina del mensaje de Zapatero a Batasuna para que se «independice» de ETA?

-No es defendible que una banda terrorista que golpea duramente a la sociedad democrática tenga un brazo político y el Estado no lo debe permitir. Además, las políticas de apaciguamiento con el terrorismo no nos llevan a ningún lado y aquí la única solución que existe es la aplicación de la ley. Tal vez parte de la izquierda tiene un cierto complejo a la hora de defender la ley y anda siempre con cautelas, pero yo creo que la seguridad es la forma de garantizar la libertad y eso pasa porque quien no cumpla la ley termine en la cárcel y no pueda proyectarse en unas elecciones.

-Sin embargo, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, dijo en la conferencia de su partido que «se acabó el tiempo en el que el presidente del Gobierno trataba de combatir a sus adversarios con el Código Penal en la mano»…

-La ley hay que aplicarla y el primero que tiene que hacerlo es el presidente del Gobierno. La afirmación de Blanco, no obstante, me lleva a reflexionar sobre el hecho de que muchos han terminado trasladando las consecuencias del plan Ibarretxe a otros partidos políticos, mientras los nacionalistas siguen con su iniciativa. Cualquier política que nos lleve a no ver lo que está pasando en el lado del nacionalismo nos hará cometer graves errores.

-¿Qué tipo de errores?

-Creo que estos últimos meses hemos dado al PNV una baza política que no ha tenido nunca. Ha sido capaz de tener una relación positiva para él con el Estado y, al mismo tiempo, otra relación igualmente positiva para él con el nacionalismo radical. Ha podido jugar a todo y su baza ahora es fortalecerse para negociar con el Gobierno, que es lo que se le ha prometido en estos últimos meses, lo que va a hacer que tenga un magnífico resultado, porque ya ningún nacionalista está asustado por las consecuencias del plan Ibarretxe, porque con su voto lo que está es dando fuerza al PNV para una negociación con Madrid. Hemos dado al Partido Nacionalista Vasco una magnífica oportunidad, cuando estaba acogotado hace unos pocos meses.

-¿Qué opina de las aproximaciones de miembros de su partido a Batasuna?

-Yo me sentí muy aliviado cuando el secretario de Organización del PSOE negó los contactos con Batasuna, porque habría sido un terrible error y una gran indignidad. Un Estado que no sepa terminar con una banda terrorista a través de la ley y que se vaya a negociar a escondidas es un país que no tiene futuro de ninguna manera. En cualquier caso, la estrategia a seguir está definida en el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que se basa en el objetivo de derrotar a ETA y que ha dado muy buenos resultados. Y si se cambia de estrategia hay que explicarlo, porque los ciudadanos piden claridad y en política andar trampeando tiene un corto recorrido.

-¿Qué le parece que su partido haya aprobado un programa electoral que propone la reforma del Estatuto de Guernica?

-Yo no estoy de acuerdo en la reforma de los Estatutos de Autonomía. Creo que en este país hemos dedicado demasiado tiempo a lo identitario y se habla demasiado del País Vasco, de Andalucía o de Galicia, pero muy poco de los españoles. Creo que es el momento, además, de recobrar desde la izquierda el sentido común. Hemos estado 25 años cultivando lo que nos diferenciaba, pero es el momento de pensar también en lo que nos une. Me parece que la verdadera revolución pendiente ahora en nuestro país no es la de la España plural, ni la de la reforma de los Estatutos de Autonomía, sino la de los ciudadanos. Hemos estado 25 años regando flores de diversos colores y ahora tenemos que cultivar lo que nos une.

ABC, 7/3/2005