PNV y Bildu ahondan sus diferencias tras descartar ir en coalición al 20-N

DIARIO VASCO, 7/9/11

Los jeltzales argumentan que la prioridad es «sentar las bases para una paz definitiva». La izquierda abertzale, EA y Alternatiba replican que la negativa peneuvista «es una decepción que no entiende la sociedad»

Fue la crónica de un desencuentro anunciado. Ambas partes conocían de antemano la respuesta de su interlocutor por lo que la reunión no fue más que un trámite para oficializar lo que ya se sabía. Que el PNV rechaza «de forma clara y directa» la propuesta de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba para concurrir en coalición en las generales del 20 de noviembre. Los peneuvistas trasladaron a los integrantes de Bildu que la prioridad ahora debe ser «asentar definitivamente la paz» y el «cese definitivo de ETA». La coalición soberanista, por su parte, consideró una «grandísima decepción» la negativa del PNV, que la sociedad vasca «no va a entender».

Los principales dirigentes del PNV, con Iñigo Urkullu y Joseba Egibar, a la cabeza, encabezaron la delegación jeltzale. En el otro lado de la mesa se sentaron Rufi Etxeberria y Jone Goirizelaia (izquierda abertzale), Pello Urizar e Iñaki Alaba (EA) y Oskar Matute y Amaia Agirresarobe (Alternatiba). Las posturas estaban claras de salida por lo que no hubo ninguna posibilidad de acuerdo, según fuentes de ambas partes próximas a la reunión. El PNV reprochó a los miembros de Bildu que basaran su oferta en el documento de 2009 del debate interno del mundo de Batasuna, en el que se acusa al actual Euzkadi Buru Batzar de compartir un planteamiento de «mera reforma del ámbito actual» fundamentado en la «minorización de la izquierda abertzale». Asimismo, los peneuvistas consideraron que la oferta de alianza para el 20-N se inspira en ese documento que habla de acumular fuerzas «condicionando la estrategia» del PNV, según los medios consultados.

Los jeltzales creen que mediante la entente soberanista los miembros de Bildu tratan de «ocultar» su responsabilidad para favorecer el final definitivo de la violencia y la consolidación de un escenario de paz definitiva en el que el PNV también defiende la legalización inmediata de Sortu.

Todos estos planteamientos fueron considerados una mera excusa por la izquierda abertzale, EA y Alternatiba, que entienden que el PNV no prioriza en Madrid la defensa de la autodeterminación sino la consecución de otro tipo de contrapartidas políticas con el Gobierno de turno, según fuentes de la coalición soberanista. Las sensibilidades agrupadas en Bildu no entienden que el PNV esté dispuesto a encontrarse con ellos en Madrid, después del 20-N, en defensa del derecho a decidir y ese acuerdo «no puede darse desde ya» antes de los comicios. Pese a que el encuentro duró una hora y tres cuartos, no se abordó en él ningún otro aspecto de la coyuntura política actual, coinciden fuentes de ambas partes, sino que se limitaron a exponer los argumentos en favor o en contra de la entente soberanista.

Distinto análisis

Tras la reunión, ambas partes comparecieron ante los medios y pusieron voz al desencuentro. El dirigente del PNV Joseba Egibar insistió en que «la prioridad hoy por hoy pasa por asentar el escenario de paz, hace falta el cese definitivo de ETA y que Sortu conozca la legalidad ante del 20-N». El presidente del Gipuzko Buru Batzar reiteró también la «disposición absoluta y abierta» del PNV a participar con Bildu en iniciativas puntuales que se puedan dar en el Congreso y el Senado en el futuro en torno al derecho a decidir de los vascos.

El burukide denunció que no se trata de una propuesta sincera de Bildu , ni con una «base sólida», sino de una iniciativa de corte «estratégico-electoral» por parte de la izquierda abertzale o, incluso un «subterfugio» que busca «tapar determinadas carencias que se pueden estar produciendo en el desarrollo del proceso de paz».

En este sentido, opinó que la izquierda abertzale podría buscar esta alianza electoral para que ETA «pueda colgar su anuncio (de fin definitivo de la violencia) en una determinada percha política». Así explicó que «uno puede pensar» que la decisión de cese definitivo de la violencia por parte de ETA «esté tomada» pero, como el Estado «no mueve pieza» y «no se han cubierto las expectativas creadas» con los movimientos realizados hasta ahora por la izquierda abertzale, se busque ahora esta alianza. «Mal anda la izquierda abertzale si necesita estos encuentros y determinadas posiciones para justificar su propia estrategia», resumió.

Egibar insistió en que la izquierda abertzale tiene la «responsabilidad intransferible» de hacer el tránsito del escenario en el que se combinaba la estrategia político-militar a una estrategia «estrictamente político-democrática» sin «sumar» al PNV. «Lo que venían a buscar ya lo han tenido», dijo Egibar, quien calificó la reunión de «muy directa, dialéctica y argumental».

«Momento histórico»

Por su parte, la representante de la izquierda abertzale Jone Goirizelaia consideró que el «momento histórico merece y merecía una respuesta de otras características» a la dada por el PNV. Goirizelaia aseguró que la «decepción» al rechazo a esta coalición ha provocado en ellos es «trasladable a toda la sociedad de Euskal Herria». Añadió que a pesar de todo, Bildu va a insistir en su planteamiento de coalición porque según sostuvo, cree que «es posible», aunque en principio no hay previstas más reuniones con el PNV y es bastante complicado que vuelvan a sentarse en la mesa para hablar de este asunto.

Pese a ello, la coalición soberanista no renuncia a sumar al PNV. En ese sentido, Goirizelaia emplazó a los jeltzales a «repensar el contenido de nuestra conversación, que vuelvan a analizarlo y lo vuelvan a tomar en consideración», porque «el momento político es importante y merece una respuesta como pueblo». La dirigente aber-tzale precisó, además, que la oferta electoral no giraba «única y exclusivamente en relación con el derecho a decidir».

Así las cosas, la unidad electoral de fuerzas soberanistas estará formada, finalmente, por la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y Aralar, que aprobó el sábado sumarse, aunque le falta el trámite del congreso del día 17. La coalición electoral tendrá una nueva denominación que no será Bildu, como ya adelantó este periódico en agosto. Sus miembros buscan candidatos con un perfil independiente y aspiran a conseguir un grupo vasco en Madrid, para lo que necesitan al menos cinco escaños y conseguir el 15% de los votos en las circunscripciones en que se presente.

DIARIO VASCO, 7/9/11