EL MUNDO – 19/04/16
· Sánchez afirma que el partido está más fuerte que el 20-D por la actitud «de bloqueo» de Iglesias.
El portazo de los militantes de Podemos al pacto entre el PSOE y Ciudadanos llevó ayer a los dirigentes de la formación morada a comenzar a utilizar a sus bases como el nuevo elemento de presión contra Pedro Sánchez, para que el líder socialista rompa con Albert Rivera y busque otro acuerdo con las fuerzas de izquierdas en los días que quedan de plazo para formar un Gobierno.
Poco después de anunciar que un 88,23% de los participantes en el referéndum había rechazado apoyar la investidura de Sánchez bajo los términos de su alianza con Rivera, los principales portavoces de Podemos salieron en tromba para sacar pecho por la «contundencia» del resultado y para descargar en el PSOE toda la responsabilidad de un cambio de posición, para no «abocar» al país a una repetición de las elecciones. Sin embargo, el PSOE ya respondió ayer que no es él quien debe moverse. O sea, que todo sigue como estaba y los comicios cada día más cerca.
La diferencia es que ahora Podemos se siente más reforzado internamente y, a la vez, más liberado de las presiones externas. Tras sufrir un fuerte desgaste en este periodo de negociaciones, reflejado en la intención de voto por las encuestas, Pablo Iglesias ya ha podido presentar su posición inflexible –en cuanto al veto a Ciudadanos y la exigencia de entrar en el Gobierno– con un envoltorio diferente y más amable. Parapetado en la respuesta de sus bases, ahora esgrimirá que la consecuencia última de su postura, que es la repetición de elecciones, no es una decisión suya, sino que obedece al «mandato» de la militancia de Podemos.
La posición es definitiva. Iglesias no abrirá negociaciones de última hora con el PSOE si no es para «explorar» exactamente su oferta de formar un Gobierno de coalición junto a IU y Compromís, tal y como también avalaron las bases de Podemos en la segunda pregunta del referéndum, donde la propuesta de Iglesias obtuvo un respaldo del 91,79%. Por tanto, ahora que no va a moverse de ahí, todo lo que queda por parte de Podemos son los emplazamientos públicos al PSOE para «reflexionar» y, según avancen los días, aumentar la presión, buscando más un efecto en los resultados del 26 de junio que en las negociaciones actuales. De hecho, la Ejecutiva ayer se mostró «pesimista» y «escéptica» con el PSOE, porque tiene asumido que no va a romper el acuerdo con Ciudadanos.
El discurso oficial continúa siendo el de «mano tendida» y de llamamiento al diálogo para retomar las negociaciones donde se dejaron, con el documento de las «20 cesiones» de Podemos. Pero al mismo tiempo crece dentro de la formación el debate sobre cómo debe afrontarse la «segunda vuelta» de las elecciones. Cada día gana más peso la colaboración con IU, a pesar del fuerte coste interno que una «suma de siglas» tendría para el sector encabezado por Íñigo Errejón.
Por su parte, el PSOE ya había descontado el resultado de la consulta de Podemos porque estaba «diseñada para bloquear» cualquier pacto, como enfatizó Antonio Hernando.
Desde hoy, Pedro Sánchez insistirá en que mantiene «la puerta abierta a la negociación y al acuerdo». Y lo hará hasta el último día, como ayer reiteró el secretario general a puerta cerrada y ante la Ejecutiva del PSOE. El secretario general considera que su partido tiene hoy «más fuerza que en el mes de diciembre» gracias a la actitud «de bloqueo» mostrada por Pablo Iglesias. Por eso, argumentó que si se repiten las elecciones generales «el PSOE puede estar en disposición de ganar al PP».
Parte de la Ejecutiva socialista no comparte este análisis. Pero Sánchez les expuso que cuenta con estudios cualitativos y cuantitativos que revelan que el 40% de los votantes de Podemos no respalda la decisión de Iglesias de no apoyar un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy. Y que el 80% de los que votaron al PSOE en diciembre está de acuerdo con el pacto con Ciudadanos.
Sánchez considera que el PSOE puede, por todo ello, iniciar la precampaña en mucha mejor posición que Podemos y con garantías de crecer sobre su anterior resultado, que supuso el mínimo conseguido jamás por el partido.
«Donde no ha estado Iglesias», concluyó Sánchez, «ha habido Gobierno de cambio, ya sea en las comunidades o en los ayuntamientos».
Después y públicamente, Hernando aseguró que el PSOE no se va a «resignar a no terminar con la era de Rajoy al frente del Gobierno». Eso sí, enfatizó que «la pelota está en el tejado de otros», no en el de ellos. «Con lo que están de acuerdo el 100% de los votantes de Podemos es con que Mariano Rajoy no siga al frente del Gobierno», concluyó.
EL MUNDO – 19/04/16