JAVIER ELORRIETA – FUNDACIÓN PARA LA LIBERTAD – 11/12/15
· El analista económico de El correo Ignacio Marco-Gardoqui ha salido con un artículo titulado “Rivera desafina”, sumándose a la tromba de críticas que desde el PNV, PSE(Psoe) y PP, con grandes titulares se vienen posicionando en la defensa de los privilegios pre-democráticos inherentes al Concierto Económico y el tratamiento contable del Cupo.
Hace pocos días Urkullu manifestaba solemnemente que el Concierto no es un privilegio. El Concierto Económico es un privilegio y él lo sabe. Como lo sabe todo el mundo, incluidos los que junto a Rivera desafinarían en opinión del Sr. Marco- Gardoqui. Desde quien fuera Diputado General de Alava como Emilio Guevara, o el Exconsejero de Cultura del Gobierno Vasco Joseba Arregui, o el cualificado analista Ruiz-Soroa, o catedráticos en Derecho Constitucional como Javier Corcuera o López Basaguren, pasando por expertos analistas económicos en esta materia como Ángel La Fuente o Mikel Buesa…. El listado sería muy ampliable. Sin entrar en el listado de políticos en la “reserva” y en activo.
Anécdota. Cuando terminó la negociación de cómo abordar los gastos de la Ertzaintza, el político responsable del PNV entonces, preguntó a los expertos contables que le acompañaban cómo era el acuerdo de positivo para ellos y su gestión. Respuesta: “Qué si es positivo? Como si queréis comprarles las porras y los uniformes en Loewe”. Ya el primer análisis comparativo que el entonces Delegado del Gobierno, Juan Manuel Eguiagaray, realizó para establecer un marco comparativo salarial entre el funcionariado central, autonómico, local y foral, dejando el abanico más variable, que era el local por convenios más dispares, la diferencia salarial entonces oscilaba entre uno y tres, a favor de lo autonómico y sobre todo el foral.
Ya no corren los tiempos en los que la “discriminación positiva” que suponían “los fueros” que eximía a territorios que eran pobres en recursos y de escasa población de los impuestos y la leva. Actualmente se viven situaciones estrambóticas en ciertas zonas de España, incluso en la misma provincia que alteran las relaciones familiares, por ejemplo a la hora de la herencia, por disparatadas normas fuera del tiempo y de la realidad, que por otra parte la población suele desconocer, a cuenta de normativas forales.
No es casual que cuando todo el mundo europeo, entre otras razones obvias de eficacia de gestión, se atienda a la mancomunidad de servicios y el aligeramiento de la burocracia administrativa, sea en la Comunidad Autónoma Vasca (más bien Confederación Autonómica Vasca) el único lugar del mundo moderno donde se alimentan las políticas de segregación municipal. ¿Por qué? Porque alimenta la inflación institucional, porque estructura mayor poder clientelar del nacionalismo en las diputaciones y condiciona los presupuestos del Gobierno Vasco desde las haciendas provinciales y de quien coyunturalmente negocie con ellos.
La evidencia del privilegio, que se muestra en datos comparativos del presupuesto por habitante, el nivel de deuda a pesar de la poca restricción de presupuestos públicos, la no amortización ni de jubilados en la red educativa, la enorme subvención del transporte público, la inflación de instituciones y empresas públicas para dos millones de personas, el que en doce años y estando impecable levanten dos veces El Arenal, las mejores aceras de el mundo,etc.etc. se debe al Concierto Económico y las sin duda alguna desajustadas cuentas del Cupo, casi siempre condicionado a las presiones políticas. Otra cosa es que el privilegio se gestione aparentemente “más socializado”, pero es privilegio y Urcullu y el Sr. Marco-Gardoqui lo saben.
La política de lo que “nos favorece” por encima de lo “que es justo” alimenta desgraciadamente las posiciones de los partidos “tradicionales” (nunca mejor lo de tradicionales que en estos asuntos). El egoísmo defendido desde un discurso escondidamente falsario, donde lo que se desafina de verdad es en los valores democráticos de igualdad de la ciudadanía. Se dice que la política es buena o es mala. No vieja o nueva. Pero las posiciones ante las llamadas leyes forales y el Concierto Económico evidencian que también hay políticas viejas (PNV,PSE,PP) y nuevas (UPyD, CIUDADANOS) .
En política no siempre gana quien se apoya en la razón. Pero alguien debe defenderla, sin alharacas y aspavientos, con razonabilidad, sabiendo que cuando el soporte de lo viejo tiene amparo jurídico y constitucional, hay que tratarlo con tranquilidad y responsabilidad política, para ir superándolo. Pero no ayuda a la honestidad intelectual del debate y el discurso razonable los argumentos que, incluso el que los utiliza, sabe que son simplemente falsos.
JAVIER ELORRIETA – FUNDACIÓN PARA LA LIBERTAD – 11/12/15