El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, ha anunciado que este país ha incluido en su lista de organizaciones terroristas a Euskadi ta Askatasuna (ETA) y ha afirmado que su inclusión «refleja el firme compromiso de Nueva Zelanda con la campaña internacional contra el terrorismo».
Además de ETA, este país ha incluido otras tres organizaciones. Se trata del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK); las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el grupo somalí Al Shabaab o Harakat al-Shabaab Mujahideen (Movimiento Guerrero Juvenil).
Esta decisión implica que los fondos que pudieran tener estas organizaciones en Nueva Zelanda serían congelados y que tampoco podrán recibir ayuda legal de los ciudadanos, ya que se considerará un delito penal la colaboración con los grupos terroristas, y estará castigado con una pena de 14 años de prisión.
Según la información publicada por la prensa de este país, el primer ministro neozelandés afirmó que su gobierno está «comprometido con que Nueva Zelanda no sea un objetivo o una fuente de apoyo de actividades terroristas». «Estos cuatro grupos han participado de una serie de actos terroristas que incluían la matanza indiscriminada de civiles y asesinato de líderes políticos», según precisó John Key.
Además, expuso que, como consecuencia de esta decisión «cualquier activo que esté en poder de estos grupos y que se enceuntre en Nueva Zelanda podrá ser inmovilizado ahora o en el futuro», al tiempo que dejaba claro que también será delito penal realizar trabajos financieros o inmobiliarios para estos grupos o gestionar sus propiedades.
Asistir, refugiar o recaudar fondos para terroristas también estará tipificado en el Código Penal, sin que en su caso sea necesario que el individuo o persona haya sido incluido en la lista de grupos terroristas.
ETA advirtió a la embajada hace cinco años
«Tenemos la determinación de que Nueva Zelanda no sea objetivo, ni fuente de apoyo para actividades terroristas», precisó Key y argumentó que no quiere que el país «sea visto» por los terroristas «como bueno para hacer negocios».
El «Excelsior» de Sidney recuerda que hace casi cinco años, ETA advirtió a la Embajada neozelandesa en Madrid de que los turistas neozelandeses que viajaran a españa podrían ser blanco de atentados de la banda.
Nueva Zelanda endureció sus leyes antiterroristas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. y desde entonces ha incluido a unos 180 individuos y 20 organizaciones terroristas en su lista.
ABC, 23/2/2010