Opciones durmientes

Dicen los ‘pata negra’ de Batasuna que ellos no tienen nada que ver con ANV. Pero mucho peor panorama se le presentaba a Batasuna tras su inhabilitación, que se quedaba sin presentarse al Parlamento vasco. Nada más lejano a su perfil que el partido de las Tierras Vascas, y tras la operación de marketing Otegi celebró aquella victoria como propia.

Son mucho más astutos que los gobiernos de turno porque juegan con la baza de la presión del terrorismo para intentar desestabilizar al Estado democrático. Solía decir un alto cargo nacionalista que gozó de mucha popularidad en los gobiernos anteriores a los de Ibarretxe que los estrategas del entorno de ETA no descansan nunca. Que, para cuando quiere ir el Gobierno, ellos ya han vuelto. Y los hechos le siguen dando la razón. Ahora le toca el turno al gobierno de Zapatero. Es él quién tiene que pasar por la experiencia intransferible de ver cómo es la banda quién toma la temperatura al Gobierno y no al revés.

Y mientras sus ministros repiten que las opciones que no rompan con el terrorismo no podrán concurrir a las próximas elecciones, el grupo de Otegi ha pasado ya los deberes a limpio. Con tres opciones sobre la mesa: la conocida de las comunistas de las Tierras Vascas, que esperan el momento final de esta representación para saber (quizás ni ellas mismas lo sepan todavía) si se van a presentar o no. Porque todo depende del ‘plan B’: la opción de las siglas recién inventadas cuyas candidaturas responden por ASB. Si al final falla esta opción, para eso tienen la recuperación de una ANV rescatada del olvido, aunque presente, ya que este viejo partido prestó su servicio electoral a Herri Batasuna cuando se le necesitó. Ahora, ANV estaba en una situación ‘durmiente’. Y los amigos del entorno de ETA podrían utilizarlo como aval electoral.

Dicen los ‘pata negra’ de Batasuna que ellos no tienen nada que ver con el viejo partido republicano. Cierto. Pero cuando, por interés electoral, hay que hacer de la necesidad virtud, se recurre a grandes remedios. Mucho peor panorama se le presentaba a Batasuna cuando creyó, después de su inhabilitación, que se quedaba sin presentarse al Parlamento vasco. Nada más lejano a su perfil que el partido de las comunistas de las Tierras Vascas. Desde luego. Pero ésa fue una operación de marketing perfectamente estudiada. Ellas (y él) ya existían. Pero ni influían porque no tenían representación. Hasta que Otegi, necesitado de ayuda electoral, llamó a su puerta. Y en la noche en la que se conoció que EHAK irrumpía en el Parlamento vasco con 9 escaños, Otegi celebró esa victoria como propia. Caretas fuera. Desde entonces, las ‘nekanes’ han estado tan sometidas a Batasuna que se han encerrado en su burbuja parlamentaria delegando en Otegi la representación política.

Puede volver a ocurrir algo parecido con ANV. Batasuna se garantiza la presencia en las urnas sin necesidad de romper con el terrorismo porque ANV cumple con los requisitos, aunque su rechazo a la violencia se haya quedado como adorno en los estatutos porque nadie recuerda que haya promovido movilizaciones de las miles que se han convocado en los últimos años contra ETA.

Tonia Etxarri, EL CORREO, 14/4/2007