EL MUNDO – 27/05/17
· Considera que se trata de «una movilización legítima»«Lo que nosotros defendemos, tantoen Cataluña como en España, es que tiene que ejercerse el derecho a decidir», afirma Iglesias.
· Podemos dio ayer su aval político a la Generalitat para convocar un referéndum unilateral de independencia en Cataluña en los primeros meses del otoño.
· Un apoyo que se produce a pesar de que el Gobierno, los principales partidos nacionales y la Justicia se oponen frontalmente por considerarlo un acto ilegal que vulnera los principios fundamentales de la Constitución.
Sin embargo, la formación se desmarca de ese consenso y ampara las acciones que pudiera emprender el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que lleva tiempo amenazando al Estado con imponer el camino unilateral ante el portazo del Gobierno a negociar una consulta pactada. En este punto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, justificó ayer que la vía del referéndum unilateral sería una «movilización legítima». Una afirmación de complicidad que también secunda la federación de Podemos en Cataluña, que llama a una «participación masiva» en él.
A pesar de su aval a la vía Puigdemont, Iglesias insistió en que su posición oficial es que la única manera de resolver el conflicto catalán es mediante una consulta acordada entre todas las partes para que tenga efectos jurídicos. Algo que Podemos reconoce que no tendría el referéndum unilateral ideado por el president y sus socios en el llamado procés, ERC y la CUP.
En una entrevista en RAC1, el líder de Podemos abogó en todo caso por que la situación no llegue a ese extremo y que el Gobierno y la Generalitat negocien antes una consulta con todas las garantías. Así, insistió en ponerse del lado de la Generalitat al exigir a Mariano Rajoy que acepte el derecho de autodeterminación en Cataluña, para que se vote en los próximos meses. «Lo que nosotros defendemos, tanto en Cataluña como en España, es que tiene que ejercerse el derecho a decidir», remarcó Iglesias.
A su juicio, éste sólo se puede ejercer mediante un «referéndum legal, que sea reconocido internacionalmente y que tenga efectos jurídicos». La vía Puigdemont–considera Iglesias– sería «una movilización legítima», pero carente de cualquier consecuencia legal.
El término «legítimo» no sólo estuvo ayer en boca de Iglesias para hablar de la consulta unilateral sino que también lo estuvo en la de Xavier Domènech, uno de los referentes de Podemos en Cataluña. «Ante la respuesta represiva del PP, evidentemente hay legitimidad para ejercer desafíos democráticos», aseguró el líder de Catalunya en Comú, que llamó a combatir el «cierre absoluto» del Gobierno de Rajoy al referéndum pactado acumulando fuerzas y apoyos en favor del derecho a decidir en Cataluña y el resto de España.
Un elemento importante que aportó Domènech y no Iglesias para apoyar la consulta unilateral es que cumpla una serie de requisitos. «Esto hay que hacerlo bien», subrayó. Y señaló que quiere saber hasta qué punto se considerará un referéndum efectivo, si tendrá apoyo internacional, si interpelará a todos los catalanes, si protegerá a los trabajadores públicos o cómo actuarán los Mossos d’Esquadra. Por todo ello, su formación Catalunya en Comú –que aglutina a los comuns de Ada Colau, ICV, EUiA y críticos de Podemos– tomará una primera posición «a la espera de saber más cosas» en una reunión que tendrá lugar en la primera semana de julio. Ahí decidirá qué defenderá respecto a la posible convocatoria para septiembre u octubre.
Mucha más prisa se ha dado Podemos en Cataluña que, tras apearse de su integración en el partido de Domènech, ha establecido su propia hoja de ruta para fijar una posición. Por lo visto ayer, las declaraciones de Iglesias están alineadas con la postura que viene defendiendo su federación catalana en los últimos días. Y es que su líder, Albano Dante Fachin, definió también el referéndum unilateral como un «acto de movilización popular».
Aun así, la dirección de Podemos en Cataluña ha querido plantear directamente a sus militantes la pregunta de qué hacer si se consumara el desafío de Puigdemont. Así, va a someter a debate en los círculos del partido hasta el 9 de junio tres escenarios de respuesta: uno, rechazar cualquier referéndum sin acuerdo con el Estado; dos, participar en su convocatoria pero entendido como un «acto de movilización popular» aunque no sea vinculante; y, por último, reconocer el referéndum unilateral como vinculante y «válido» en «toda regla» si cuenta con una participación masiva de la ciudadanía
La posición de la dirección catalana de Podemos es el segundo escenario, el de entender la consulta unilateral como «un acto de movilización cívica, popular y de empoderamiento social», en el que se animaría a la participación. «Debemos sumarnos a la movilización ciudadana para reclamar este derecho», dijo el otro día Fachin, «aunque no estemos ante el referéndum que necesita Cataluña.
De vuelta a Iglesias, el posicionamiento político que ha hecho al calificar la consulta unilateral como una «movilización legítima» culmina una semana en la que ha tenido la oportunidad de reunirse cara a cara con el president de la Generalitat, con quien departió el pasado lunes acerca del referéndum y de la moción de censura. De hecho, después de la reunión acudió a escucharle a la conferencia que pronunció a favor de su propuesta en una de las salas del Ayuntamiento de Madrid.
En su encuentro, Iglesias se afanó por convencer a Puigdemont para que su partido, el PDeCAT, apoye la moción de censura de Podemos contra Rajoy, con la promesa –como ya le hizo a ERC– de mantener su defensa de un referéndum legal y con efectos jurídicos. De allí salió el compromiso de establecer un equipo mixto de trabajo para abordar este asunto.
Asimismo, una de las cosas a las que instó al president fue a que acudiera al Congreso para defender su propuesta de referéndum y debatir el encaje de Cataluña en España. Iglesias cree que sería «un avance».
En su compromiso por el referéndum pactado, Iglesias dejó ayer dos mensajes. Uno al Gobierno, al que advirtió de que estará enfrente de «cualquier medida represiva frente a una movilización política» –alertó de que ve al PP capaz de «cualquier cosa», como el uso de la «fuerza»–. Y, el otro, a Pedro Sánchez, a quien dijo que cualquier acuerdo con Podemos pasa por un referéndum en Cataluña.
EL MUNDO – 27/05/17