ABC – 02/10/15
«Me imagino que harán lo mismo que hicimos nosotros con Ibarretxe», dijo tras los resultados del 27-S.
· El secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, que cumple en la prisión de Logroño condena por pertenencia a ETA, ha propuesto a la Candidatura de Unidad Popular (CUP) que preste los votos necesarios, ni uno más, en favor de la investidura del candidato de Junts pel Sí ( JpS), a fin de no obstaculizar el proceso soberanista emprendido por Artur Mas.
Un procedimiento que en su día aplicó Batasuna para que Juan José Ibarretxe fuera elegido lendakari y sacara adelante su plan secesionista. «Me imagino que harán lo mismo que hicimos nosotros con Ibarretxe», comentó el exportavoz de Batasuna a personas de su entorno político tras conocer que JpS había fracasado en su pretensión de convertir las elecciones autonómicas en un plebiscito a favor de la independencia. Otegi ha recuperado a los «fontaneros» que utilizó en las negociaciones entre ETA y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero para reactivar sus contactos con la formación radical que lidera David Fernández.
Las relaciones entre Arnaldo Otegi Mondragón, «el Gordo», y David Fernández vienen de lejos, y han sido cruciales en el marco de colaboración que mantienen desde hace un tiempo la izquierda abertzale y la CUP. Fernández colaboró con el redactor jefe del periódico proetarra «Egin» Pepe Rei en la revista «Ardi Beltza» (Oveja Negra), que ponía en el punto de mira a numerosos colectivos –Fuerzas de Seguridad, militares, jueces, funcionarios de prisiones, políticos, empresarios, periodistas…– cuando, precisamente, ETA decidió la «socialización del sufrimiento», esto es, ampliar el abanico de sus posibles víctimas.
El hijo de Otegi en Cataluña
El caso es que la Candidatura de Unidad Popular mostró todo su apoyo a Batasuna cuando fue ilegalizada y, más recientemente, ha reclamado la puesta en libertad del propio Arnaldo Otegi. Como señal de gratitud, han sido frecuentes los desplazamientos a Cataluña de Txelui Moreno, Pernando Barrena y otros dirigentes de la izquierda abertzale para apoyar actos de la CUP. La última ocasión, con motivo de la reciente celebración de la Diada.
En este contexto, resulta significativo que Hodei Otegi, hijo del exportavoz de Batasuna y responsable de la cuenta de Twitter que recoge apoyos para exigir su libertad, estuvo en Barcelona el 27 de septiembre, y se dejó ver en compañía de David Fernández. Pero, según fuentes conocedoras de la situación, no es Hodei el que garantiza el contacto fluido entre Arnaldo Otegi y la CUP. El dirigente de Sortu utiliza para influir en la formación de David Fernández a sus «fontaneros». Se trata de un reducido grupo de incondicionales que ya le prestaron labores de intendencia en las conversaciones que mantuvo con el dirigente del PSE-PSOE Jesús Eguiguren y que derivaron en el «proceso de paz» entre Rodríguez Zapatero y ETA.
A través de este canal de comunicación, la CUP hizo llegar a Otegi un análisis propio basado en una encuesta que les otorgaba hasta doce diputados en el Parlamento de Cataluña. Y lo que parece más relevante, estimaba que los votos favorables a la independencia, si se sumaba los obtenidos por la CUP y Junts Pel Sí, alcanzarían algo más del 50 por ciento. Además, obtendrían mayoría absoluta de escaños. Los dirigentes de la Candidatura de Unidad Popular debieron confiar tanto en este análisis sociológico que se lo hicieron llegar a Otegi, seguros de una victoria plebiscitaria de los independentistas que, finalmente, no cuajó.
Después, tras conocer ya los resultados reales, Arnaldo Otegi, menos eufórico que David Fernández, comentó entre personas de su entorno político: «Necesitan (los de JpS) a las CUP para investirle. Me imagino que harán lo mismo que hicimos nosotros con Ibarretxe».
En efecto, el 30 de diciembre de 2004 era aprobado en el Parlamento vasco el llamado «Plan Ibarretxe» por mayoría absoluta –39 de 75 votos–. Ello, gracias a que a los 36 votos de los partidos que conformaban entonces el Ejecutivo de Vitoria –PNV, EA y EB–, el grupo parlamentario de Batasuna sumó los tres necesarios. Los otros tres diputados batasunos votaron en contra y el séptimo, «Josu Ternera», se encontraba ya huido para evitar ser investigado por la matanza en la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Al prestarle los votos estrictamente necesarios, Batasuna transmitía al PNV un nítido mensaje: ¡Ojo!, tenemos la llave de la gobernabilidad. Lo mismo que ahora aconseja Otegi a las CUP respecto a JpS. La decisión de Ibarretxe de aceptar el voto envenenado de los batasunos fue muy criticada entonces. Para colmo, en la defensa parlamentaria del apoyo a la investidura del candidato del PNV, Otegi leyó una carta de «Josu Ternera».
El fracaso de Ibarretexe
Sin embargo, el Congreso de los Diputados tumbó el plan secesionista, lo que llevó a Juan José Ibarretexe a convocar en 2005 elecciones autonómicas con la pretensión de convertirlas en plebiscitarias en torno a su proyecto. No logró los suficientes apoyos y, de nuevo, Batasuna –camuflada ya en el Partido Comunista de las Tierras Vascas ( PCTV)– le prestó dos de sus nueve parlamentarios para que prosperara su investidura, que estaría cautiva durante la legislatura.
En aquel pleno, la portavoz del PCTV advirtió a Juan José Ibarretexe que «estos dos votos no suponen ni nuestro apoyo a dicho candidato, ni nuestro apoyo al Gobierno que pudiera liderar». Asimismo, dijo que los dos votos tenían como objetivo «abrir una nueva oportunidad para aunar fuerzas» en favor de la independencia y el desafío al Estado.
En vísperas de las elecciones, la revista «La Directa», próxima a la CUP, publicó una entrevista, mediante cuestionario, a Otegi. «Vuestra batalla es también nuestra batalla», declara.
ABC – 02/10/15