Jesús Nieto Jurado-El Español 
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La cinematografía ha hecho un largo recorrido desde Lumière y los obreros de la fábrica hasta los Power Rangers del Euskopodemos. Por medio -y hay que recordar- el plano secuencia de Sed de mal, la fijación de Hitchcock con las rubias, el poncho de Eastwood y la madurez dudosa e interesante de Jorge Sanz. Pero aquí nos interesa el vídeo del Podemos de caserío, del que nos alertó Bea Fanjul con esa cosa cachonda de ser canallita de Igueldo y gaditana del Gros. Dijo Fanjul, martillo de abertzalecillos, que el vídeo era algo así como de unos Power Rangers del Aliexpress y yo empecé a fijarme en la dramaturgia y el punto de fuga de la escena de marras.

Aquí, en esta sección, somos muy de comentar fotos, pero si nos echan un vídeo como éste lo toreamos con temple y mano. Y éste lo merece. Porque quizá lo de menos sea el gasto de producción, esas mallas que huelen a sobaquillo y txakolí, las interpretaciones acartonadas y todo un clima que ilustra ya la bofetada que el podemismo se va a llevar en Vascongadas. Un tortazo cataclismático, una cobra demoscópica y demás…

Estamos ante un vídeo que anuncia saga en tanto que Urkullu, el malo de la película, el lagarto a combatir, ha venido diciendo que el PNV es en lo social de izquierdas. Y lo peor es que puede hasta tener razón en vista de la morralla de lo que es parte de la política vasca y su ya inveterado síndrome de Estocolmo. A Urkullu no lo recordamos de la margen izquierda, pero todo es susceptible de cambio y ya nos dijeron que es imposible bañarnos dos veces en la misma Ría porque Sabino Arana, la Ría o nosotros, ya no somos los mismos.

Elkarrekin-Podemos se suicida con una de Powers Rangers, una serie poco apta para daltónicos y epilépticos o para la buena gente de Neguri. Los Powers Rangers de Podemos, por lo pronto, se nos dicen ecologistas y reciclan, pues es sabido que en la cima del Pagasarri ya no nieva lo que dicen que nevaba. Hay también cierta blandura en las carnes que transparentan las mallas de los protagonistas, que se tomó el Cielo por asalto y en el Cielo, ay, no se perdona un marmitako.

En realidad, el vídeo es cutre hasta decir basta. Pero sin esa cutrez enternecedora de unas bragas ortopédicas puestas al sol en un balcón de Vallecas. No, el vídeo -y los que vendrán- saca cuatro tópicos baratos porque los recursos están ahora en la prioridad del jefe y cómo esquiva las miasmas de las cloacas. Con abogados que son románticos hasta que le tocan la minuta.

Volvamos al vídeo. Resulta que tampoco le vamos a exigir más a estos abnegados militantes antes del hundimiento. Pero conviene recordarles que las mallas son de televisión de los 90 y en los 90, en el País Vasco, no estaba la vida para tontunas.