En el acto, que se celebrará hoy en Bilbao, participará, además de Andoni Ortuzar y Arnaldo Otegi, el PSE-EE, socio de los nacionalistas en casi todas las instituciones vascas. La convocatoria, impulsada desde Francia y organizada en el País Vasco por el sindicato nacionalista ELA, ha dejado de lado al PP vasco, al que ni siquiera se le trasladó ni su celebración ni los borradores que desde el pasado domingo se han cruzado entre los partidos y sindicatos que participarán en esta declaración.
«Es un salto cualitativo en la estrategia contra el PP para que desaparezca cuando se produce el fin de ETA», lamentó el portavoz parlamentario y presidente de los populares en Guipúzcoa, Borja Sémper, que como el resto de sus compañeros conoció la convocatoria del acto a través de los medios de comunicación.
Eso a pesar de la buena sintonía actual entre el PP y el PNV. Los populares vascos han garantizado la aprobación de los primeros presupuestos del Gobierno de Urkullu. De forma paralela, en Madrid se están negociando los Presupuestos Generales para este año y los nacionalistas ya han conseguido que Rajoy impidiera que el Tribunal Constitucional abortara la Ley Municipal de Euskadi, el soterramiento del Tren de Alta Velocidad y que haya dos promociones de la Ertzaintza con 500 agentes. Ayer mismo se conoció además que se ha rebajado el cálculo del Cupo vasco en 300 millones de euros respecto al incluido en los anteriores Presupuestos.
«Abochorna y avergüenza el papelón de partidos serios ante el desarme, es una estrategia poco seria y humillante para la sociedad vasca», insistió Sémper ante la maniobra política en la que, además de PNV, PSE-EE y EH Bildu, también participarán con sus máximos representantes Podemos Euskadi y Podemos de Navarra, Geroa Bai y los sindicatos nacionalistas ELA y LAB.
Los socialistas justificaron su presencia como otro gesto para facilitar el fin de ETA, aunque será la parlamentaria Rafaela Romero quien se siente junto a Otegi y no la líder del PSE, Idoia Mendia. También los sindicatos UGT y CCOO enviarán representantes de sus direcciones, pero reservarán al secretario general ugetista de Euskadi, Raúl Arza, y a Unai Sordo, líder de CCOO en el País Vasco y próximo secretario general español.
La declaración de hoy, en la que se no admitirán preguntas, se produce sólo 24 horas después de que el Gobierno vasco anunciara que seguirá realizando gestiones discretas como «puente» entre los artesanos de la paz y la Comisión Internacional de Verificación, a la que el lehendakari Urkullu ha atribuido el papel de certificar la veracidad del desarme.
El portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, aseguró que el Ejecutivo hará «comprobaciones para procurar que la entrega haga referencia a un volumen de material que ofrezca credibilidad». Sin embargo, ni el portavoz ni el lehendakari han explicado cómo y quién llevará a cabo esas «comprobaciones» sobre el arsenal que ETA comunicará a los mediadores internacionales.
Sí aclaró Erkroeka que el Gobierno vasco no participará en los actos que se celebrarán el sábado en Bayona con motivo del desarme de ETA.