Cristian Campos-El Español

Domingo mortecino el de ayer por más que España lo pasara en vilo a la espera de las represalias del PSOE contra el PP por la inclusión de 44 terroristas en las listas de EH Bildu. La respuesta socialista llegó a media mañana y superó las expectativas. Pedro Sánchez anunció durante un acto en Puertollano (Ciudad Real) que el Gobierno bonificará a los jubilados para que puedan ir al cine los martes por dos euros.

El anuncio del presidente fue recibido con aplausos, pero uno sospecha que la concurrencia habría aplaudido también si Sánchez hubiera anunciado que los iba a convertir a todos en Soylent Green. 

Frente a la evidencia de que uno de sus principales socios parlamentarios ha incluido a 44 terroristas en sus listas electorales, el PSOE ha contraatacado con entradas de cine a dos euros para los jubilados. Empate. La campaña vuelve a empezar

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Contra todo pronóstico, la campaña Ganas del PP madrileño, esa exótica oda al feísmo, ha generado un fenómeno viral de imitación en las redes sociales entre jóvenes que parecen ver en el vídeo algo diferente a lo que veo yo. Lo imitan los niños en los parques, los adolescentes en TikTok y sus odiadores en todos lados, lo que ha convertido la campaña de Isabel Díaz Ayuso en la más exitosa de todas las que se han lanzado en España durante la última semana. 

Este periodista confiesa no entender nada ya de la mercadotecnia política española. 

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«Quien dice que no hagamos ruido apuntala el discurso del patrón» dijo ayer Pablo Iglesias en Las Palmas de Gran Canaria.

No se refería Iglesias a EH Bildu (que el pasado viernes se mostró indignado por «el ruido que llega desde Madrid»). Se refería a Yolanda Díaz, que suele defender en sus comparecencias públicas una «manera de hacer política» sin «presiones» ni «ruidos». 

«Tenemos que estar orgullosos del ruido, del conflicto y de la defensa a voces de los intereses de ‘los más’, que a veces tienen que hablar a voces porque no tienen televisiones, periódicos, radios ni empresas que estén defendiendo lo suyo con susurros y con técnicas mafiosas también», dijo Iglesias, el trompetista. 

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Los vecinos de Alcorcón comprobaron el pasado miércoles en riguroso directo lo mucho que desagrada a Yolanda Díaz el ruido que genera Podemos. Porque hasta allí se trasladó ese día la ministra de Trabajo para dar su apoyo a la coalición Ganar Alcorcón y a su candidato a la alcaldía, Jesús Santos

La sorpresa llegó cuando Alejandra Jacinto (candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Podemos) y Roberto Sotomayor (candidato morado a la alcaldía de Madrid) hicieron acto de presencia en el mismo lugar y a la misma hora con la misión de hacerle un marcaje al hombre a Yolanda Díaz.

Jacinto y Sotomayor cumplieron su misión con éxito hasta que la vicepresidenta hizo un regate y se dirigió al trote, espoleada como si fuera un campeón del Grand National por su equipo de campaña, hasta el punto donde esperaba la prensa para hacerle una foto junto a Jesús Santos. 

Cuando Jacinto y Sotomayor se dieron cuenta de que Yolanda Díaz se había escabullido, la ministra estaba ya a sólo unos metros de su objetivo. Ambos iniciaron entonces un esprint fulminante para aparecer en la foto junto a Díaz y Santos. Y eso es mucho decir en el caso de Sotomayor, tres veces campeón de Europa de atletismo y doble subcampeón mundial. «Fue todo un espectáculo verlo esquivar a los vecinos y saltar bancos para llegar a tiempo a la foto» cuenta alguien que vio la galopada de cerca. 

Sotomayor y Jacinto consiguieron su objetivo, una foto con Yolanda Díaz y Jesús Santos…

…pero Yolanda Díaz también el suyo. Una foto sin Alejandra Jacinto ni Roberto Sotomayor. 

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Dice el opinador Javier Pérez Royo que la «ejecutoria democrática» de EH Bildu ha sido «impecable». Quizá lo que quería decir Royo con su rollo es que EH Bildu ha sido impecable ejecutando a la democracia, que no es lo mismo.

Y ahí estaríamos de acuerdo al 100%. 

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Según un sondeo realizado por GAD3 para el PP catalán, el PSC de Jaume Collboni ganaría las elecciones en Barcelona con 12 escaños de un total de 41. Junts y Ada Colau empatarían con 8-9 escaños cada uno y ERC quedaría en cuarta posición, con 6. Muy cerca de los 5 del PP, que dobla sus resultados de 2019.

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El sondeo estrella a ERC (que pasa de ganar las elecciones en 2019 con el 21,4% de los votos al 13,2% actual), a Ciudadanos (que con un 3,3% se queda muy lejos del 5% mínimo) y en menor medida a los comunes de Ada Colau (que pasan del 20,7% al 17,4%). 

En sentido contrario, eleva a los altares al PSC (que pasa del 18,4% de 2019 al 24% actual), a Junts (del 10,5% al 17,3%) y al PP (del 5% al 11,1%). Vox, con un 4,9% se queda fuera del consistorio por sólo una décima. 

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Conclusiones de la encuesta de GAD3. 

1. El PSC podría sumar con los comunes de Colau, pero no con ERC. 

2. Collboni también podría sumar con Xavier Trias, pero está por ver que esa sea la estrategia que más le conviene a Junts, que tiene la vista puesta en la batalla por la Generalitat y que tiene poco a ganar como compañero de viaje del PSC. Tampoco el alcaldable del PSC tendría fácil justificar un pacto con los de Puigdemont, por más que en la política municipal se juegue con reglas diferentes a la nacional y la autonómica. 

3. La disputa entre Junts y ERC por el liderazgo nacionalista en Barcelona se resuelve de forma abrumadora a favor de los primeros. 

4. Hasta el independentismo parece haberse cansado de vivir en una Numancia perpetua, y prueba de ello es que la CUP vuelve a quedarse fuera del consistorio. Algo que no debería sorprender teniendo en cuenta que la ciudad de Barcelona está convirtiéndose a ojos vista en un gueto de 1,6 millones de prisioneros.  

5. El PP consigue un excelente resultado que podría ser todavía mejor si los votantes de Vox optaran por el voto útil ante la posibilidad de que su papeleta acabe por no servir para nada. Esa será la batalla de Daniel Sirera durante las dos próximas semanas: demostrar la esterilidad del voto a Vox. A Feijóo le va una pequeña parte de su batalla por la Moncloa en ello. 

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Anteriores entregas de Maldades de campaña:

Día 1 de campaña: La campaña empieza en Barcelona con la tradicional pegada (de mamporros)

Día 2 de campaña: El combate del siglo: ETA y los okupas contra Joe Biden

Día 3 de campaña: A Bildu le molesta «el ruido de Madrid» y pide silencio sepulcral