IÑAKI EZKERRA, ABC 11/01/13
Encarna una nueva modalidad de Robin Hood. No robaba a los ricos para los pobres, sino a los parados para Unió.
Siempre hemos oído contar el hermoso caso del donante anónimo que, cuando se entera de que fulano está en apuros económicos, le resuelve la vida dejándole un sobre lleno de dinero en el buzón sin ningún remite, es decir renunciando a ser objeto de agradecimiento. Siempre se ha creído que esa historia era una leyenda urbana o un cuento de curas. Pero el donante anónimo existe, y Fidel Pallerols es la prueba viviente de esa generosidad discreta que no busca recompensa. Pallerols encarna una nueva modalidad de Robin Hood. No robaba a los ricos para los pobres, sino a los parados para UDC pues, como se sabe, los partidos son los verdaderos necesitados de nuestra época.
Pero era tal su humildad que lo hacía de espaldas a la propia formación beneficiaria de ese desvío de fondos, para que nadie tuviera que agradecérselo. Y fue tanta su habilidad que en UDC nunca supieron de dónde venían esas providenciales ayudas para pagar alquileres y mobiliarios. Su modestia, su capacidad de renuncia a la gloria mundana, su deseo de permanecer en el anonimato fue tan ferviente que no sirvieron de nada las investigaciones que abrió la dirección del partido. Ni el comité de personalidades de reconocido prestigio —que reclutó catedráticos de Economía y decanos de Derecho— ni el Colegio de Censores de Cuentas de Barcelona, ni el auditor de oficio que designó este último, fueron capaces de descubrir la labor abnegada de Pallerols y pusieron, por la honradez de sus cuentas, esa mano en el fuego que ahora ha quedado chamuscadilla.
A mí me parece que la prensa es muy mal intencionada. A mí me gusta, cuando se hace público un escándalo como éste, de clamorosa malversación de fondos y de impresentable mamoneo políticojurídico, analizarlo para encontrar, detrás de los titulares demagógicos, el fondo humano de la noticia, la generosidad altruista de Pallerols en este caso. Yo creo que no hay derecho a la presión y al linchamiento mediático al que se está sometiendo a hombres intachables como este empresario andorrano y sus secuaces; como los hermanos Gavaldá que controlaban el chiringuito oficial de la Dirección General de Empleo y el aparato del partido. Como Duran i Lleida, que dio heroicamente la cara por ellos, dando ejemplo testimonial de que todavía hay patriotas y gente buena en el mundo.
Después del caso del camarada Sánchez Gordillo, que atracaba supermercados para solucionar la crisis, el de Pallerols demuestra que en nuestro país hay más Robin Hoods que en el bosque de Sherwood. Y yo quiero rendir hoy un sentido homenaje a todos ellos, a todos los Robin Hoods que roban en silencio y abnegadamente por el bien de Cataluña y de España; a todos los ladrones y las ladronas, los militantes y las militantas consagrados y consagradas a estos nobles trapicheos. Si no fuera por almas desprendidas como Pallerols, que pasan por la vida sumidas en la incomprensión, ¿qué sería de nuestros partidos?.
IÑAKI EZKERRA, ABC 11/01/13