EL CORREO 08/02/13
· La Diputación gestionará un presupuesto de 6.578 millones de euros, 123 menos que el pasado ejercicio.
GERNIKA. Bizkaia ya tiene presupuesto para 2013. Tras casi tres meses de trámites administrativos y negociaciones políticas, las cuentas de la Diputación vieron ayer la luz avaladas por el pacto PNV-PP. En un pleno de trámite, con todas las posturas fijadas de antemano, las Juntas Generales aprobaron un proyecto económico repleto de ajustes. El Ejecutivo territorial gestionará durante el presente ejercicio 123 millones menos que en 2012, un síntoma evidente de que la crisis también golpea con fuerza al territorio. Con una interminable lista de recortes sobre la mesa, jeltzales y populares defendieron el acuerdo asegurando que su unión «puntual» supone un ejercicio de «responsabilidad social». Bildu y PSE votaron en contra profiriendo duras críticas contra lo que calificaron como «el abrazo de las derechas». Tampoco pasaron por alto que la negociación de las cuentas se haya podido realizar fuera del territorio en el marco de un acuerdo institucional mayor. «Este presupuesto sirve para poner aceras en Vitoria», lamentaron.
La Diputación dispondrá de 6.578 millones de euros, un 4,3% menos que el pasado año. El descenso de la recaudación de tributos se presenta como la primera causa, aunque no la única, de unos recortes que afectarán a todos los departamentos forales. La caída presupuestaria oscilará entre el 2,7% de Acción Social, que sigue siendo el buque insignia de la gestión foral, al abarcar casi la mitad del presupuesto total, y el 25,8% que perderán Cultura y Medio Ambiente. Por primera vez, todas las áreas ven reducida su disponibilidad monetaria en un plan que prioriza el gasto social, el empleo, el mantenimiento de la los servicios básicos y la inversión pública. «La crisis nos obliga a establecer prioridades», justificó ayer el juntero del PNV Jon Andoni Atutxa.
La necesidad de priorizar ya fue advertida por el diputado general, José Luis Bilbao, el pasado 15 de noviembre en la presentación del anteproyecto económico, que se ha llevado por delante iconos de la gestión foral como los viajes Adineko. «Vivimos la situación económica más difícil de la última década», añadió Bilbao. Su equipo inició los contactos con el resto de partidos con representación en las Juntas la segunda semana de diciembre, aunque la búsqueda de alianzas quedó supeditada únicamente al PP a las primeras de cambio. Más si cabe cuando los populares reclamaron a los jeltzales su apoyo en el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava para poder sacar adelante sus respectivas cuentas.
«No podemos felicitarles»
Tras semanas de incertidumbre, el pacto de Bizkaia se rubricó el 25 de enero, horas después de que el presupuesto superara las enmiendas a la totalidad presentadas por Bildu y PSE. El acuerdo permite a los populares incluir una decena de propuestas en las cuentas valoradas en 5,5 millones de euros. Las 117 alegaciones presentadas por el resto de fuerzas decayeron. «El PP mejora el presupuesto en un 0,38%, no podemos felicitarles porque consideramos que
las cuentas son malas. Mantienen la incertidumbre y dejan sin apoyo a los sectores más débiles», lamentó ayer el portavoz socialista en las Juntas, Iñaki Egaña, que no escatimó en reproches para el PNV. «Fían todo a un acuerdo partidista e institucional en vez de concitar acuerdos políticos en un momento tan complicado», zanjó, tras lamentar que las cuentas «no aciertan con las prioridades».
Las «formas» con las que el equipo de gobierno de la Diputación ha llevado a cabo la negociación presupuestaria tampoco han gustado en Bildu. «El PNV ha conducido una apisonadora. Ha sido un espectáculo lamentable, han sustraído el debate, han alargado los plazos sin explicación y han desoído a la ciudadanía y a los agentes sociales», señaló la juntera Irune Soto, representante de la coalición soberanista. Más allá del ritmo que hayan tenido las negociaciones, el grupo nacionalista también ha sufrido un ‘terremoto’ institucional las últimas semanas. En apenas unos días, el PNV padeció el fallecimiento de la juntera Idoia Mendiolagaray y la marcha de Juan María Aburto al Gobierno vasco. Los trámites para cubrir ambas bajas se prolongaron más de lo esperado y los jeltzales tuvieron que frenar el inicio de los plenos –dos– presupuestarios al encontrarse en minoría.
Error en la votación
Superadas las adversidades, y tras cincelar el pacto, el grupo nacionalista defendió ayer «la legitimidad» del acuerdo alcanzado con el PP. «Es tan válido como el que firmó el PSE con los populares para llegar al Gobierno vasco», defendió Jon Andoni Atutxa, antes responder a Bildu asegurando que las enmiendas presentadas por los abertzales son «incoherentes» y «una copia de lo que hacen en Gipuzkoa».
EL CORREO 08/02/13
La portavoz del PP en la Cámara vizcaína, Esther Martínez, puso la rúbrica a un debate que se prolongó por espacio de dos horas. «Tarde, pero aprobamos las cuentas. No ha sido fácil, pero la prioridad ha sido Bizkaia y las personas», indicó Martínez, tras congratularse de que sus enmiendas ayuden «a los dependientes, los desahuciados, los mayores…». La abstención de los 8 apodeados populares permitió al PNV imponer su mayoría simple –21 escaños contra los 20 que sumaban PSE y Bildu en una sesión en la que faltaron el jeltzale Koldo Mediavilla y el socialista Tontxu Rodríguez. La votación final no estuvo exenta de suspense. El error de un juntero nacionalista, que no pulsó el botón a tiempo, hizo que el primer recuento de sufragios arrojara un empate entre ‘síes’ y ‘noes’. Se solucionó al instante repitiendo el trámite.