Markel Olano se despidió ayer de la presidencia de la Diputación de Gipuzkoa con un discurso en el que primaron, además de las propuestas en materia de gestión, dos aspectos concretos: la paz y el derecho a decidir. El candidato del PNV aprovechó su intervención para instar a ETA que deje las armas «sin condiciones y como paso imprescindible» para lograr la «paz definitiva». Olano defendió la necesidad de «construir en nuestro pueblo una verdadera cultura de paz y reconciliación»y de «dar prioridad, de un modo u otro, a las víctimas», al tiempo que se mostró convencido de que un nuevo tiempo es posible tras recordar que la izquierda abertzale «ha apostado únicamente por las vías políticas».
Más contundentes fueron los candidatos del PSE y el PP. Rafaela Romero recordó que «mientras exista ETA no nos sentiremos libres» y no dudó en lanzar un claro mensaje al nuevo diputado general, Martin Garitano (Bildu): «Tiene una tarea inexcusable desde el compromiso con la libertad, que es pedir a la banda terrorista que se disuelva», expresó. La candidata socialista, expresidenta de las Juntas Generales de este territorio histórico, aseguró en este sentido que su partido «ofrece respuestas a los problemas reales de la ciudadanía vasca, como son acabar con el terrorismo, lograr la paz, superar la crisis, crear empleo y consolidar el Estado del bienestar». «Esta será le legislatura de la paz de todos», añadió.
Por su parte, el popular Juan Carlos Cano advirtió a Bildu de que una victoria en Gipuzkoa «no le legitima ni le permite poner patas arriba el Estado de Derecho». Solicitó así a Garitano que «no juegue» con lo que «ha costado años alcanzar: el imperio de la ley, los derechos individuales, la democracia».
DIARIO VASCO, 24/6/11