LUIS VENTOSO-EL DEBATE
  • Robar del material contra la pandemia fue horrible, pero someter a un país de 48 millones de almas al dictado de un seudofriki fugado de la Justicia casi es peor
Los medios del régimen comentan alborozados que ya se masca el gran acuerdo del PSOE con Junts para aprobar la ley de amnistía y que Mi Persona pueda seguir atornillado a la Moncloa. Qué maravilla.
Vender semejante traición a la igualdad entre españoles como un hito beneficioso muestra hasta que punto se puede sacrificar la cordura en el altar del partidismo obtuso. Trincar mordidas a costa del material sanitario de una pandemia fue algo horrible. Pero someter a un próspero país del primer mundo, de 48 millones de vecinos, a los designios de un seudofriki fugado de la Justicia en Waterloo casi es peor. Cuando los historiadores del futuro estudien esta etapa se asombrarán de lo mucho que se le había ido la pinza al PSOE, que incluso festejaba la relación sado-maso del president Pere Sánchez con el presidente Carles Puigdemont.
Puigdemont, acusado ni más ni menos que de terrorismo por el Supremo, ronda el caso clínico. Su odio a España resulta casi patológico (o sin el casi). Mientras el PSOE sanchista se arrastra ante su felpudo, él responde insultado a los españoles con chascarrillos tuiteros, amenazando con la independencia «unilateral» y poniendo a parir nuestro Estado de derecho. De forma ridícula, Sánchez celebra esa mano de bofetadas como la «desinflamación de Cataluña» y la «nueva etapa vivencia». Son majaderías que repiten como papagayos eminencias como Pachi, Alegría y Marisu, amén de todo el tertulianismo afecto.
«Es innegable que Cataluña está hoy mucho mejor», salmodian muy serios tertulianos sin más principio que la obediencia ciega. Todo a la misma hora en que en el Parlamento catalán ya avanza una nueva declaración de independencia, que esta vez no podrá ser frenada con el Código Penal, debilitado por Sánchez a la orden de Junqueras.
Tremendo que para satisfacer el ombligo de un ególatra que perdió las –extrañas– elecciones del 23-J, el PSOE mueva la colita como un caniche y le lama los zapatos a tan atrabiliario y pequeño déspota. Imperdonable que Sánchez, tan engolado como débil, esté dispuesto a reescribir a traición la Constitución para ir pagando los sucesivos precios que le pone este pájaro, un delincuente fugado (además de la manera más ruin, dejando a los suyos tirados como colillas). Repugnante que entre todos esos profesionales del escaño que tiene el PSOE en el Congreso y el Senado no aparezca uno solo capaz de decir en alto lo que realmente piensan de esta rendición al Napoleonet de Waterloo.
El Orfeón Progresista nos dará la murga esta semana con el gran éxito de que «ya hay acuerdo con Junts». Intentarán utilizarlo incluso como cortina de humo para camuflar el caso PSOE. Corrupción política para tapar la corrupción trincona. Susto o muerte. Este es nuevo nivel.