EL MUNDO – 04/07/14
· Los catalanes a favor de seguir en España alcanzan por primera vez el 50%, mientras que el ‘sí’ a la ruptura cae hasta el 42,9%, según una encuesta de la Generalitat CiU y ERC se estancan.
A dos meses y medio de unas elecciones de marcado corte plebiscitario, los catalanes dan la espalda al plan soberanista de Artur Mas y apuestan por la unión con el resto de España. Por primera vez en los últimos años, el no a la independencia alcanza el 50%, mientras que el sí se sitúa a siete puntos con un 42,9%, según se desprende de la última encuesta de la Generalitat. Una tendencia que también se refleja en el arco parlamentario: CiU y ERC bajan, Podemos sube, el PSC se recupera y Ciudadanos se afianza.
En un hipotético referéndum secesionista, la opción rupturista desciende un 1,2% respecto al sondeo de marzo, cuando ya había caído medio punto. De hecho, el sí a la independencia alcanzó su máximo registro a las puertas de las elecciones europeas de marzo de 2014, cuando cosechó un 59,6% de apoyo, casi 17 puntos por encima del 42,9% actual.
Diametralmente opuesta ha sido la trayectoria del no a la ruptura: si hace un año apenas convencía a un tercio de los encuestados por el Govern, ahora ésta cifra se eleva hasta el 50%, 20 puntos más que en marzo de 2014.
A parte de la pregunta explícita sobre una Cataluña independiente, hay más indicadores del sondeo que muestran la caída del soberanismo en los últimos meses. En cuanto al modelo territorial que prefieren los catalanes, un 37,6% aboga por un Estado independiente, un 29,3% apuesta por una comunidad autónoma y un 24% defiende la vía federalista. Aunque la opción ganadora sea la independentista, la suma de las que rechazan la ruptura con el resto de España alcanza el 57,3% de las respuestas de los encuestados.
Si se comparan estos datos con los de febrero de 2015 queda claro que el autonomismo sube más de cinco puntos, la vía independentista cae un 1,5%, mientras que la opción federal desciende un 2,1%. Hay que tener en cuenta que el cenit del independentismo se alcanzó en noviembre de 2013, después de la cadena humana que atravesó Cataluña de norte a sur, y a las puertas de la convocatoria de la consulta. Entonces, los partidarios de un Estado propio representaban el 48,5%, mientras que los que defendían el estatus de comunidad autónoma apenas eran el 18,6%
Sin embargo, los que están a favor de incrementar el autogobierno de Cataluña continúan siendo mayoría con un 63% de los encuestados, mientras que el 28% restante cree que ya se ha conseguido un «nivel suficiente» de capacidad de gestión. Por su parte, sólo el 3% cree que Cataluña tiene «demasiada» autonomía.
Además, un 38,7% de los sondeados dice sentirse «tan español como catalán» mientras que un 25,3% dice ser «sólo» catalán. Los que apuestan por una definición intermedia, la de «más catalán que español», representan el 22,3% del total.
Esta tendencia a aparcar definitivamente el soberanismo también se evidencia al analizar las razones del voto de los encuestados de cara al 27-S. El 58,1% decidirá su papeleta final en función de las respuestas de cada partido a la crisis, mientras que el 21,1% lo hará pensando en la relación entre Cataluña y España. Sólo el 14,6% tendrá en cuenta ambos factores. Por tanto, parece que los catalanes no comparten la idea de Convergència y Esquerra de transformar las elecciones de septiembre en un plebiscito a favor o en contra de la independencia y dan carpetazo definitivo al plan de Mas a sólo dos meses de la cita con las urnas.
Este viraje hacia la izquierda social también queda reflejado en la intención de voto de los catalanes de cara a las elecciones. Según el cuestionario del Govern, CiU y ERC empatarían con un 13,3%. Un resultado que pone sobre la mesa el estancamiento de los convergentes–pasan de un 13,2% en febrero a un 13,3% ahora– y la caída de los republicanos, que descienden hasta cuatro puntos en los últimos meses. Hay que tener en cuenta que la encuesta no contempla aún el divorcio entre Convergència y Unió, una separación que seguro que influirá en las urnas y restará apoyos a la formación de Artur Mas.
Hace dos años, cuando se confirmó el sorpasso de ERC a CiU, los republicanos obtenían el 20,8% de los votos frente al 17,1% de la federación nacionalista, según el mismo sondeo del Govern. Ahora, un año y medio después, ambas formaciones se han deshinchado frente al aumento incesante de Podemos, que lograría ser tercera fuerza con el 10,8% de los apoyos. Cabe destacar que el sondeo tampoco contempla los votos de ICV, partido con el que la formación de Pablo Iglesias tiene apalabrada una coalición para el 27-S. De ser así, ambos grupos lograrían un 14,3% de los votos y serían la primera fuerza del Parlament.
El efecto de las elecciones municipales y el abandono definitivo del derecho a decidir por parte del PSC son dos de los factores que influyen en la recuperación de los socialistas, que serían la cuarta fuerza en el hemiciclo catalán con un 9,2% de los apoyos, un 2,4% más que en febrero. La CUP se situaría quinta con un 7,6%, gracias a su defensa de las políticas sociales y a su posición clara a favor de la independencia, mientras que Ciudadanos lograría un 6,6%. El PP, por su parte, volvería a ser el gran damnificado por los catalanes con un 2,4% de los votos. La corrupción, los recortes y las malas relaciones del Gobierno de Rajoy con Cataluña parecen ser determinantes para dilapidar el proyecto de Alicia Sánchez-Camacho.
Los datos también dejan clara la fuga de votos de ERC a la CUP, del PP a Ciudadanos y del PSC e ICV a Podemos. Por lo que respeta a las elecciones generales, Podemos ganaría en Cataluña con un 18,1%, los republicanos serían la segunda fuerza con un 13%, el PSC superaría a CiU con un 11% por un 10,8% de los convergentes, Ciudadanos alcanzaría un 5,9%, el PP se quedaría con un pírrico 3,6%, ICV obtendría un 3,5% y la CUP un 2,5%.
En cuanto a los políticos mejor valorados, el líder de la CUP, David Fernàndez, obtiene la nota más alta con un 6,01 de media. Artur Mas suspende con un 4,32 y la popular Alicia Sánchez-Camacho es la peor con un 1,59. Oriol Junqueras, por su parte, aprueba con un cinco raspado mientras que Duran Lleida sólo obtiene un 3,69. En este sentido, cabe destacar que los electores de CiU no aprueban a Duran pese a que la encuesta se hizo antes de la ruptura definitiva de la federación.