Pere Navarro reta a Carme Chacón

El primer secretario del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Pere Navarro, lanzó ayer un desafío en toda regla a la ex ministra Carme Chacón, advirtiéndole de que o asume la apuesta de su partido sobre el denominado derecho a decidir o no será candidata en las próximas elecciones.

Navarro, de esta forma, elevó el nivel de enfrentamiento entre el PSC y su cabeza de lista por Barcelona en las dos últimas elecciones generales, tras no haber cumplido el mandato de su partido en la votación del Congreso de los Diputados del pasado martes, que era estar a favor de dos resoluciones del Debate del estado de la Nación que defendían este supuesto derecho.

Chacón, en lugar de votar a favor como hicieron los otros 13 diputados del PSC en el Congreso -que, a su vez, rompieron la disciplina de voto del Grupo Socialista, que había pedido el voto en contra-, optó por no votar.

La diputada catalana ya puso su cargo a disposición de Navarro, pero éste no le pidió que lo abandonara directamente, aunque ayer dio muestras claras del enfrentamiento que existe entre la actual dirección del PSC y Chacón.

Así, Navarro afirmó en una entrevista en Efe que «es evidente que el candidato que debamos elegir, cuando toque, tiene que aceptar y defender el programa electoral del PSC. Y nosotros estamos comprometidos con la defensa del derecho a decidir en una consulta, como un principio democrático».

Navarro indicó que desconoce qué motivos tuvo Chacón para romper el mandato del PSC, pero mandó un nuevo mensaje envenenado a la diputada socialista: «El objetivo del PSC no es liderar el PSOE», por lo que circunscribió la actitud de Chacón «a una cuestión personal».

El enfrentamiento es claro y abierto, pero con muchas aristas. De hecho, el PSC no ha querido sancionar a Chacón por su indisciplina en la votación. De momento. La revancha por no acatar las órdenes del partido es un plato que el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, piensa comerse frío. Lo hará dentro de tres años cuando toque elaborar las listas para las elecciones generales. Chacón, prácticamente, puede despedirse de repetir como número uno por Barcelona.

Desde el PSC se recuerda que se presentó a las elecciones autonómicas del pasado 25 de noviembre con una demanda clara: que en Cataluña se celebre una consulta legal y vinculante sobre la secesión. La proclama no dio buenos resultados: los socialistas obtuvieron sólo 20 escaños, el peor resultado de su historia, y pasaron a ser la tercera fuerza política del Parlament por primera vez y por detrás de CiU y ERC.

Pero el PSC insiste. Por eso, Navarro llamó el lunes a los 14 parlamentarios de su partido en el Congreso a desmarcarse del PSOE y a romper la disciplina de voto para apoyar una propuesta de resolución que defendía sus postulados, aunque fuese presentada por CiU.

Todos los diputados obedecieron a Navarro. Todos, menos Chacón. La ex ministra de Defensa, que aspiró y quizá todavía aspira a liderar el PSOE, se desmarcó de las directrices de su partido y no votó. Navarro le telefoneó y le invitó «a reflexionar».

Fuentes del partido explicaron que esperaban que la ex ministra diera un paso por iniciativa propia. Un paso consistente en renunciar realmente al escaño o en dejar de militar en el PSC para darse de alta en el PSOE. Los socialistas catalanes son conscientes de que no pueden obligarla a renunciar a su acta de diputada, aunque el deseo es que se vaya como diputada.

Chacón, pasadas unas horas tras las declaraciones de Navarro, optó finalmente por contestar -de nuevo a través de Efe- al líder su partido: «Nunca en la vida se me pasará por la cabeza presentarme a unas elecciones con un programa electoral en el que no crea», dijo.

La ex ministra ya aclaró que tomó su decisión primando «sus convicciones» a la «disciplina de partido», y aseguró que no contribuirá en nada que pueda significar separar a Cataluña de España.

A todo esto, al PSOE le han entrado ahora las prisas por buscar un nuevo protocolo de relación con el PSC que, en ningún caso, pasa por romper las relaciones. Será el propio Alfredo Pérez Rubalcaba quien se ponga al frente de esta negociación, directamente con Pere Navarro, porque se considera un asunto de la máxima importancia. En los segundos niveles, serán también los máximos dirigentes del partido, Elena Valenciano y Óscar López, quienes estén en la negociación.

El negociador por parte del PSC será el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, uno de los hombres fuertes del partido.

Una de las peticiones que formulará Balmón será la de que el PSC vuelva a tener presencia en la dirección del grupo parlamentario socialista en el Congreso. Los catalanes se han quedado fuera después de que Rubalcaba echase a José Zaragoza por romper la disciplina de voto.

Al parecer, el PSC no recuperará su vieja reivindicación de tener grupo propio en el Congreso, pero sí demandará poder votar de forma autónoma cuando se trate de cuestiones que afecten a Cataluña, tal y como ocurrió el pasado martes en el Pleno.

EL MUNDO 01/03/13