Sánchez es la garantía de Rajoy

EL MUNDO – 19/04/16 – VICTORIA PREGO

Victoria Prego
Victoria Prego

· ¿Qué más le tendría que pasar al Partido Popular para que las encuestas registrasen un descenso en su intención de voto? Porque lo sucedido en el seno de ese partido en los últimos tiempos es un rosario interminable de problemas, fracasos, escándalos y disensiones internas capaz de tumbar a un rinoceronte político, que es lo que es el PP por tamaño y fortaleza y también por porcentaje de votos. Pero ahí sigue, según los sondeos, recibiendo el respaldo mayoritario de los españoles a pesar de que es un cuerpo agujereado por una multitud de proyectiles que se podría suponer que acabarían siendo letales.

Lo último y más grave, después de lo del ministro de Industria, que supuso un golpe brutal en la línea de flotación del partido, del Gobierno y del propio Mariano Rajoy, ha sido el movimiento anunciado ayer por Aznar. Porque el presidente de honor de ese partido, el hombre que lo refundó hace más de 25 años, va a denunciar a la Agencia Tributaria por revelar sus datos y además por verter informaciones que él considera injuriosas y falsas sobre el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.

Es decir, va a denunciar al ministro de Hacienda, que fue su ministro, por haber desvelado –no podía ser nadie más que él– la conversación que ambos mantuvieron sobre lo que Aznar llama «diferencias de criterio» en la forma de tributar. El ex presidente del Gobierno se siente agredido por los que en su día fueron sus colaboradores y también por su propio partido. Esto forma parte de lo que se llaman luchas intestinas pero que en este caso son de un calado extraordinario, capaz de minar por dentro a una organización política hasta hacerla desaparecer.

Lo que está sucediendo en el seno del PP, incluida la versión extendida según la cual José Manuel Soria recibió el empujón final –que le condenó como irrecuperable para la vida política y cegó de un solo golpe su futuro– de algunos de sus propios compañeros de Gobierno, acerca peligrosamente a este partido al proceso padecido por UCD que acabó muriendo por desintegración después de que las batallas internas demolieran su cohesión.

La explicación de que un Partido Popular, en las condiciones penosas en las que se encuentra, siga gozando del apoyo mayoritario de los españoles hay que buscarla en la oposición. Si el Partido Socialista no estuviera suplicando a Podemos que se avenga a pactar la investidura de Pedro Sánchez y a apoyar la formación de un gobierno que él llama «de cambio», pero que muchos entienden como de izquierda radical, es probable que el PSOE estuviera beneficiándose ahora mismo de un trasvase de votos desde el PP.

Es decir, un PSOE moderado, pactando solo con Ciudadanos y no intentando llevarse al huerto a Podemos sería receptor de una parte importante de los apoyos que, por precaución y por miedo, siguen aferrándose al PP como a una tabla de salvación a pesar de todo. Con este PP que no levanta cabeza y está azotado por tierra, mar y aire, desde dentro y desde fuera, muchos españoles están para que no llegue al Gobierno Podemos de la mano de un PSOE que demuestra todos los días estar dispuesto a abandonar la centralidad con tal de llegar al poder. Es gracias a la actitud de Pedro Sánchez que el Partido Popular aún sobrevive e incluso tiene posibilidades de ganar las elecciones. Si no fuera por él, estaría ahora mismo agonizando.

EL MUNDO – 19/04/16 – VICTORIA PREGO