EL CORREO – 17/07/14
· El mediador, que viajó a Euskadi junto a McGuinness, constata el bloqueo de la situación y pide aportaciones para agilizar el final de la banda terrorista.
LAS CLAVES
· Gobierno vasco Fernández sustituyó en la reunión a Urkullu, que declinó acudir al no traer Powell grandes novedades.
· Futuro El mediador y McGuinness pidieron aportaciones para reactivar el proceso de paz antes del fin del año.
El mediador británico Jonathan Powell exploró ayer en Euskadi con las formaciones políticas y el Gobierno vasco posibles vías para acelerar el cierre definitivo de los flecos pendientes del final de ETA. Acompañado del viceprimer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, Powell pidió en Bilbao a los distintos partidos aportaciones para salir, antes de que acabe este año, del impasse en el que, según constató, se encuentra el proceso para consolidar la paz en el País Vasco. Sin embargo, las formaciones interlocutoras hicieron un balance desigual de la jornada. Así, mientras Sortu consideró imprescindible «abrir un proceso de diálogo entre partidos sin condiciones, con el objetivo de llegar a acuerdos», PNV y PSE-EE coincidieron en trasladar a Powell la necesidad de que la izquierda abertzale, ETA y los presos den más pasos para que pueda haber avances que desbloqueen la situación.
En esta línea incidió también el Gobierno vasco, representado por su secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, tras la negativa del lehendakari a acudir tras conocer que los facilitadores no traían «novedades» sobre cuestiones como el desarme.
Con su cuartel general establecido en el hotel Carlton de Bilbao, el principal facilitador internacional en el caso vasco desplegó una intensa agenda de reuniones en las apenas 24 horas que permaneció en la capital vizcaína. Comenzó a las nueve de la mañana en la sede del PNV de Sabin Etxea siendo recibido por el presidente del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar, y el burukide Joseba Aurrekoetxea. Posteriormente, en distintos hoteles de la ciudad, se reunió con el resto de fuerzas. Los dirigentes de Sortu Hasier Arraiz, Rufi Etxeberria y Urko Aiartza, este último senador de Amaiur, fueron los únicos que se dejaron ver a la llegada. El secretario de Organización del PSE-EE, Rodolfo Ares, acompañado de Jesús Loza, eludió a las cámaras entrando por el garaje del hotel. La diputada de la formación navarra Geroa Bai, Uxue Barkos, y políticos vascofranceses fueron otros participantes en la ronda de contactos. Por la tarde fue el turno del secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno vasco.
Posibles pasos
El que fuera jefe de gabinete del exprimer ministro británico Tony Blair y el dirigente del Sinn Féin analizaron con las distintas formaciones vascas los pasos que se pueden dar antes de final de año para desbloquear el proceso de paz en Euskadi y acelerar el cierre del desarme y la solución para los presos de ETA, según fuentes conocedoras de los encuentros.
Los facilitadores internacionales constataron «el estancamiento del proceso de paz», ahondado por el gesto de desarme de ETA del 21 de febrero de este año, que decepcionó a los diferentes agentes políticos e institucionales por su escasa entidad, e incluso debilitó la credibilidad de los verificadores internacionales. De hecho, una de las razones que llevaron al lehendakari a no acudir a la cita de ayer fue que salió escaldado de aquella última experiencia, con una escenificación de ETA ante los verificadores internacionales que no satisfizo a Iñigo Urkullu.
En este sentido, Powell no ocultó a los partidos su deseo de que el proceso vasco hubiera transcurrido a un «mayor ritmo», aunque se mostró muy diplomático al no querer poner el peso de la responsabilidad ni en el Gobierno español ni en ETA, según las fuentes consultadas.
El facilitador inglés se centró, por ello, en sondear con los partidos la posibilidad de abordar iniciativas para desbloquear la actual situación del proceso en Euskadi. Para ello, explicó pormenorizadamente, con la ayuda de McGuinness, los diferentes pasos que se dieron en el proceso de paz de Irlanda del Norte, uno de los espejos en que siempre se ha mirado la izquierda abertzale. Esta alusión al Ulster sorprendió a algunos de los interlocutores. En cualquier caso, todos los partidos consultados mostraron su disposición a ayudar a consolidar un «proceso de paz» que para los mediadores sigue en marcha.
En este sentido, tanto PNV como PSE-EE pusieron el foco en Sortu y ETA, recordando a Powell que el proceso vasco de paz se basa en la «unilateralidad» y que corresponde a la izquierda abertzale, la organización armada y sus presos seguir avanzando en cuestiones como la autocrítica por la violencia del pasado.
El único que se pronunció públicamente una vez acabados los encuentros fue Sortu. La formación independentista agradeció a Powell y McGuinness su implicación y resaltó que, «por encima de todos los obstáculos el proceso de resolución del conflicto, el proceso de paz y normalización política sigue adelante, en especial, porque así lo quiere la mayoría social de este país, porque la sociedad vasca está empujando y trabajando en este sentido».
Una revisión crítica
Fuentes del PSE-EE sí que destacaron, por su parte, que quienes tienen que dar «los pasos más significativos» son ETA y la izquierda abertzale. Los socialistas insistieron en que la banda debe dar pasos hacia su desarme y disolución, mientras que, tanto ETA como Sortu, deben reconocer «su responsabilidad» en el pasado y realizar una revisión crítica, añadieron desde este partido.
Entre quienes no participaron estuvo el PP vasco, que endureció ayer de nuevo su discurso. Así, señaló que los «denominados mediadores internacionales ya hicieron bastante el ridículo» con «la pantomima de desarme» de ETA, por lo que rechazaron de nuevo la invitación de Powell para reunirse.
Una vez finalizados los encuentros, los mediadores podrían hacer públicas hoy sus conclusiones, aunque este extremo no está confirmado. En cualquier caso Powell trabajará con las aportaciones recibidas ayer para intentar poner en marcha nuevas iniciativas en los próximos meses para avanzar.
EL CORREO – 17/07/14