ANTONIO ROBLES, LIBERTAD DIGITAL – 13/02/15
· Hablar de Podemos es sumamente arriesgado. Lo que vale para hoy puede no servir para mañana. Como el ser analógico en Aristóteles, se puede predicar de muchas maneras. Al fin y al cabo, su nombre es un eufemismo adaptable a las pasiones del descontento. Podemos sólo es un golpe fonético sin más sustancia que las convicciones de cada cual. Puede ser cualquier cosa. De ahí su aceptación, de ahí la imposibilidad de saber cuál es su sustancia. Pero, ¡ojo!, quien administra esas emociones tampoco parece saber a dónde va, aparte de lograr poder. El pelotazo les ha venido tan de sopetón, que el juego de tronos en que estaban entretenidos en sus cátedras universitarias, les ha montado en una montaña rusa que no controlan. Aunque lo parezca. Desconfíen de su seguridad, es pura fachada.
Han quedado al descubierto en cuanto se han empezado a concretar los diferentes poderes autonómicos. Puede que Pablo Iglesias diera la sensación en su mitin del pasado diciembre en Barcelona que no estaba de acuerdo con el derecho a decidir unilateral, puede que fuera sincero cuando lanzaba a sus huestes contra la casta catalana, puede que diera la sensación de no querer jugar envuelto en la estelada, pero en cuanto han irrumpido los entristas del nacionalismo en su formación, tal discurso es pura casquería verbal. Y lo más sangrante es que lo hacen con el apoyo de la dirección nacional frente a otras opciones no nacionalistas, que son rechazadas por… ¿españolas? Ni lo saben. Es la reedición sin fin del progresismo de izquierdas acomplejado ante el exotismo de la plurinacionalidad de las periferias nacionalistas. PSUC y PSC son los modelos. En Madrid siguen sin enterarse, aunque se crean tan enterados.
Lo advertía en «El Lerroux de Vallecas (II)»: «No deben temer los secesionistas, puede que Pablo Iglesias no respete a la casta nacionalista, pero está a punto de darles todo el poder en Cataluña». Desgraciadamente la advertencia no ha tardado ni dos meses en cuajar. La prueba, las biografías de los candidatos apoyados por la dirección de Podemos en las diferentes comunidades autónomas mal llamadas «históricas» y su posición política en la organización territorial del Estado: Gemma Ubasart, por Cataluña; Roberto Uriarte, por el País Vasco; Breogán Rioboo, por Galicia; y Toni Bennàssar, por Baleares acaban de lanzar un manifiesto en el que calcan hasta en el tono las tesis nacionalistas. Nada que ver con las vibraciones que Pablo Iglesias transmitió en su mitin en Barcelona el pasado 21 de diciembre. Por eso les digo que el ser de Podemos es analógico, se puede predicar de muchas maneras, según por quién sea predicado, en qué circunstancias y en función de qué objetivos. Creo que dar hoy nuestro voto a Podemos es más azaroso, y puede que más peligroso, que jugar a la ruleta rusa. No va con segundas.
A lo que iba, en ese manifiesto a favor de la autodeterminación donde dejan sentado que «aquellas naciones que quieran irse [de España] puedan hacerlo» aspiran a lograr lo que el terrorismo de ETA o el derecho a decidir de Artur Mas no han conseguido. En cuestiones territoriales conciben al «Estado español como país de países», “plurinacional, pluricultural y plurilingüístico” con derecho a la secesión unilateral. En materia económica, derecho al control de “su propia financiación”, regido por el “principio de ordinalidad y por el principio de asimetría”. Hay que reconocer que la igualdad comunista aquí la olvidan a favor del capitalismo territorial. Pelillos a la mar, no nos pongamos escrupulosos. En materia cultural y lingüística: “Blindaje de la inmersión lingüística”, y oficialización de las lenguas regionales en toda España. “Revisión de los planes educativos para superar la visión homogeneizadora de la historia del Estado”. Vamos, para quien no lo coja, acabar con la historia común de España de las escuelas. Como si tal cantonalismo no estuviera ya implantado. Y en un alarde de internacionalismo, promueven la «plurinacionalidad en la arena internacional». Vete tú a saber qué quieren decir estos cantonalistas/internacionalistas, ¿quizás que todas las comunidades autónomas tengan igual rango nacional o de Estado en el plano internacional? En fin, interpreten ustedes cómo Podemos les dé a entender.
Escribo desde Cataluña. El poder de Podemos en esta comunidad se concretará a las 12 de la noche de mañana viernes, 13 de febrero de 2015. A esa hora se dará por terminado el proceso de primarias autonómicas. Tres candidaturas luchan por imponer sus tesis. La que sale con ventaja es la oficialista, Es Clar Que Podem, encabezada por la nacionalista, Gemma Ubasart, amiga personal de Pablo Iglesias, coautora del manifiesto por el derecho a la autodeterminación y partidaria del derecho a decidir.Podemos Catalunya Plural, encabezada por Pablo Barreneche. Integrada por Procés Constituent, netamente secesionistas, y algunos militantes de Nou Barris bienintencionados. Se venden como equidistantes entre el nacionalismo y la pluralidad. Desgraciadamente, en Cataluña sabemos que esa postura tan sostenida en el tiempo por el PSC, a la hora de decantarse, siempre lo hacen por las tesis catalanistas. Podemos Unidos, la única opción claramente no nacionalista. Inicialmente estaba encabezada por Enric Martínez, pero sus declaraciones públicas contra el derecho a decidir, la apuesta clara por los temas sociales frente al nacionalismo y algunas declaraciones en medios no bien vistos en Podemos Cataluña, como 13TV, le han costado su candidatura personal a la secretaria general. Un expediente propiciado por miembros de la candidatura del aparato, ha sido una buena metáfora de la democracia interna. Como vemos, a casa nostra, quien sale del redil, no sale en la foto. De momento, Podemos Unidos sigue en la lucha por el poder y su candidato a la secretaria general ha recurrido a los tribunales con una demanda. Que Podemos le coja confesado.
Hay una cuarta opción que no presenta candidatura a la secretaría general del partido cuyo interés se limita a lograr estar en el consejo ciudadano, bajo el nombre de Volem i Podem. Asimismo, cinco personas individualmente presentan candidatura a la secretaria general, Miguel Angel Rodríguez, Juan José Salbia, Montserrat Herena, Angel López y Rosa María Parreño.
La dirección de Podemos nacional está a punto de ser suplantada por elentrismo nacionalista. Queriéndolo o sin querer, pronto será la marca blanca del secesionismo. El resto será dolor. La patria de Pablo Iglesias, ni será más justa, ni más libre, ni más plural. Con mala suerte, incluso dejará de ser España. Aunque soy de los que piensa que entre la espuma de los medios y la realidad hay una zanja de ciudadanos con derecho al voto, que les acabará poniendo en su sitio. Al tiempo.
ANTONIO ROBLES, LIBERTAD DIGITAL – 13/02/15