Podemos se fractura al asumir que sólo puede tener un grupo en el Congreso

ABC – 20/01/16

· Los cuatro diputados de Compromís rechazan integrarse con Iglesias y rompen la candidatura valenciana.

· A falta de escasos cinco minutos para que se cumpliera el plazo, el ya portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, registraba la petición de grupo parlamentario de su partido tras un acuerdo in extremis con sus alianzas territoriales y que acabó con la ruptura en dos de la candidatura con la que concurrió en la Comunidad Valenciana.

La coalición Compromís-Podemos, que se hizo con nueve diputados en los pasados comicios generales, consumó ayer la primera fractura entre Podemos y sus alianzas, cuando solo ha pasado una semana desde la constitución de las Cortes: los cuatro diputados de Compromís decidieron no incluirse en el grupo de Pablo Iglesias y presentaron su propia propuesta.

Podemos se queda así con un grupo de 65 diputados, de carácter «confederal» y sin referencia a la rama valenciana en su denominación –Podemos-En Comú Podem-En Marea–.

La tensión durante todo el día de ayer fue manifiesta, con reuniones de los líderes de Podemos con los representantes de sus coaliciones en Comunidad Valenciana, Galicia y Cataluña, y el pulso se mantuvo hasta el final. Pablo Iglesias había prometido a sus aliados –y también a sus electores– que se constituirían como grupos propios independientes en el Congreso, pero la negativa del resto de partidos a concederle la exigencia comprometía notablemente la estrategia a seguir por las coaliciones.

Errejón trató de justificar el acuerdo in extremis en que habían «intentado hasta el final» negociar para lograr esos cuatro grupos, pero las reuniones que se sucedieron ayer fueron en clave interna y no con el resto de partidos.

Según fuentes conocedoras de las mismas, las alianzas territoriales no estaban satisfechas con que su final fuera integrarse en el grupo de Podemos sin siquiera presentar de manera oficial la petición de tener el suyo propio. Iglesias había lanzado el órdago e insistido comparecencia tras comparencia: «No contemplamos otro escenario». Pero no llegar hasta el final fue interpretado por algunos de sus socios como un paso atrás y la admisión de que lo que se pedía iba contra el reglamento. En Comú Podem llegó a plantearse registrar también su propio grupo, algo que el portavoz Xavi Domènech no desmintió en la rueda de prensa posterior, y se limitó a señalar que «hubo debate».

La decisión final ha sido integrar a En Marea (Galicia) y En Comú Podem (Cataluña) dentro del grupo de Podemos, presidido por Pablo Iglesias, y conceder portavocías adjuntas a los representantes de cada coalición, colocando a la diputada de Podemos Ángela Ballester como portavoz de la ya inexistente alianza valenciana. Errejón aseguró ayer que estas «agrupaciones parlamentarias» tendrán «agenda propia y plena autonomía», y dará voz a sus portavoces en las grandes ocasiones parlamentarias, como el Debate sobre el estado de la Nación, o sesiones de control. Esta fue su definición exacta: «Un grupo plurinacional de configuración confederal en pie de igualdad». Errejón quiso restar importancia a la ruptura con Compromís e insistió en dejar la puerta abierta a los cuatro diputados para que se sumen a su grupo si «en su recorrido legal solo encuentran puertas cerradas».

El diputado de Compromís, Joan Baldoví, justificó la decisión de los diputados de su partido en que «hay un compromiso firmado» y hay que llevarlo hasta el final. Se refería así a la alianza sellada ante notario el pasado 5 de noviembre, en la que Podemos y Compromís se comprometieron a formar un grupo valenciano. Los nueve integrantes de la coalición (cuatro de Podemos, una independiente y cuatro de Compromís) comieron juntos en Madrid para tratar de consensuar una postura. Los negociadores de Compromís estudiaron pedir un grupo propio y, si luego la Mesa de Congreso no lo aceptaba, plantear un recurso ante el Tribunal Constitucional. Los representantes de Podemos consideraban por el contrario que ir al Constitucional era una labor estéril.

Las disensiones crecieron y, a las cinco y media de la tarde, Pablo Iglesias dio orden a sus diputados de que no firmaran un grupo conjunto si no iba acompañado de un documento privado firmado por Compromís en el que se comprometiera a que, en caso de no lograrlo, se reintegrarían en Podemos. Todo parecía roto, hasta que a una hora de cerrar el registro hubo un último intento de aproximación que Compromís entendió como la aceptación de Podemos.

La cuenta oficial de Twitter de los valencianos difundió entonces que habría petición de grupo propio conjunto. Al ver que Podemos seguía firme en su postura, los de Compromís borraron el mensaje e insistieron en que se estaba incumpliendo el protocolo de la coalición electoral. Pero el acuerdo fue imposible. La petición de grupo propio firmada solo por los cuatro diputados nacionalistas está condenada al fracaso.

«Iglesias no cumple»

Ahora, Compromís consultará el jueves a sus bases (hay tres partidos dentro de esta coalición: Bloc, Iniciativa del Poble Valencià y VerdsEquo) para determinar si los cuatro diputados pasan al grupo mixto –la opción más probable– o se integran en Podemos, la más improbable y que el Bloc –muy crítico desde los inicios de la coalición electoral– no está dispuesto a aceptar.

La incógnita es saber cómo afectará este desencuentro a la relación entre Compromís y Podemos en la Comunidad Valenciana, donde están sustentando al Gobierno autonómico presidido por Ximo Puig. En Compromís ayer destacaban que entran en «una etapa difícil» y advertían de que, si hay elecciones generales de nuevo, hay que dejar claro que «Iglesias no cumple sus promesas».

ABC – 20/01/16