Baldoví, cabeza de lista por Compromís a las elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana, declaró el pasado martes 13 al programa de la Cuatro, Todo es mentira, el martes, que el posible acuerdo entre PP y Vox en su comunidad -ya confirmado- estaba hecho en ese momento. Baldoví no encontró mejor expresión que decir que lo que están haciendo es el paripé “Para repartirse el pastel”. El pastel debe ser el Gobierno de esa comunidad. Si se iban a repartir el pastel entre dos formaciones políticas, significa que si no se lo repartían ellos, el pastel seguiría ahí. Según el perdedor de Compromís, Baldoví, suspiraba por no poder repartirse el pastel entre PSOE y Compromís. O se lo repartía PP Y Vox o se lo repartían otros. ¿Por qué no se dejan ese lenguaje? ¿Por qué extraño procedimiento químico lo que para Baldoví es un pastel, al poco tiempo puede transformarse en otra cosa si su partido hubiera conseguido formar gobierno con PSOE? ¿No le parece a Baldoví que el Gobierno valenciano merece más respeto por su parte? El Gobierno es el Gobierno, gobierne quien gobierne. Si los políticos se refieren a los gobiernos como pastel, ¿qué espera Baldoví que piensen los ciudadanos?
“Agradezco a mi familia su comprensión por mis ausencias”. Es una frase que repiten muchos políticos cuando se retiran, los retiran o vuelen a ganar. Oyéndoles se tienen la impresión de que solo el trabajo de los políticos ofrece ausencias prolongadas del hogar familiar. ¿Qué pensarán los camioneros, los policías, los Guardias Civiles, los militares que están en el Líbano, los viajantes, los que trabajan por temporadas en lugares lejos de sus residencias habituales, los pilotos de aviones o los auxiliares de vuelo y tanta gente que tienen que alejarse de sus familias por razones laborales? Oyendo ese mantra de las ausencias, da la sensación de que la política es enemiga de la convivencia familiar. Como para que quienes lo escuchan puedan pensar en meterse en política sabiendo que se juegan su familia y la convivencia con sus hijos. ¿Cuándo dejaran de decir tonterías?
“A la gente no le importa lo que preguntan los periodistas”, repiten con frecuencia algunos políticos cuando las preguntas no tienen respuestas o les da vergüenza responderlas
“A esa pregunta ya he respondido anteriormente”, responden algunos cuando se han ido por los cerros de Úbeda. No respondieron a la primera pregunta y cínicamente responden con “ya respondí a esa pregunta”.
¿Cuándo respetarán la inteligencia de los periodistas y el tiempo de quienes escuchamos ese tipo de teatro?
“A la gente no le importa lo que preguntan los periodistas”, repiten con frecuencia algunos políticos cuando las preguntas no tienen respuestas o les da vergüenza responderlas. Según ellos, a la gente le interesa lo que al político le interesa que le interese a la gente. ¿Desde cuándo le quitaron el sitio a la pitonisa Lola? ¿De qué planeta han venido para saber lo que le interesa a la gente? Si lo supieran tendrían mayoría absolutísima y no serían una pequeña minoría. ¿Quién les ha investido de esos poderes que les permiten saber qué quiere la gente? Para ellos, ¿quiénes son la gente?
La muerte mejora mucho al muerto. Se acaba de demostrar una vez más con Berlusconi. Líderes de todo el mundo le rinden homenaje. El Papa, Mattarella, Enrico Letta, Putin se han deshecho en elogios a quien otros consideraron en vida como putero, populista, corruptor, etc. ¿Cuándo dejarán el cinismo quienes creen que su obligación es hablar bien del muerto cuando hablaron mal del vivo?.
Yolanda Díaz apela a los progresistas desanimados que sale a ganar y proclama: «España nos está esperando». Dice el diccionario que la prosopopeya es una figura retórica de pensamiento que consiste en atribuir a los seres inanimados o abstractos características y cualidades propias de los seres animados, o a los seres irracionales de las del ser humano. Cuando la líder de Sumar, porque ella lo vale, afirma que España nos está esperando, atribuye cualidades humanas a España. ¿Está hablando del Estado, del territorio que conforma nuestro país o está atribuyendo esa espera al conjunto de los españoles? ¿España los espera solo a ella y a su Confederación de Huérfanos Autónomos Españoles (CHAU) o espera también a todos los españoles? Si no habla del territorio y lo hace de los españoles, podemos decir sin temor al error que puede esperar sentada. Son millones los españoles que no piensan esperar a Sumar. Los resultados de los socios de Yolanda Díaz ajenos a Podemos han sido muy pobres. En las elecciones del pasado día 28, todos ellos han perdido votos. Los candidatos de Más Madrid, Compromís o los Comuns, impulsados por la ministra de Trabajo, han perdido cientos de miles de apoyos. A las pruebas del día 23 de julio próximo me remito para saber si debo rectificar mi aseveración.