Ofensiva internacional de la Sociedad Civil Catalana contra el desafío secesionista

ABC – 06/06/14

· Envían cartas a todas las embajadas alertando de la «manipulación» de Mas.

· La Sociedad Civil Catalana (SCC) ha decidido hacer frente a la campaña emprendida por Artur Mas para internacionalizar su desafío independentista en Cataluña, con otra ofensiva en la dirección contraria.

ABCJosé Antonio Bosch, presidente de la Sociedad Civil Catalana, con el memorándum enviado a las embajadas. ABC
José Antonio Bosch, presidente de la Sociedad Civil Catalana, con el memorándum enviado a las embajadas. ABC

 

A la carta enviada el pasado mes de enero por el presidente catalán a 27 líderes de la Unión Europea, subrayando la legalidad de la consulta, este colectivo ha remitido otra a todas las embajadas extranjeras acreditadas en España. En su escrito alerta de las «mentiras» que encierra este proceso independentista. Una misiva que va acompañada, como ya hiciera Artur Mas, de un memorándum en el que se explica que el proceso no tiene «legitimidad democrática», no es «transparente ni honesto», no está «justificado», no es «positivo para los catalanes» y «pone a un país democrático ante una coacción inaceptable».

Las principales líneas de la estrategia puesta en marcha por este colectivo de ciudadanos de la sociedad civil catalana fueron presentadas ayer en Madrid por su presidente, José Ramón Bosch; y los vicepresidentes Joaquím Coll y Susana Beltrán. Hasta la fecha ya se han mantenido reuniones con más de diez embajadas o consulados y los contactos continuarán en los próximos días. Además, también tienen previsto reunirse con Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz en 1984, que apoyó la secesión de Cataluña al considerarla un objetivo «justo e inevitable».

Indefinido derecho a decidir

En el memorándum que se ha enviado a las embajadas, la Sociedad Civil Catalana alerta de los «elevados niveles de manipulación» del debate soberanista. En este sentido, señalan que «muchas instituciones juegan con una deliberada ambigüedad, mezclando la reclamación directa de la independencia con un indefinido derecho a decidir, que impide que se lleve a cabo un auténtico debate sobre el proceso y sus efectos.

Un aspecto relevante y significativo es también la amenaza de no respetar el Estado de Derecho si no se da satisfacción a sus pretensiones». Igualmente, señalan que «la independencia nos convertiría en una sociedad aislada y más pobre, renunciando a participar en los proyectos comunes con el resto de España y de Europa».

Este colectivo, contrario a la independencia, quiere frenar cuanto antes la dimensión internacional que Mas quiere dar a su proyecto secesionista. Su prioridad fundamental es hacer ver que «la mayoría social» de Cataluña «no está por la independencia, pero se siente catalana y española», señaló José Ramón Bosch.

«Las cosas no son así»

A juicio de los promotores de esta iniciativa, «se está dando una imagen internacional que no se corresponde con la pluralidad de la sociedad catalana», según Susana Beltrán, vicepresidenta tercera de SCC.

El tiempo ha corrido hasta ahora en su contra, ya que Mas se adelantó en su estrategia internacional, pero consideran que ha llegado el momento de decir «que las cosas no son así y que una parte de la sociedad catalana no se ve representada en quienes le tienen que representar».

Beltrán considera muy importante la cuestión internacional porque «los hechos se van consumando y vamos dando la imagen de que Cataluña es algo diferente a España. El problema no lo tiene Cataluña, sino los independentistas con España. Lo queremos decir bien claro a nivel internacional».

En esta línea, la vicepresidenta tercera de SCC subraya que «no nos gustaría que a nivel internacional nos miraran con simpatía como si fuéramos un pueblo único que vamos camino de la secesión».

De los primeros contactos con los representantes diplomáticos, los responsables de la SCC han constatado el «respeto a la integridad territorial del Estado español» y la convicción de que es «un asunto interno». Beltrán insistió en que «vamos a intentar explicar que como catalanes no todos vamos al unísono».

En la misma línea que Beltrán, el vicepresidente primero de SCC, Joaquín Coll, denunció la «manera tramposa» en la que se ha «ido constituyendo el proceso. Hay que pasar del buenismo y apelamos a la radicalidad democrática. Es importante levantar esa bandera». Coll precisó que «en cualquier país de Europa eso se habría acabado», mientras que en España se ha generado «incertidumbre» y «miedo» con este proceso.

Contra la «Arcadia feliz»

Finalmente, el presidente de Sociedad Civil Catalana, José Ramón Bosch, denunció la «manera tramposa» en la que se ha construido el proceso, así como la «manipulación tramposa». Bosch calificó de «falacia» plantear el proceso desde «una mayoría social artificialmente creada. Parece que la independencia sea la Arcadia feliz».

 

«Se mezclan medias verdades con mentiras»

La Sociedad Civil Catalana acusa a la Generalitat de «mezclar medias verdades con exageraciones o mentiras deliberadas» para intentar «convencer a la población». Así de claro se lo exponen a las embajadas extranjeras acreditadas en España, a las que le informan de como se «ha utilizado torticeramente los medios de comunicación públicos y privados subvencionados, y se ha sufragado la movilización de masas a favor de la secesión». Igualmente, señalan que han «financiado a grupos de presión para que realicen campañas a favor de la secesión ante los gobiernos extranjeros y los medios de comunicación internacionales».

Finalmente, advierten del «escenario de incertidumbre y tensión» que se produce con este proceso secesionista.

ABC – 06/06/14