EL MUNDO 14/09/13
· Pide una «evolución» en la relación «entre Cataluña y España», y Bono culpa al PSC de haber propiciado el «éxito» independentista.
El PSC continúa titubeando. Después de desmarcarse de la cadena humana independentista que marcó la Diada, los socialistas catalanes decidieron ayer volver a tierra de nadie. Su primer secretario, Pere Navarro, exigió a PP y PSOE pactar e impulsar un «nuevo estatus» para Cataluña.
En lo que constituyó su primer pronunciamiento tras la Diada, Navarro aseguró compartir con los participantes de la Vía Catalana «la misma inquietud» respecto a las relaciones entre Cataluña y España. Solicitó el líder del PSC una nueva pero inconcreta fórmula de encaje de la comunidad autónoma en el Estado, basada en el modelo federal que viene propugnando y que, aunque no sólo se sustente en una nueva financiación, sí vaya acompañada de más recursos para las arcas catalanas.
Navarro imitó el esperpéntico recurso empleado recientemente por Artur Mas. De igual modo que el presidente de la Generalitat cambió del catalán al castellano en medio de una comparecencia para que los periodistas de medios estatales entendieran con precisión su mensaje, el líder del PSC se trasladó al español para «decir muy claramente que es imprescindible una negociación sincera y leal sobre la nueva relación entre Cataluña y España».
La misma capacidad de entendimiento que solicitó para «los partidos políticos del conjunto de España» pidió para el Gobierno y la Generalitat. En su papel de mediador, emplazó a los independentistas y a los promotores de la unidad de España a que «no miren hacia otro lado» si quieren acometer la «necesaria evolución» en sus relaciones y frenar el «gran malestar», que Navarro percibe en Cataluña tras haber presenciado la exaltación soberanista que se produjo el miércoles durante la Diada.
«No sirve que las partes se enroquen. Que el Gobierno se enroque en la Constitución ni que el Govern se enroque diciendo que la otra parte no escucha», desarrolló el primer secretario de los socialistas catalanes. Navarro continuó mostrándose, así, a favor de la celebración de la consulta legal y acordada, pero valoró como un «error» el poner fechas sobre cuándo se debe convocar. Criticó el líder del PSC la «obsesión por la fecha» y sugirió que sólo debería existir premura para empezar un diálogo real que aplaque la confrontación creciente y ofrezca una salida consensuada al conflicto.
La postura del PSC en torno al soberanismo propició ayer las críticas de una de las voces que más ha cuestionado el papel de los socialistas catalanes ante esta cuestión. Después de un silencio prolongado, el ex ministro José Bono otorgó al socialismo catalán «gran parte de culpa» de que Cataluña se encuentre «a las puertas de la independencia». Bono achacó esta circunstancia al maridaje del PSC con ERC durante los años del tripartito. Recordó el ex presidente del Congreso cómo durante la presidencia de Pasqual Maragall «la fiesta identitaria» era la prioridad «número 24» de los catalanes.
Sugirió Bono a los partidos políticos, en una velada referencia al PSC, que digan «claramente lo que piensan» puesto que defender la unidad de España «no es algo franquista, ni facha, sino importante para garantizar la igualdad de los españoles». Así, remarcó que desde la izquierda «no se puede defender ningún planteamiento ni independentista ni nacionalista por ser insolidario».
Lo contrario es lo que, sustentó Bono, esté propiciando que no haya que extrañarse de que el sentimiento independentista haya crecido y de que la cadena humana fuera «un gran éxito» para sus organizadores.
EL MUNDO 14/09/13